Epílogo

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Morgana Pov

12 de Febrero, nada mas y nada menos que el día de mi cumpleaños. Nos encontrábamos en la casona festejando con una pequeña fiesta sorpresa que me habían preparado mis padres en conjunto con los señores Min.

Ya estaban ahí la gran mayoría de los seleccionados estrictamente para asistir en la celebración, entre ellos: Jimin, Taehyung, los señores Min, mis padres, Thomas y familiares mas allegados, pero en pocas palabras, los unicos amigos que invitaron fueron a ellos dos... Y YoonGi, que no habia llegado desde hace tres horas atrás, estaba comenzando a oscureser al igual que la preocupación que sentia.

-Te ves muy linda hoy.- dijo Tae con una sonrisa muy grande.

-Lo dices por que hoy es mi cumpleaños y me quieres hacer sentir mejor.- dije para después revolver sus cabellos.

-Tal vez está jugando contigo Morgana, no quiere hacerte sentir vieja.- llegó Jimin con tres vasos de soda en las manos para después entregarnolas.- pero la verdad es que si, luces linda, pero vieja.

-Tenemos la misma edad ahora  Jemen.- golpeé levemente su hombro.

-No ayudas en nada Park, como siempre.- dijo Tae.- pero creeme, luces linda.

Estaba usando un vestido negro de encaje, debajo de el lo cubría una tela brillante del mismo tono, tacones dorados y un tocado del mismo tono que alzaba toda mi maraña de rizos en una cola alta y un cinturon en mi cintura del mismo tono. Mamá se había esmerado mucho en el maquillaje, le quedó precioso y muy natural, un poco de color en las cejas, mascara de pestañas, rubor naranja, delineado fino y labios muy naturales.

-Gracías en ese caso.

Después de aquel día en que todo termino, las cosas han marchado bien, ya no mas sustos, no mas disgustos, sobre todo no mas ataques físicos, gracías a dios todo aquello había finalizado gracias a Matt. Pero si les soy sincera, aun me mantenía con la idea e inseguridad, ya que cada vez que escuchaba hasta el ruido mas insignificante entraba en estado de paranoia, de igual manera YoonGi, y con justa razón, a ambos nos había poseído un demonio, son marcas que creo no poder borrar.

Pero afortunadamente, Matt nos había mandado desde California un par de amuletos que nos serviría de protección a YoonGi y a mí, claro, los disfrazó de collares a juego, muy bonitos y de buen gusto por cierto. Cualquiera pensaria que es una amuleto lleno de plumas con cola de rata y un ojo de cristal incrustado, pero no, es todo lo contrario, ambos son de plata, con un pequeño dije colgado en él, el mio con una piedrita incrustada en color dorado, y el de YoonGi en color esmeralda, cuando se lo puso, dijo que estaba preciosa, y que tenía la misma tonalidad que la de mis ojos, comentario que me hizo sonrojar por cierto. Pero en fin, desde el día en que Tae nos las entregó, no nos las quitamos para nada, si era para nuestra protección y evitar cualquier otra desgracía estaba mas que bien, por ejemplo, la mia la traía puesta en este momento, seguramente YoonGi también.
Una vez Jimin soltó un comentario diciendo que eran collares de pareja, cosa que nos hizo ponernos nerviosos a ambos.

La verdad es que desde aquel día YoonGi se había vuelto más extraño conmigo, se pone nervioso al hablarme, cuando lo hace se límita a lo que quiere decirme y cuando estamos con los chicos usualmente está callado. Jimin quien es su mejor amigo desde niños, me dijo que no me preocupara, que aveces el pelinegro regresaba a su faceta de seriedad y cobardía... Realmente sigo sin entender por que cobardía, pero en fín, me dijo que no me preocupara así que no lo hize.

La casona después de aquel incidente quedó como si nada hubiera pasado. Ustedes creerán que todo quedó patas arriba, pero sorprendentemente no. No habían jarrones tirados, no habían vidrios rotos, cortinas desgarradas, nada absolutamente nada, cuando volvimos a entrar todo estaba como si nada, por un momento pensamos que era un sueño, pero las heridas físicas que teníamos nos hacian ver lo contrario. Pero si tuvimos que armar tremendo rollo para que nuestros padres no se dieran cuentan de los mayugones y raspones en brazos y piernas, también nuestras caras... Claro que fallamos en eso, ya que YoonGi tenía el rostro repleto de curitas y gasas, y cuando llegaron nos descubrieron con la farmacia extendida en el comedor.

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