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Taehyung no lograba parar su llanto mientras su madre lo abrazaba. La noticia le había afectado en demasía, a pesar de su corta edad podía entender a la perfección lo que aquello significaba.

-¿P-por q-qué mami? Y-yo no quiero alejarme de K-kookie.. - Lloraba nuevamente más fuerte que antes.

A su madre se le estrujo el corazón ante la angustia del pequeño, pero nada podía hacer, los tramites habían iniciado y la próxima semana estarían partiendo para Busan, a su nuevo hogar. 

-Lo se amor, lo se. Lo lamento tanto, pero debemos hacer esto por nuestra familia. Ademas, piensa que podrás ver a Jungkook en Navidad, año nuevo y en las vacaciones. No sera un adiós para siempre, trata de entender cielo. - Apretó el abrazo al rededor de su pequeño y lo consoló hasta que cayo dormido. Luego de dejarlo en su cama, arropado, bajo donde su esposo se encontraba empacando cosas.

-¿Cómo se encuentra? ¿Crees que se adapte? - Baekhyun tomó a su esposa por los hombros y luego la atrapo en un abrazo conteniendola. Sabia que todo esto era difícil, el también sentía el dolor de su familia, pero no quería demostrarlo, debía estar fuerte para ellos.

-Tae es un niño muy fuerte aunque no lo parezca, le tomara tiempo, pero se que podrá superarlo amor. 

-Tienes razón, confiemos en nuestro pequeño Taehyugnie. Ven, ayúdame con esto, cuanto antes terminemos de empacar, más rápido iremos a dormir. - Planto un suave beso en la frente de su esposa y se dispuso a seguir con la tarea.

Yoona y Baek tenían una relación tan amorosa y tierna como el primer día que se conocieron. Su amor había iniciado en la secundaria y floreció conforme fueron creciendo. Siempre se mostraban apoyo incondicional y el fruto de su amor habia sido el pequeño y adorable Taehyung. Lamentablemente Yoona no podía tener más hijos, pero eso no les afectaba, tenían mas que suficiente con su pequeño niño.

Los últimos años se habían mostrado duros para la familia, Baekhyun había perdido su anterior empleo y ahora se encontraba trabajando para una pequeña empresa, donde solo obtenía la mitad de los ingresos que solían tener. Es por ese motivo que la castaña se vio en la necesidad de conseguir un nuevo empleo.

Habia luchado con uñas y dientes aquel puesto, y el haberlo conseguido con la condición de mudarse de la ciudad, no fue la mejor de las noticias, pero era la única forma que tenían para volver a estar bien. A su vez, luego de la noticia, Baek comenzó a buscar un empleo en Busan, con la suerte de que estaban precisando de sus capacidades en una empresa que pagaba mucho más que en la que se encontraba en estos momentos. Todos los factores estaban a su favor para que se marcharan, todos excepto el corazón roto de su pequeño hijo. 

Pero estaban seguros que harían todo lo posible para que su lindo Taehyung no sufriera tanto en el proceso. 

...

-T-Tae, prométeme que me llamaras siempre - Un acongojado pelinegro sostenía por los hombros a su pequeño primo, mientras este lloraba sin poder detener su llanto. 

-L-Lo haré K-kookie Hyung, lo prometo, solo no te olvides de mi y ven a v-visitarme - El castaño abrazo por la cintura a su primo (debido a la diferencia de altura) mientras el mayor lo abrazaba por encima de los hombros. 

- Jamás, pero jamás me olvidaría de ti Tae, eres todo lo que tengo y siempre será así pequeño, iré a visitarte sin duda. 

El pelinegro plantó un beso sobre la cabeza del más pequeño, mientras limpiaba con sus manitas las lagrimas que caían de tan bello rostro. Luego de esa profunda conversación, Jungkook trato de distraer a su menor con diversos juegos y sacando alguna que otra sonrisa por parte de este. 

Esa tarde aprovecharon para jugar todos los juegos posibles dentro de la casa del mayor, y al momento de despedirse fue cuando las lagrimas y los llantos asaltaron nuevamente el lugar. Las hermanas se miraron con algo de dolor, por tener que separar a los niños, y cortar ese hermoso lazo de amor que tenían.

Se acababan las jornadas de juegos 3 veces por semana y hasta los fines de semana enteros que pasaban juntos. Se acababan los cumpleaños, las siestas, las aventuras, las excursiones.

De ahora en más tendrían que conformarse con verse mediante una pantalla, por vídeo llamada y las visitas cuando sean posibles. 

Con todo el dolor en su alma Yoona tomó a Tae en brazos mientras lo alejaba de Jungkook, llorando y gritando por arrebatarle a su querido primo. Por su parte el pelinegro se aferro a la pierna de su madre y lloro en silencio hasta que vio el auto de su tía alejarse por la calle. 

Fue así como dos corazones pequeños, que latían como uno solo, fueron separados. Y donde el destino fue el único culpable de aquella separación. 

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Pobres Tae y Kookie :(
¿Qué les parece el curso de la historia?

Gracias por leer.

Jac

I need U (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora