No entendía lo que Camila me decía, tenía miedo de descubrirlo.
Después de lo que dijo se voltio y entró al callejón, unos minutos después salió como si nada.
Salío más tranquila, su rostro serio como siempre pero su mirada arrepentida.
"Lauren yo..." intento comenzar pero la pare antes de eso.
"No Camila" ella me tenía confundida, era hora de preguntar.
"No quiero que digas nada ahora, es mi turno de hablar, así que escucha y solo responde con la verdad" lentamente aceptó con un movimiento de cabeza.
"Pero hay cosas que no te puedo decir"
"He dicho que te calles, ahora déjame hablar a mi" no me gustaban tratarla tan hostilmente pero era necesario.
"Bien..."
Me senté en la acera y ella me siguió.
Como de costumbre no llevaba abrigo, así que le di el mío.
A ella no pareció importarle.
"Desde que te conozco, has sido todo un misterio y necesito que respondas a mis preguntas una por una"
Camila se quedó en silencio, tomé eso como un si.
"Lo primero es ¿Por qué siempre estás llorando?"
Ella agacho la cabeza y se cruzó de brazos.
"No siempre estoy llorando" se defendió.
"Camila..."
"Es por ti" contestó tan rápido que pensé que se había atragantado con su propia lengua.
"¿por mi?" ella me confundía mucho. "¿Por qué?"
"Eso no te lo puedo decir" desvió su vista hacia el frente.
Nos quedamos en silencio otra vez.
Los grillos cantaban y en el cielo las estrellas brillaban.
"¿Te ha gustado la rosa?" dijo en un suave susurro.
Eso me llevó a la siguiente pregunta.
"El otro día en la fiesta ¿Tu me seguiste?"
"lo hago porque eres especial" el frío empezaba a hacer estragos en mi cuerpo, y estando tan cerca de Camila se sentía aun más.
"¿Por qué?"
"No te lo puedo decir"
Ella evitaba verme a los ojos.
Así que me atreví a tomar su mano, estaba tan fría como el hielo, aún así no las quise separar.
Ella veía nuestras manos conectadas, abrió sus ojos sorprendida "¿Por qué haces eso?" levantó la vista por primera vez conectando nuestras miradas.
"No te lo puedo decir" le conteste de la misma forma en la que ella lo hacía.
Ella esbozó una pequeña sonrisa, esas que me encantaban.
Sus ojos eran perfectos, me sentía segura al verlos, tanto, que no quería dejar de hacerlo jamás.
Nuestros rostros estaban muy cerca, baje mi vista a sus labios. Sabía lo que quería hacer, pero me sentí atemorizada.
"Camila, lo que dijiste hace un rato, no entiendo..." ella alejó rápidamente nuestras ,manos, y nuestros rostros.
"No tienes que entenderlo, fue un error decirlo, no estaba pensando bien" su vista volvió a la nada.
"Pero, lo dijiste y tengo miedo de de eso" soltó un gran suspiro.
"No te puedo decir eso, fue un error, pero tranquila, yo lo arreglare" trato de levantarse.
No se podía ir aún tenía algunas dudas, como por que siempre estaba helada o lo del abrigo, o como había alejado al tipo del club o que le había pasado al hombre del callejón.
"No" me levante después de ella " aun tengo preguntas ¿
Por qué desapareciste y regresas así? hice referencia a sus variados golpes."Lo siento Lauren pero te aseguro que no puedo contestar a ninguna de ellas, menos a esa"
Se quito mi abrigo, y me lo puso, despues de eso se quedó con sus manos en mis hombros, me miraba a los ojos "Un lindo nombre para una linda chica" dijo cerca de mi rostro. Hablaba pero no sentía su aliento.
No quise preguntar, ella me iba a contestar con lo mismo.
"Lo siento" dijo al poco rato.
Eso era algo que también tenía que preguntar.
acarició mi cabello y pasó las yemas de sus dedos sobre mi mejilla, dejando una sensación de hormigueo por el frío.
Caminamos de regreso a la estación de trenes, nos sentamos a esperar, en esa parte los trenes pasaban un poco más tarde que en donde yo vivía.
Una de la madrugada.
Por suerte ese era el último, pasaría en cualquier momento.
"Me parecía gracioso, cuando me preguntaste lo de ser un fantasma" en ese momento empecé a ver las luces del tren. Estaba cerca.
"¿Por qué?" se acomodó mejor en su asiento y buscó mi mirada.
"Lauren ¿podrias decirme que es un fantasma para ti?" su pregunta me resultó rara pero decidí contestar.
"Bueno, un fantasma es alguien que ha muerto, más bien es como el espíritu de una persona muerta"
Ella volvió su atención al tren, se detuvo frente a nosotras.
"Eso es lo que me parecía gracioso"
Nos levantamos y caminamos hacía las puertas que se abrían.
Fruncí el ceño, yo no le encontraba nada divertido a eso.
"El caso es, que para ser un fantasma es necesario morir, y para morir es necesario estar vivo" asentí, era cierto, pero no entendía el punto de Camila.
Me subí y ella se quedó en la puerta, pensé que me iba a compañar "¿No vienes?"
Ella negó "Tengo algunas cosas que hacer" se encogió de hombros.
¿A la una de la madrugada? bueno decidí no preguntar más.
"Esta bien, adios Camila" me di la vuelta dispuesta a sentarme, pero ella me detuvo.
Sus dedos fríos y delgados, traspasaba la tela de mi abrigo.
Me voltio y subió la pequeña grada que nos separaba, me dío un beso en la mejilla.
"Adiós Lauren" ella bajó y se dio la vuelta.
Desapareciendo en la oscuridad, mientras las puertas se cerraban.
Averigua todos los secretos de Camila, aunque muriera en el intento.
....
Buenos días, hoy me ha dado por escribir en la mañana.
Eso y que no volveré a actualizar hasta el sábado o domingo, tengo que estudiar, asi queeee, hasta luego.
#PRAYFORLOSPAISESADONDENOIRANLASCHICASDETOUR.
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La Chica Del Tren - CAMREN
Hayran KurguLauren Jauregui es una estudiante universitaria, a veces tímida y poco social, todos los días toma el tren de media noche para regresar a casa, pero un día se encuentra con una chica extraña, siempre está llorando y su ropa se ve vieja. Esto pasa to...