After death TaeGi BTS

IV

— ¿Eres Agust D? — Tae no cabía en la sorpresa.

Yoongi sonrió taimado y miró a Nam, quien fingía no prestar atención.

— Estoy en Daegu para cuidar a mi abuelo, está un poco enfermo. — Se encogió de hombros. — La semana próxima me mudaré a su departamento, por que pagar hotel es muy caro.

Tae se recargó en el respaldo del Sofá.

— Seremos vecinos. — Dijo. — Espera ¿Cuál es el nombre de tu abuelo?

Nam posó la vista en su compañero, desconcertado, esperando que el muchacho no hiciera lo que creía que estaba por hacer. Intentó detenerlo con la mirada, sin embargo, Tae lo ignoró por completo.

— Min YoonSuk. — Respondió. — ¿Por qué?

Tae se puso de pie y se acercó a su sacó negro para revisar el nombre de sus próximas víctimas. También miró en el de Nam.

El par estaba encargado de aquella área en Daegu, por lo que sí su abuelo estaba por morir, seguramente lo sabrían.

Suspiró aliviado, al darse cuenta de que el nombre del anciano no figuraba en la lista, aún. Estaba preocupado por hacer sufrir a su nuevo amigo.

— Por nada, hyung. Es que no lo conocía. — Dijo el chico, regresando a su lugar en la sala.

Yoongi asintió.

— Es muy buena persona. Sus amigos también son divertidos. Bueno... eran amigos de su hermano menor, pero murió joven. Así que la adversidad los unió supongo.

— ¿Murió joven? Vaya... Es triste ¿A qué edad?

— A los 24 años. Su historia es un poco más que trágica. Estuvo encarcelado un tiempo y se enamoró de un chico, pero el chico fue sentenciado a muerte. No soportó la depresión, pese a que lo intentó. Así que se suicidó. Mi nombre es en honor al suyo. Min Yoongi. Dicen que somos idénticos.

Tae formó una O con sus labios y asintió. En realidad, el chico no supo cómo reaccionar, no le era posible sentir dolor. Aunque al decir verdad, la historia si era demasiado triste.

Nam suspiró y se puso de pie.

— Tengo que trabajar. — Dijo y caminó hasta el perchero en donde se encontraba su sombrero y su gabardina. Era consciente de que no podía ser visto por Yoongi de ninguna forma. — Fue un gusto conocerte y lamento mucho la historia del hermano de tu abuelo. Hasta luego.

Tae asintió, mientras Yoongi le sonreía al chico que acababa de salir por la puerta.

Yoongi lo miró de repente sin decir nada. Tae sintió un cumulo de sentimientos albergar su interior. Se tocó el pecho por impulso, últimamente estar con Yoongi le provocaban mil reacciones que, por supuesto se tenía que tragar, porque no las entendía.

— ¿Hay algo que quieras hacer? — Tae se aclaró la garganta y miró su reloj, al parecer aún no había sido llamado para reanudar el trabajo. 

— En realidad, quería invitarte a salir. — Dijo. — Hace mucho que no caminó por la ciudad. Pesé a que estoy cuidando a mi abuelo, continuó trabajando y es un tanto agotador.

Tae se puso de pie y esbozó una adorable sonrisa.

— Quiero un pastel de queso ¿Vamos a la cafetería de siempre?

Yoongi imitó el gesto y asintió.

— Me parece una estupenda idea.

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