Nunca podré olvidar el día mas feliz de mi vida, cuando conocí la verdadera amistad, cuando me di el lujo de poder ser naturalmente una persona completa delante de alguien.
Javier me transmitía esa calidez, con él no existían problemas, reíamos, llorábamos, disfrutábamos, incluso fue mi primer beso.
Una tarde después de estudiar matemáticas en su casa, hablamos de cosas tontas y entre ellas le confese que jamas había besado a nadie, a mis dieciséis años eso parecía ser algo impactante y el decidió que quería ser mi primer beso.
Después de intentarlo un par de veces lo logre hacer bien y reímos a carcajadas por las tonterías que nuestra amistad era capaz de hacer.
Pero ese no fue el día mas feliz de mi vida, sino cuando cumplí dieciséis años, nos fuimos a celebrar solos él y yo, mis padres ni siquiera recordaban que ese día yo estaba de cumpleaños.
Para hacerme olvidar mis penas Javier me llevo a tomar, era la primera vez que consumía alcohol y me volví valiente. Logramos entrar a la disco con una identificación falsa que él mismo hizo.
Una vez que nuestros cuerpos rechazaron una gota de licor mas, salimos del lugar entre risas y mas risas. Javier me comentó que tenia un amigo que tatuaba y le pedí que me llevara con él.
Ese día mi gran amigo se hizo un infinito en el omoplato derecho y yo me hice una mariposa en la esquina inferior derecha de la espalda, área que sabia que era muy poco probable que alguien la viera, pero que para mi representaría mucho.
Sonreí frente al espejo cuando vi los resultados finales del trabajo de Kendal, pague ambos tatuajes bajo los reproches de Javier y nos fuimos. Esa noche dormí en su casa abrazada por los fuertes brazos de mi mejor amigo.
Tras escucharlo decir:
-te quiero.
Fue la primera vez desde que tengo uso de razón que escuche a alguien decirmelo y me sentí plena.
Me sentí feliz.
***
Siento el forcejeo de mis secuestradores con la cadena que ata mi tobillo, me permito mirar lo que hacen pero apenas levanto mi rostro Uno me toma por el brazo y me arrastra fuera de la cama.
Me empuja por toda la casa con el arma apuntándome en el cuello mientras maldice una y otra vez, siento algo que lástima mi espalda pero soy incapaz de voltear. Afuera se oyen las sirenas de la policía y el sonido de millones de pasos.
-le dije que viniera solo, ahora tu pagaras las consecuencias. Estaré preso pero tu estarás muerta-sus palabras hacían eco en mis oídos y solo me dejaba arrastrar por él.
Se le notaba furioso, Harry trajo a la policía poniéndome en peligro, no fue capaz de dar el dinero, prefiere arriesgar mi vida.
Mi mente ya no estaba centrada, Uno lo que hacia era llevarme de allá para acá buscando una forma para escapar, me llene de fuerzas, una fuerza que estaba muy lejos de sentir pero lo encare. Cuando me gire observe el hermoso crucifijo que colgaba de su cuello, anteriormente no lo había notado, o esta vez, se le había olvidado ocultarlo, supongo que era eso lo que me rozaba la espalda.
Le resto importancia al hermoso artilugio y me concentro en lo que tengo que decirle, mientras sus ojos curiosos y malvados se entornan en los mios.
-matame- le pido con voz firme.
Se descolocó por un momento y luego sonrió perversamente, no pude verle directamente pero la mascara me permitió saber que lo hacia.
Un estruendo nos hace girar a ambos en dirección al sonido, veo entrar a quien sospechó que es Dos un poco alarmado.
-sueltala, dejala ir-le pidió fuerte a Uno.
-¿acaso te has vuelto loco?- le grita este sin mas, apretandome contra su cuerpo y profundizando el orificio de la pistola en mi cuello.
-ya no tiene caso, si la matas no tendremos tiempo de escapar y nos van a atrapar, dejala y vámonos.
Siento la respiración de Uno agitada, maquinando en su cabeza sus pocas probabilidades de salir de esta. No me importa si los atrapan o no, lo unico que quiero es terminar con esta incomoda y aterradora situación.
-si la dejas, tendremos tiempo de escapar, pensaran que seguimos adentro con ella y para cuando entren ya no estaremos, vamos.-Dos le sigue explicando el plan que rápidamente a trazado, pero Uno se resiste en ceder.
Mi respiración esta muy agitada, solo puedo ver a Dos tratando de hacer que Uno entre en razón, el arma en mi cuello me llena de ansiedad y no puedo evitar que nuevas lagrimas salgan de mis ojos.
Un empujón muy fuerte me lleva directo al suelo, freno automáticamente con las palmas de mis manos y veo los pies de Dos alejarse.
-no saldrás tan librada de esto- le escuchó decir a Uno.
Y a medida que oigo sus pasos alejándose junto a Dos, oigo un fuerte sonido proveniente de un arma, al poco tiempo siento un dolor desgarrador en mi muslo derecho y se que me ha disparado.
Espero vuelta un ovillo en el suelo un segundo e incluso tercer disparo y cuando no oigo nada, me sujeto el área donde a entrado la bala y abro los ojos, miro a todos lados y cuando me doy cuenta de que estoy totalmente sola, grito a medida que me arrastro hasta donde se escuchan las sirenas de la policía suponiendo que eso da a la salida del lugar.
Veo a varios de ellos entrar armados, me alumbran con una linterna, mientras dos me ayudan a salir del lugar escoltados por varios. Me aferro a los brazos de quienes me ayudan a llegar a una de las patrullas.
Una vez adentro comienzo a ver todo borroso, me parece que he perdido mucha sangre, intento hablarle al policía que conduce pero antes de que pueda pronunciar alguna palabra la oscuridad me arrastra y pierdo la conciencia.
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EreS DROGA (me elevas, pero me ahogas)
RomanceComo un veneno maldito, Más me dañas más te necesito Una DROGA Me elevas, pero me ahogas. Contenido adulto, para mayores de 18 años.