Mis pies se balanceaban de atrás para adelante mientras esperaba el próximo tren.
Media noche.
Mi mente pensaba en los próximos exámenes que tendría en menos de una semana.
Debía estudiar y mucho. era mi último años, en seis meses me graduaría y podría conseguir un mejor trabajo, ahorrar y comprarme un auto.
Aunque, si me comprara un auto, dejaría de usar el tren, y eso significaba dejar de ver a Camila.
No, eso no.
El auto podía esperar.
En mis manos llevaba una rosa, esta era roja, era para Camila.
El otro día no le agradecí por la rosa esta era la oportunidad.
El tren llego y me subí como es costumbre.
Había una pareja feliz que prácticamente se comía la boca.
Un hombre robusto con traje y una chica tal vez de mi edad.
Me senté a esperar, mis audífonos en mis oídos, mis ojos fijos en la ventana.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, era Camila, tenía su mano sobre la mía.
"¿De dónde has salido?" pregunté, no la había visto subir.
"Ya estaba aquí"
Sus dedos jugaban sobre mis mano, acariciaba mi mano, acomode mi mano y tome la suya, me empezaba a acostumbrar al frío que desprendía Camila, me gustaba.
Ella se separó rápidamente, me sentí herida por eso.
"¿Como has estado?" preguntó.
"Bien, supongo" observe como sus golpes seguían frescos, como si nadie se los hubiera curado, ni ella misma. "Veo que tu no"
Ella entendió lo que dije "No he tenido tiempo para eso" se encogió de hombros.
"Deberías hacerlo, así dolerá menos" insistí.
"No lo necesito, además no se como sanar nada" soltó con una voz irónica.
"Puedes venir a mi casa, yo se como hacerlo" ofrecí.
Ella volteo rápido a verme " no creo que sea una buena idea" me sentí desilusionada, aparte la vista bajando el rostro creo que ella se dio cuenta de mi estado así que volvió a hablar "Pero... si es lo correcto habrá que hacerlo, pero no hoy"
Levante el rostro ilusionada, me sentía muy feliz.
Recordé la rosa que traía en el abrigo.
"Ten" extendí mi brazo y le ofrecía la rosa "la otra vez no te agradecí por la rosa, estaba muy linda " ella me sonrío.
Su sonrisa podía calentarme del frío que sus manos me causaban.
"Me encanta, es casi tan hermosa como tu" nunca me había sonrojado con nadie, ni con los muchos chicos con los que había salido, y ahí estaba ella alagandome y diciendome hermosa y yo me ponía como un tomate.
Después de eso hubo un pequeño silencio, no era uno incómodo, era agradable, de reojo pude ver como Camila me veía enternecida, no apartaba la vista de mi y me veía con esa mirada que podria atravesarme el alma.
"¿Qué?" gire mi rostro encarándola. "¿Por qué me miras asi?"
"Eres especial" me sonrió, ese día Camila estaba muy sonriente.
Como era su costumbre no llevaba Abrigo y con el invierno saludando y a esas horas de la noche parecía no afectarle.
"¿No tienes frío?" pregunte, me quite el abrigo y se lo coloque a ella.
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La Chica Del Tren - CAMREN
FanficLauren Jauregui es una estudiante universitaria, a veces tímida y poco social, todos los días toma el tren de media noche para regresar a casa, pero un día se encuentra con una chica extraña, siempre está llorando y su ropa se ve vieja. Esto pasa to...