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*Al día siguiente en el salón de clase*

- ¡Permiso, permiso!- todos miraron hacia la puerta, de donde provenía la voz.

Tú no habías llegado; aún no comenzaba la clase, pero no era normal que llegarás a último minuto.

》Entrega para la chica del libro- dijo en voz alta, casi gritando; volvió a ver la foto que descansaba en su mano derecha, la otra estaba ocupada con una margarita y unos chocolates, sonrió hacia mi posición mientras  se acercaba.

Como lo temía el encargo era para mí. Asumiendo que probablemente todos tenían sus ojos sobre mí; me concentre en el chico.

Nunca lo había visto antes.

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