Cap. 17

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Recuerdo muy bien el día que Camila regresó.

Ese día había aceptado que la idea de ir a un psicólogo no estaría mal.

Después de todo, en cualquier momento de la vida todos necesitabam ir a un psicólogo.

Yo nunca lo considere necesario, pero Verónica me dijo, que era recomendable ir cada cierto tiempo.

A veces tenemos problemas y no sabemos que están ahí hasta que estos son demasiado grandes para pasar desapercibidos, para evitar eso era bueno ir con un especialista cada cuanto.

Era un día domingo, mientras me dirijia a ver al psicólogo, me subí a un tren y me senté.

Ese día ya no vi por la ventana, porque ya no esperaba ver a Camila, aunque cuando  me senté  me rete a mi misma por hacerlo, creo que ya era una costumbre.

Las pastillas y quedarme más días en casa de Verónica ayudaron mucho en las pesadillas, seguía escuchando las voces pero era más fácil ignorarlas, aunque no del todo.

Llegue a la conclusión de que tal vez estaba desarrollando alguna especie de trastorno emocional, de que todo lo que creía escuchar y ver en las noches era producto de mi mente, esto causado por el estrés del trabajo y el esfuerzo en la universidad.

Y con Camila, bueno, con ella no lo sabia a un cien por ciento.

Llevaba un libro en las manos, tal vez leyendo pasaría el tiempo más rápido y mantendría mi mente ocupada.

Capítulo cinco. Y no entendía nada, en realidad no estaba leyendo, solo pasaba mi vista sobre las letras, letras que para mi no significaban nada.

Cuando estaba por llegar, una parada antes, las puertas se abrieron, algunas personas subieron y otras bajaron.

Tal vez si levantaba la vista una vez más y no la veía me terminaría de decepcionar.

Solo necesita hacerlo una vez más, solo una.

Cuando levanté el rostro la vi.

No como otras veces, esta vez estaba parada en la puerta, su vista desesperada viendo a todos lados, parecía buscar algo o a alguien.

Cuando se percato de mi mirada, la desesperación fue remplazada con lágrimas.

Se acercó rápidamente poniéndose de rodillas frente a mi.

"Lo siento" susurro con su rostro enterrado en mis piernas.

"Lo siento mucho" pude sentir la humedad en mis piernas, estaba llorando.

Las ganas de abrazarla y perdonarla no me faltaban, claro que estaba herida, pero estaba a punto de seguir, y ella decidió regresar en ese momento.

No.

Si ella no me iba a decir nada sobre su vida yo no podría seguir consintiendo eso, menos si afectaba mi salud emocional.

Ella me gustaba, demasiado pero yo no sabía si yo a ella le gustaba lo suficiente, y con el hecho de que me estuviera ocultando cosas sobre ella me hacen inclinarme a que ella no gustaba de mi. No lo suficiente.

Nos habíamos besado, varias veces, pero igualmente yo necesitaba más, necesitaba que me contara sobre ella, saber qué ocultan esos oscuros ojos café.

"Camila" la llamé, ella levantó el rostro  lentamente, cuando ya no estuvo apoyada en mis piernas, me moví, levantándome y alejándome de ella.

Camine hacia las puertas del tren dispuesta a salir, con la imagen en la mente de la mirada confundida que me dedico la castaña al alejarme. Pude fijarme en que su rostro tenía aún más marcas que la vez anterior, no quería ni imaginar como estaría su espalda y sus brazo.

"Lo siento" me detuvo, su agarre como de costumbre congelandome en un instante "Lauren perdóname"

"Te he escuchado" dije sin voltearme, si lo hacía no podría irme, no sin ella. "Pero esta vez soy yo la que lo siente" me safe de su agarre y salí.

Ese fue otro gran error que cometí, pero en ese momento no lo supe, no hasta una semana después.

.............

Hola :) 

Recuerden que actualizo casi todos los día, menos domingo. 

Espero que les esté gustando la historia.

Solo unos capítulos más y llegara el final... ñammm. Escribo esto sobre la marcha así que ni siquiera yo se que pasara en el siguiente capítulo. 

PD: los quiero mucho, no es por ponerme sentimental, pero tener a personas que quieren leer algo que tu escribes y se interesan es asombroso. Eso es todo pequeños humanos.

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La Chica Del Tren - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora