Cuando descubres que eres la razón de la fracasada relación de tus padres definitivamente tu vida cambia.
Las cosas que antes para ti no tenían algún sentido, comienzan a tenerlo, es en eso momento preciso cuando sin ser adulta comienzas a tomar decisiones como tal, sabiendo que en ninguno de los dos lugares seras feliz, pero al menos sola no serás la molestia de nadie.
Como quedarme suponía soportar la falsa felicidad de mi madre y sus constantes maneras de evitarme al igual que mi padre, decidí a mis dieciocho años mudarme a un departamento bastante alejado de ellos, admito que no tuvieron ninguna queja al respecto y aunque quisiera negar que no me dolió, de algun modo así fue.
Mis padres se casaron mucho antes de mi nacimiento, Harry Ferrer es un hombre muy importante y multimillonario, mi madre Vanesa Alarcón fue modelo de una de sus campañas publicitarias, se conocieron, se enamoraron y poco después contrajeron matrimonio.
Después de unos años decidieron tener un hijo, mi padre soñaba con extender el apellido Ferrer a las próximas generaciones, además de dejar a cargo de todo, a un hombre que velara por los intereses de la familia cuando él ya no estuviera.
Sus planes fueron fracasados momentáneamente cuando no nació su predilecto y muy deseado varón, sino yo. Una niña cuyo futuro no era mas que casarse con un hombre y perder el apellido Ferrer al igual que los hijos que ella decidiera tener.
Después de un tiempo debidamente prolongado, decidieron hacer un segundo intento y hasta un tercero, pero ambos casos fueron fallidos, llevando a mi madre a una pérdida en primer caso de cinco meses y en el segundo caso de tres, siendo este ultimo su tan añorado varón.
A partir de ese momento las cosas cambiaron entre ellos, mi padre supongo veía en mi madre a una persona a la que se ató por amor principalmente pero en quien a la larga pudiera cumplirle ese sueño y cuando llegó a la conclusión de que las cosas no serian como él las había imaginado, comenzó a guardarle rencor debido a su mala elección.
Siendo yo el unico feto que pudo sobrevivir en el vientre de mi madre con normalidad, pase de ser la niña adorada, a la que hizo añicos el sueño de su padre por no ser varón.
Desde entonces, su falta de afecto hacia mi persona comenzó a crecer con el pasar de tiempo, la relación entre mis padres fue decayendo y sé que mi madre me culpa de eso, demostrandome poco a poco lo poco que le importo.
***
Un horrible olor a humedad invade mi sistema, me despierto sobresaltada recordando la situación en la que me encuentro.
Trato de abrir los ojos, pero un foco de luz atormenta mi vista y me invita a cerrarlos nuevamente, a medida que me voy adaptando a la luz comienzo a verificar en que clase de sitio me encuentro.
A mi alrededor no hay mas que la cama donde mi cuerpo se encuentra, una cadena que sujeta uno de mis pies y empieza en una columna junto a la cama, una mesa de madera vieja del otro lado, el maldito foco que me marea con tan potente luz y un silencio sepulcral.
En medio de la oscuridad mas alla de lo que se deja ver de la apestosa habitacion hay una puerta de madera mal hecha, pero que estoy segura debe estar bien cerrada. Las telarañas y el polvo cubren cada área del lugar.
Mi garganta esta seca, siento que la cabeza en cualquier momento me va explotar y para colmo no tengo ni la menor idea de quien y porque me hicieron esto.
No se cuanto tiempo permanecí inconsciente, pero la oscuridad del lugar me hace pensar que aun no ha amanecido, trato de mantenerme serena, pero cada minuto que pasa sin que nadie venga, sin saber que sucede, me desespera.
Aun no estoy segura de querer tener compañía, no tengo ni la menor idea de que quieren o que me van hacer, pero como una vez le escuche decir a mi querida madre.
Al mal tiempo dale prisa.
-Hola-solté a las masas de aire, sin obtener respuesta.
Trate de enfocarme, de escuchar algún paso, ruido o movimiento que me transmitiera la presencia de alguien mas en el lugar.
-por favor saquenme de aquí... ¿que es lo que quieren?- un sollozo escapo sin previo aviso debido al pánico que la situación me estaba generando.
El ruido provocado por la manipulación de una cadena, me hizo girar el rostro en dirección a la puerta, esta se fue abriendo lentamente y mi respiración se cortó en seco.
Cada segundo que tardaba la puerta en abrirse revelando el cuerpo oculto bajo mascaras y trajes militares de cada uno de mis secuestradores era proporcional a la cantidad de aire que dejaba de entrar a mis pulmones producto del pánico.
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EreS DROGA (me elevas, pero me ahogas)
RomanceComo un veneno maldito, Más me dañas más te necesito Una DROGA Me elevas, pero me ahogas. Contenido adulto, para mayores de 18 años.