KL-03

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Al despertar solo me estire sobre mi cama y comencé hacer mi rutina diaria, alistarme para ir a clases. Fue todo rápido, digamos que me desperté  algo tarde.

Tomo mis audífonos y comienzo a buscar mi teléfono en el bolso.

—¿ Te llevo?

—¿Estas acosándome?— Veo la ventanilla del auto de uno de los chicos.

— No realmente, yo vengo de mi casa y te acabo de ver.— Toma un cigarrillo y lo lleva a su boca ya encendido.— Si no te vienes conmigo.—Chequea la hora en su reloj.— Llegaras tarde.

— Me iré contigo pero no quiero que fumes conmigo en el auto.

Yo me subo y el baja a terminar su cigarrillo.

—¿ Que estoy haciendo?— Me digo a mi misma y observo al chico de espalda. Ni se su nombre.—Se preguntarán donde esta mi auto, pues la misma pregunta me hice yo al ver solo el auto de mi madrina en el garage y no el mio. Si, el suyo se dañó y se llevó el mio.

Acelera a toda velocidad y comienzo a tenerle miedo, solo yo me voy con un desconocido.

— Por favor baja la velocidad.—Pido pero me ignora.—Esta en rojo.—Me refiero al semáforo.

— A la mierda las leyes de transito.

Gracias al cielo llegamos vivos, tomo mi mochila y bajo.

— Estas loco.— Lo observo molesta.

— De nada.— Ríe.— Espera que vamos a la misma clase.

— ¿ Es en serio?

— Si.— Sonríe.

Abro la puerta y todos posan sus miradas en nosotros.

— Buenos días profesor Torner.

— Señorita Morgan.— Se asombra.—¿ Por que tarde y con el joven Donnett?— Lo mira fijamente de pies a cabeza.

— Olvide mi teléfono y ni devolviendome a buscarlo iba llegar a tiempo, mi auto se dañó y...— Suspiro.- Perdone la tardanza.

— Solo tome asiento.

No fue nada de el otro mundo en clases, estaba en mi ultimo año de secundaria y parece que todo lo que veía ya era repetido de mis años pasados. La campana suena pero el señor Torner pide que me quede.

— Señorita Morgan, usted es muy inteligente como para estar con un joven como Donnett.

— Solo fue una ayuda. Ni se su nombre.

— Se llama Logan.

Abro la puerta y esta " Logan".

—¿ Que dice el viejo?

— Que soy mucho para ti.

— Que idiota.— Murmura.—¿ Que harás después de clases?

— Estudiar.

L—¿ Quieres ir por unas hamburguesas?. Vamos, tantas clases aburre.

— Pasa por mi a las 09:00 pm.

Veo como desparece y yo emprendo camino a la cafetería.

[...]

Me remuevo inquieta mirando el reloj a cada rato para que mi amiga le de la loquera y se vaya.

— Kendall no lo tomes a mal, pero necesito que te vayas.

—¿ Por que?

— No puedo decirte.

Logan.[ En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora