Seis grandes amigos enfrentarán a la gran ciudad de New York tras sus pasos en una vida adulta.
Ryan, Amy, Trent, Hannah, Elijah y McKaley vivirán experiencias nuevas que lo formarán como personas, contándolas todas las noches en la terraza del edi...
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Ryan
Al fin sábado, un día de total relajación y olvidar todas las tensiones... Eso sería lo que diría si no fuese porque hoy recibiría mis calificaciones finales y mis hermanos no estuviesen con resaca dentro de horas.
Trent ha salido hace dos horas sin explicación alguna, aunque tampoco se lo pregunté, justo estaba ayudando a mi hermano que no se bañe en su vomito. Amy no me ha sido problema aún, pero lo malo en ella son los dolores de cabeza así que prefiero que siga durmiendo.
Estoy tan nervioso, el día del examen fue de esos en los que amaneces con "el pie derecho", creo que no le afectó tanto porque parecía seguro, pero últimamente ya no confío en mí mismo así que no sé qué esperar.
McK me avisó que vendría en minutos para ayudarme con mi hermano pero tal vez no encontró el labial perfecto para la ocasión.
Del aburrimiento y ansiedad decido ir a ver por mi hermana, aunque suene patético, me gusta verla dormir, que se relaje y no tenga que disimularlo. Hay algo que la atormenta, lo sé pero si ella no me lo contará por voluntad propia no soy quién para obligarla. Entre nosotros siempre hubo buena comunicación, nuestros padres eran tan irritables que no podía confiar sus problemas de adolescentes a mamá así que le abrí los brazos para que no se sienta tan abrumada por cosas que lamentablemente no lo puede evitar. El único motivo por el cual conseguimos huir de casa es gracias a nuestro abuelo, alguien que repudió a su hija por embarazarse fuera del matrimonio echándola de su vida, quien antes de morir sintió compasión y dejó toda su herencia en una cuenta bancaria que estuvo congelada hasta que cumplí dieciocho, ninguno de los tres lo conoció, así que no tengo la más mínima idea de dónde consiguió tanto dinero.
Al preferir dormida a mi hermana, me vuelvo a la sala con otros planes para matar el aburrimiento, también tuve mis crudas en el pasado y será mejor que mis hermanitos duerman bien para no tener tantas secuelas.
Tras mi pleito de anoche con mi progenitora, he empezado con una búsqueda de colegios para Ari, aunque será mejor opción tener alguna entrevista antes para sentirme seguro, no quiero que vaya a otro colegio donde lo discriminen por ser gay. Yo estoy orgulloso de él y no permitiré que nadie lo cambie.
Después de varios colegios a la vista ante sus rendimientos académicos, soy interrumpido por unos golpes en la puerta. Frunzo el ceño, aún es medio día y los únicos que molestan a cualquier hora son mis amigos quienes ya saben dónde está la llave de repuesto como para golpear. Dejo lo que estaba haciendo para que los golpes no molesten, me tomo mi tiempo para abrirla y en el momento en que abro, una figura morena estaba desde el otro lado. Sonrío sin dudarlo, ella igual y en cuestión de segundos ya estábamos hundidos en un fuerte abrazo.
—Dios Tessy, ¡que gusto verte! —la giro en el aire levemente provocando a que choque contra una puerta. Tess sólo ríe divertida.
—También me alegra verte Ry—. Planta un sonoro beso en mi mejilla para luego separarnos.
