El Imperio Clandestino (TERMINADA)

Capítulo 1

Sebastián Smith

Estamos llegando al lugar donde se realizará la venta de droga, hace poco descubrimos a los que operan en la zona de Argentina, una llamada anonima nos alertó de la operación, no pudimos rastrear la llamada ya qué fue realizada por un móvil prepago.

Nos equipamos con todas las armas que sean necesarias, ¡esto va a ser una matanza! O al menos eso creo. Quiero atrapar al jefe de la organización y así pedir un ascenso, llevo 10 años trabajando para el FBI.

-. ¿Listos?

Todos mis hombres asienten con la cabeza.

-. ¡Traigan sobrevivientes, hay que obtener información, vamos!

Avanzamos rápido, en cuestión de segundos empieza el tiroteo, balas volando por doquier, bombas, cuchillos, hombre a de ambos bandos muertos... así pasan casi una hora, todavía no logró distinguir al jefe de esta organización, esperen un momento, ya se quien es...

Agatha

-. ¡Agatha, tenemos que irnos, esto se está poniendo feo, vamos!
De pronto nos embosca el FBI, esto debe ser obra de algún traidor, y creo que ya se quien es. No puedo creer como disparan, varias personas se encuentran muertas.
-. ¡No dejaré a mi gente con estas basuras!
Odio la vida que me tocó vivir, pero es la única que me enseñaron, un amigo cae a mi lado con un disparo en el pecho y distingo él que le disparó.
-. Agatha, disculpame por no cumplir mi promesa de ayudarte a matarlo.
-. Sh, calla, gracias por ayudarme, jamás olvidaré tu servicio.
Veo como se le escapa la vida de los ojos.
-. ¡Agatha, enserio, es hora de irnos!
-. ¡No! Yo me quedo, vete tú, te necesito dentro del Imperio, alguien me traicionó y quiero que lo vigiles.
-. ¡No puedo dejarte acá, no lo haré!
-. ¡Matías, por una puta vez haceme caso, solo confio en vos! Cuida El Imperio por mí, mantente alerta, y vigila a mi mano derecha, creo que él es el traidor y hará lo posible por arruinarme, vete ya, yo estaré bien, nos estaremos comunicando, vete.
Matías, es mi hombre más leal, mi amigo, mi padre, tiene ya 47 años, es bajo, pelo canoso, estatura media, ojos marrones, es muy bueno con las pistolas.
-. ¡Esta bien, juro que la sacare de esta, sepa que le seré fiel a morir!
-. ¡Lo se Matías, cuidate!
-. Igual usted.
-. ¡Te cubro, vete rápido!

