いち

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—Bien Jeon Jungkook, te quiero bonito y gordito en tu primer día de clases, ¿oiste?

Jin farfullaba mientras arreglaba el saco de su pequeño hermano y se preocupaba de que todo estaba en orden.

El menor por su parte solo quería largarse de ahí pues con todo el escándalo de su hermano solamente le hacía retrasarse más de lo que ya estaba.

—Hyung, ya está— murmuró sacándoselo de encima. —Me marcho.

Y antes de que Jin decidiera empezar a echarle saliva a su cabello como una madre, huyó de ahí a pasos rápidos escuchando un "Suerte" por parte del castaño.

Estando afuera de su casa comenzó a caminar a paso tranquilo por la acera pasando por la casa de al lado, de la cual podía oir a una mujer gritar.

-¡Yah, Park Jimin, esta la ultima advertencia, o te levantas o te levanto!- Escuchó oír para luego sentir un gran golpe desde el segundo piso causándole gran temor.

Tragando saliva apuró el paso, "vaya que las paredes eran delgadas" pensó.

Seoul era impresionante. Le había costado demasiado tomar el tren para llegar a su escuela, con dos equivocaciones en las líneas ya se sentía como un completo inútil.

En fin, llegó atrasado de todas formas por lo que puso su mejor cara de emoción -claro- en cuanto el profesor de turno le abría la puerta de su salón.

-¿Necesita algo?

-Yo uhm...- piensa en algo coherente Jeon Jungkook- Soy nuevo y me perdí.

Genial, un clásico.

El hombrezuelo lo miró desconfiado de pies a cabeza pero luego de haber pasado unos segundos lo dejó entrar.

Y vaya decepción que se llevó al ver a los que serían su curso por el resto del año.

La mayoría -por no decir todos- parecían muertos vivientes, se notaba a leguas que solo querían que el bendito timbre sonara y así tener algo de libertad aunque sea por pocos minutos.

Quiso hacer una mueca cuando caminaba hasta el frente. Más aún cuando al profesor parecía no importarle que el 80% de su clase no le prestara atención.

Y eso hizo.

-Bueno este es su nuevo compañero- con lentitud el buen hombre comenzó a hablar- y eso... sigan con lo suyo.

Y así fue como aquel sujeto volvía a escribir cosas en el pizarrón.

Jungkook caminó hasta el primer asiento libre que pasara por su camino. Y allí se quedó mirando a la nada porque demonios, todo era muy aburrido.

Se supone que al menos haría una amistad pero con su llegada apenas y nada se interesó en él.

📚

Mientras tanto al otro lado de la ciudad, en la escuela mixta norte un moreno castaño corría por los pasillos tirando de la mano a un pequeño pelinegro, éste parecía apenas poder igualar el trote del otro pero al más alto no parecía importarle.

Bueno, es lógico ya que Taehyung solo pensaba en llegar rápido a su salón mientras el otro pensaba en una buena escusa para el profesor cuando les pregunte el porqué de su atraso de media hora. Diablos, era imposible. 

Jimin detuvo su andar con fuerza haciendo que su amigo también y se girase a mirarlo confundido. 

-Taehyung, golpeame. 

Balcony [Vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora