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Ambos nos quedamos sin hablar por unos segundos. En realidad, no sabía como tomar esta noticia. ¿Debería enojarme? 

- ¿Quieres que te diga de que se trata?- giré mi rostro para verlo.

- ¿Porqué quieres decírmelo?- respondí con otra pregunta. De hecho tenia una montaña de preguntas, como el del porque estaba hablándome en este momento cuando podría estar con sus tantos amigos.

Me miró con esa sonrisa tan suya. Creo que nunca me cansaría de verla.

- Porque no estoy de acuerdo con ellos. Y quiero que tú confirmes mi argumento.- ¿De qué se trataba todo ello?- ¿Ahora si quieres saber de que se trata?.

- ¿Si te ayudo... No sería como hacer trampa?.

- No estoy en la apuesta.   

Vale, ahora si me declaro totalmente desorientada del tema. 

Mis lectores bellos, muchas gracias por seguir esta pequeña historia. 

¡FELIZ NAVIDAD!