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Pov Morgana

Matt tomó al cuerpo de YoonGi por la cabeza y comenzó a mirarlo directo a los ojos con suma determinación. En cambio el demonio dentro del cuerpo de YoonGi sólo le escupía a la cara y comenzaba a decirle blasfemias y un sin fin de cosas.

Recordaba y repasaba cada parte de un exorcismo casero dentro de mi cabeza, si mal no recuerdo, lo primero que Matt tendría que hacer es lograr que él demonio dijera su nombre. Aunque ya sabíamos o mas bien, teníamos la sospecha de saber de quien se trataba.

-M, ayudame por favor.- suplicaba él demonio con la voz de YoonGi, muchas veces quise ceder, pero en cambio me contuve todo lo posible para evitarlo.- eres una maldita ¡perra!

Cada insulto que salían de sus ajenos labios, me hacían sentir un poco mal, sabía que no era realmente YoonGi, que él no podría pensar así de mí, pero escucharlo con su voz, me hacía sentir totalmente miserable, supongo que ese es el efecto de los demonios en los humanos.

-Dime quién eres demonio, revelanos tu identidad en nombre dios.- decía múltiples veces Matt colocando una pequeña cruz de madera en la frente del chico, parecía tener algún efecto, por que el cuerpo del chico comenzaba a convulsionarse, soltar maldiciones y muchas veces soltar quejidos de dolor.

-Se está resistiendo.- dijo Taehyung en mi oído, sus brazos rodeaban mi cintura a manera de un abrazo.

-¡SUELTALA MALDITO BASTARDO! ¡LA CHICA ES MIA! ¡SÓLO MIA!- aquellas palabras que salieron como una bomba me hicieron temblar como gelatina, salieron de Yoongi ¡pero santa mierda! No era él.

-En nombre de dios todo poderoso, ¡dinos tu nombre!- otro grito de dolor de parte del demonio.

-¡LA CHICA ES MIA!

-Tenemos un problema...-susurró Tae.

-¿De que hablas?

-No quiero asustarte mas...

-¡Pues ya lo has hecho grandísimo idiota! ¡ahora tienes que decirme!- le grite sin importarme el lío que se están armando a unos cuantos pasos de nosotros. Matt seguía batallando con nuestro problema principal.

-El demonio... Parece ser que se ah enamorado de tí.- Tae me miraba esperando alguna reacción. Lo único su sentí fue un horrible escalofrío en mi espalda.- quiere llevarte con él, y de alguna manera hacerte suya para después adueñarse del cuerpo de Suga.

-¿y quieres que no me asuste con eso? ¡no jodas!

-Tranquila, no te hará daño a menos que se lo permitamos, ya te dijimos millones de veces que saldremos de esto, entiendelo, es nuestra prueba final, vamos a tener éxito.

-¿Y si no es así?- en este momento contener las lágrimas y lamentos ya no era posible.

-Si no es así... Seguiremos intentando hasta hacerlo posible, lo prometo, pero no seamos negativos, no hay que darle poder sobre nostros.- besó gentilmente mi mejilla para tranquilizarle, al mirarlo, su rostro estaba levemente sonrojado.-no dejaré que te pase nada, si no lo hago Suga me arrancará la cabeza con sus propias manos.

-Es un mal comentario para esta situación.

-Lo sé... Ayudemos a Matt.

-¡ALEJATE DE MI ZORRA!- gritó una vez más provocando que la casa temblase y todos los jarrones, cuadros, fotografías, vasos, papeles, todo absolutamente todo, cayera directo al piso creando una catástrofe que seguramente se escucharía aún estando lejos de aquí.

-¡Dinos tu nombre demonio!- Matt estaba rojo por la fuerza invertida tratando de detener que él cuerpo del chico se soltara de los amarres. De su bolsillo sacó un pequeño frasco lleno de lo que pareciera ser agua coloreada de algún tono celeste, y así, sin verlo venir, comenzó a lanzarse al cuerpo de YoonGi.

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