Las semanas de espera en Hogwarts se hacían eternas, aún más cuando el baile de navidad se acercaba. Ese era el tema del día, en cualquier rincón del colegio había un nueva chica con pareja para baile, y otras no corrían con la misma suerte. Pero no para todos ese era el tema de relevancia. Draco y Hermione ahora parecían ser más felices desde su regreso. En los patrullajes, en las horas de clase incluso en sus tiempos libres su tiempo era dedicado a ellos. Aunque Draco supiera que la vida de Hermione estaba en riesgo.
Estaban a una semana del baile de navidad, en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. Hermione se aproximaba al gran comedor. Su día no podía ser mejor, tarde de chicas con sus antiguas compañeras de casa, por la mañana Hermione se encontró con Draco a la orilla del lago, y ahora se encaminaba al gran comedor para una Plácida comida con sus mejores amigos, Harry y Ron, su día lo calificó como perfecto, a no ser que el destino le haga una mala jugada.
Hermione caminaba con premura hacia la mesa de Gryffindor, cuando algo la hizo detenerse en seco.
Harry estaba peleando con Draco, empalideció y sin pensarlo ni un momento, se acercó para saber que era lo que pasaba. Cada paso que daba, la hacía partícipe a escuchar aquella escandalosa pelea.«Eres un mortifago»
Fue lo único audible que percibió Hermione. Su mirada se desvío hacia la de Draco quien la miro con desdén, Draco no sé contuvo más, desvío la mirada y se marchó del gran comedor con rapidez. Dejando a un Blaise y Theo sin la mas mínima idea de que era lo que pasaba.—¡¿Qué sucede Harry?!—pregunto Hermione.
—Ron y yo, sabemos que Draco es un mortifago—hablo Harry con la respiración entre cortada.
—¡¿De que diablos hablas Harry?!—pregunto Hermione sintiendo el miedo recorrer toda su garganta haciéndola temblar.—¡Draco, ¿un mortifago?—pregunto una vez más.
—Hermione piénsalo, falta a clase con regularidad, acaso lo has visto, mira como se a demacrado, sus padres son mortifago, que acaso no es obvio—reprochó Harry.
—Aún sigo sin creer que sea el, no crees que es demasiado que pienses eso Harry—pregunto Hermione respondiendo al sermón de harry. Le erizaba la piel en tan solo pensarlo, y solo había una manera de saberlo.
—¿Por que lo justificas?—pregunto Harry con el entregó fruncido al ver el comportamiento extraño de Hermione.
—¡No lo hago! Es solo que me parece absurdo—hablo Hermione saliendo de su ensimismamiento.—Y si no les molesta, me retiró.
Hermione se giró en sus talones y salió de aquel lugar, concentrándose únicamente en su próximo destino. Encontrar a Draco.
Su primera parada fue la torre de astronomía. Desganada y agitada, bajo de aquel lugar con premura. Su segunda parada fue el jardín y no se hallaba ahí. Y después a la distancia fijo su mirada en una silueta que en ningún lugar desconocería. Se aproximó a ella con rapidez, de hallaba a la orilla del lago negro, su favorita ahora gracias a él.
Cada ves que se acercaba, descendía la velocidad, hasta finalmente quedar frente a el.—¿Por qué te fuiste de esa manera?—pregunto Hermione con suavidad. Tratando de acercarse a él, pero en un gesto desaprobatorio se esquivó de Tú roce.
—Vete, quiero estar solo—respondió Draco con desgane, acompañado de un rostro serio.
—No voy a irme, hasta que me expliques qué pasa—reprochó Hermione con decisión.—O...¿es cierto lo que dice Harry?
Draco alzó la mirada, posando sus penetrantes ojos en los de Hermione.
—Dime que no crees la estupideces del cara rajada—pregunto Draco esperanzado en que se negara a creer, algo que era cierto.
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• SAY SOMETHING BEFORE I GO • DRAMIONE | EDICIÓN
FanfictionUna noche. Un baile de Navidad. Un mortifago. Una Gryffindor. Una amor que los entrelazo todo el curso. Terminará aquella noche. Los personajes de este Fanfic, pertenecen a J.K. Rowling. Una disculpa a mis lectores, pero ahora que son vacaciones te...