Sebastián Smith

¡Es él! El que esta hablando con esa joven. Les hago señas a mis hombres para avanzar. A medida que nos acercamos, la joven sale de su escondite con un arma colgando de su dedo índice, es alta, cabello largo y negro, ojos marrones con sus respectivas curvas; doy señal de alto el fuego.
Todos mis hombres, o al menos los que quedan, están a las expectativas de los que haga ella.
-. ¡Tira el arma a nuestros pies, luego pon las manos en tu cabeza!
-. Mmm, ¿y si no quiero?
-. ¡Has lo que se te dice y no saldrás herida!
-. ¿Tú crees que saldré herida? - Dice entre risa.
-. Tienes hasta tres, de lo contrario, considerate muerta.
Ella sonríe, me hace recordar a una persona muy especial para mi.
-. 1... 2...
Se va agachando despacio, todo mi personal esta a la expectativa. Deja el arma en el suelo y coloca las manos en sus cinturas.
-. ¡Pon las manos en la cabeza y arrodillate!
-. Hazlo tú mismo.
Esta mujer quiere jugar, pero no tengo tiempo. Me le acerco despacio y de repente, cuando le agarro una mano, siento el filo de un cuchillo en mi garganta.
-. ¿Qué diablos haces?
-. Jamas confíes en una mujer cuando se siente amenazada, puede sacar sus garras.
Me hace un pequeño corte, nada de gravedad, luego lanza el cuchillo hacia un costado, el cual se le clava a uno de mis hombres la cabeza, cae muerto al instante y sonríe.
Después de ver la escena, reacciono, la tiró al piso y me le colocó encima para tenerla bajo control, pero lo más raro es que no se resiste.
(Horas más tarde en la Jefatura)
Me acerco a mi jefe, el señor Johnson, el cual hablaba con mi compañero Diego.
-. ¿Qué sucede? - les pregunto.
-. Estamos viendo quien la va a hacer hablar, ella está demaciado tranquila.- dice mi jefe.
-. ¿Encerio? ¿No ha hecho nada desde que ha llegado? ¿No ha pedido un abogado?
-. No, no ha hecho nada, no ha pedido nada.- Diego.
-. Jefe si usted me permire quiero interrogarla yo mismo.
-. Ok, hazlo tú, ten cuidado.
Me dirijo a la sala de interrogatorios, mi jefe y Diego se van a la otra sala para escuchar. Entró y la veo sentada con la cabeza apoyada en la mesa, en silencio, me parece raro. Me siento en frente de ella y me acerco un poco, verificó que la joven está durmiendo. No puedo creer que esté tan tranquila para ponerce a dormir, me imprecisiona, ésta chica la verdad me hace acordar a ella.
-. ¡Despierta bella durmiente!
Le gritó y golpeó la mesa para que se despierte, la miro mientra se va despertando.
-. Sabemos todo de vos, y tienes varias causas abiertas, redondeando tienes hasta 30 años de pri....
-. Ve al grano...- y se me acerca a leer mi nombre en el uniforme- Señor Smith.
-. Bastante directa. Ok. Dime para quien trabajas y donde lo ubicamos.
-. Ja, si y yo quiero mi libertad. Vamos hombre, ¿tú crees que te lo voy a decir?
-. Hagamos un trato, dime para quien trabajas y donde lo ubicamos y te disminuyo la condena.
-. No hablaré, no quiero aparecer muerta, no soy una traidora. Quiero mi abogado.
-. ¿Tienes o quieres uno del Estado?
-. ¿Tú que crees?
-. Que tienes un corrupto como vos, ¿me equivoco?
-. ¿A caso sos un santo? ¿Nunca corriste en carreras nocturnas? ¿Nunca te hiciste pasar por otra persona? ¿A caso nunca mataste? Todos hacemos eso alguna vez, tu no eres la excepción, así que no tires la primera piedra y escondas la mano. No tengo nada más que decir, puedes irte.
Nos miramos a los ojos, ella oculta algo, al igual que yo, pero siento que ella ya sabe lo que ocultó, ante esa mirada soy transparente.
-. Agente Smith, salga.
Si no fuera por el llamado del jefe, por los altavoces, no me hubiera dado cuenta cuanto tiempo paso desde que nos quedamos mirando.
-. En un rato llegará tu abogado.
Ella asiente y me voy, pero antes de cerrar la puerta la miro, pero ella esta con la mirada perdida sobre la pared, ojalá volver a verla, quiero saber qué es lo que oculta.
-. ¿Jefe?
-. Smith, buen trabajo, ella es uno de los que se encargan de recibir la droga, el hombre mayor que estaba con ella, era el jefe.
-. ¿Cómo sabe todo esto?
-. Uno de los que atrapamos con ella, hablo, así que ya no es necesaria su declaración.
(Seis meses más tarde)
-. Cataleya Sasso, se le condena 33 años de prisión por contrabando de droga ilegal, asesinato en primer grado, por encubrimiento e incumplimiento de la ley, por el uso sin registro de armas de fuego y blancas. Pueden arrestar a la prisionera.
Esta es la segunda vez que la veo, sigue igual, se ve bien, tiene una sonrisa burlona en su cara.
Cuando ella se da vuelta para que le coloquen las esposas y me mira. Empieza a caminar y se detiene a mi lado.
-. Cometiste un error, tarde o temprano la pagarás, y no será por mi. Cuando te des cuenta, me pediras ayuda, adivina ¿qué? te la daré... Yo no te juzgare.
-. Vamos, no es hora de charla.
Otra vez ella con sus palabras sabías.

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Primer capítulo terminado de Editar...

Aceptó críticas... ayudenme a mejorar mi escritura...

Desde ya, muchas gracias...

Lo.O