Cap. 24

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Al escuchar eso inmediatamente me cubrí con las mantas de la cama, como si ellas pudiera protegerme de lo que sea que estaba al otro lado de la puerta.

-¿Lauren?- era Camila ¿Pero como?

-¿Ca...Camila?- pregunté con miedo.

-Lauren soy yo ¿Estás bien? Dejame entrar- decía, sonaba como ella, trate de calmarme y me levante, camine hasta la puerta y le quité el seguro.

Antes de abrir tome aire, estaba asustada, pero si era Camila no había de que preocuparse.

Cuando abrí la vi a ella parada frente a mi con la cabeza ladeada, tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados pero cuando vio mi aspecto se suavizó.

-¿Estas bien? - volvió a preguntar viendo mis lágrimas, llevó su mano fría a mi mejilla y limpio una lagrima que cruzaba mi mejilla derecha.

-No- Solté a llorar, inmediatamente ella me abrazo -¿Qué tienes?- ella sonaba preocupada por mi. -Es por mi culpa, ¿Te he hecho llorar? Lauren lo siento mucho- me atrajo más a ella y mientras una de sus manos acariciaba mi espalda la otra lo hacía con mi cabello - Soy una idiota no se como funciona esto del amor y te he lastimado, lo siento mucho yo... yo no quise hacerlo.

Me sentía culpable por sus palabras, estaba herida pero la que enverdad tenía que disculparse era yo.

-No, Camila no es por ti - Ella me separó y me tomó de los hombros.

-¿Entonces porque estas llorando? - su rostro demostraba lo confundida que estaba - ¿Alguien.. -Alguien te ha hecho algo?-  pude ver terror en sus ojos, algo que nunca había hecho.

-No Camila es solo que...- Empecé a contarle lo que había pasado en el callejón, ella me escuchaba atentamente y sin despegar la mirada de mi, durante toda mi narración ella no apartó sus manos de las mías y gracias a ello pude contarle todo. Para cuando terminé de contarle todo estábamos sentadas en mi cama, abrazadas. 

Mi cabeza en su hombro mientras lloraba y ella guardando silencio esperando a que terminara.

-Entonces subí y le puse seguro a mi habitación, luego tu tocaste la puerta y pensé que...- lloraba como una niña lo hace en los brazos de su madre, sin verguenza y con el corazon.

-Y estaba muy asustada- ella me separó de su hombro y acarició mis mejillas.

-No temas, estoy aquí y te voy a proteger, lo haré hasta de mi. Pero yo seguía llorando.

-Shhh, no llores - se acercó lo suficiente y me besó tiernamente, y con eso yo ya me sentía mejor, es más, había estado mejor desde que escuche su voz al otro lado de la puerta. - todo estará bien.

Pasó un buen rato en el que ella solo me abrazaba, mi respiración se estaba calmando y gradualmente deje de llorar. La habitación quedó en silencio, solo mi respiración era perceptible.

De repente caí en la cuenta de algo.

-¿Cómo entraste? deje la puerta de abajo con seguro - me separé de ella.

-Bueno tu no tienes esa ventana con seguro - Señaló la ventana de mi habitación, claro que no la tenía, pero tome nota de mandarla a bloquear, no es que me incomodara que Camila estuviera aquí, pero si ella entró fácilmente lo podía hacer cualquiera. - Pero la verdad no he entrado por ahí. - Pero eso no llamó mi atención sino otra cosa.

-¿Por qué viniste? - ella apartó la mirada y se encogió de hombros, la miré seria y logre que Cediera, dió un pequeño suspiro y empezó a hablar.- Cuando te deje en la estación, estaba por voltearme y decirte que todo estaba bien, y que lo único que quería era estar contigo- tomo mis manos entre las suyas -Pero me dí cuenta que tu amiga estaba ahí entonces decidí esperarte aquí y solamente entré, eres muy descuidada dejando la puerta sin seguro, y te esperé como una hora hasta que te ví entrando y subiendo las escaleras rápidamente casi te caes, pensé que estabas molesta así que esperé por ti, tal vez bajarías cuando estuvieras más calmada, pero no lo hiciste entonce subí y toque la puerta.

La Chica Del Tren - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora