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Camila pov.

12 horas antes

-Hay frío aquí afuera, entra, asi te calentaras- Me pidió. No me podía negar por tres simples razones.

La primera es que quería pasar más tiempo con ella, estar a su lado me hacía sentir feliz, sentimiento extraño que antes no había sentido, hacía que el corazón que no tenía se acelerara.

La segunda era porque teníamos que hablar, esa condición me había pedido a cambio de quedarse conmigo, ella era mía y yo sería suya.

Y la tercera, desde que habíamos empezado el trayecto a su casa sentí como alguien nos seguía, sabía quién era. Y también sabía que sus intenciones respecto a lauren no eran buenas, así que por su seguridad entre, solo así podría protegerla.

Cuando entramos ella subió a cambiarse y yo me quede en la cocina.

¿Y ahora qué? empecé a pensar en lo que le diría, su reacción y como hacer para que se quedara conmigo.

Escuche como alguien entraba a la cocina, me volví con una sonrisa esperando que fuera Lauren pero no era ella.

-¿Qué haces aquí?- enseguida me puse tensa y mis sentidos de alerta se activaron.

-¿Acaso no puedo visitar a la novia de mi hija?- Una sonrisa sínica se posó en su rostro- ¿Eso es lo que son verdad? mmmm novias, estupideces de humanos- se recostó en el marco de la pared.

-Te dije que no te acercaras a ella- ya se lo había advertido.

-Así es- solto una pequeña risa- pero ya me canse de azotarte y empieza a ser aburrido - Se acercó a mí con su postura tan erguida, con esa sonrisa tan falsa - ¿por qué no terminas con esto ya? me estoy empezando a desesperar y sabes que pasa cuando me desespero ¿Verdad?

-Estoy en eso- dí unos pasos alejándome de el.

-¿Estás segura? porque podría hacerlo yo- se mordió el labio- sería todo un placer.

Eso logró enfurecerme, tome un vaso que descansaba en la mesa y lo arroje contra la pared.

-Escúchame bien- me acerque rápidamente y lo tome del cuello- No te vas a acercar a ella- él era más alto y más fuerte pero en ese momento sentí como algo se apoderaba de mí, y guiada por la rabia logre estamparlo contra la pared.

-Esta bien- se empezó a reír - Veo que te gusta, lastima que la última vez no logre mi cometido, así nos ahorramos todas estas estupideces.

Se alejó y empezó a arreglar el traje - Ojala estes lista, si no lo haces pronto me encargare yo ¿lo sabes verdad?- se volvió a cargar pero esta vez en la isla de la cocina - Ya estas cerca verdad?

-algo asi, creo- el se acerco a mi y con un susurro advirtió -Eso espero.

-Yo solo necesito más tiempo.

El estaba por responder cuando giro la cabeza hacía la puerta.

Enseguida desapareció, seguí su mirada y me fije, alguien o más bien Lauren estaba ahí. rogaba porque no hubiera escuchado nada, me quede callada y lentamente avance, ella era silenciosa pero yo tenía un buen oído, cuando estaba a punto de salir de la cocina y enfrentarla escuche como alguien más estaba con ella.

Muy bien ahora era mi turno de escuchar.

Por lo que pude oír era la amiga de Lauren, ella y sus otras amigas estaban en casa de Lauren.

La amiga de Lauren decía unas cosas graciosas y otras que me hacían sentir avergonzada.

Pero algo llamó mi atención, Lauren no estaba bien, escuche algo sobre un psicólogo, enseguida me sentí culpable, entonces entendí que la decisión que me había atormentado los últimos día, la que más odiaba, resultaba ser la correcta. Tal vez no para mi pero si para ella.

La Chica Del Tren - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora