A la mañana siguiente ningún despertador sonó. Era domingo y todo el mundo tenía aquel día de descanso.
En el apartamento del famoso empresario Sasuke Uchiha no se escuchaba nada excepto las profundas y acompasadas respiraciones dormidas de tres personas.
Los rayos del sol entraban en la habitación, inundándola de una luz cálida.
Un pequeño bebé se removía inquieto, desperezándose y estirando su pequeño cuerpecito, entre otras dos personas que seguían durmiendo ajenas a la actividad que había a su lado.
El pequeño se llevó sus manitas regordetas a sus ojos avellana, refregándolas contras ellos en un intento de despejarse. Cuando consiguió abrirlos, bostezó y se quedó tumbado hasta que se despejó del todo. Entonces, estiró los pequeños brazos hacia adelante impulsándose para quedar sentado en el colchón. Se puso a gatas encima de la cama y le permitió ver las piernas de sus acompañantes. Las miró con cara curiosa hasta que escuchó un suspiro detrás de él. Se dio la vuelta gateando por el colchón y entonces pudo ver sus caras.
Los dos estaban echados sobre un costado, dormían de lado al sitio donde había dormido Shouta. El chico se movió un poco, acomodándose al sentir que tenía un poco más de espacio; la chica volvió a suspirar igual que antes. Sus dos caras estaban tan cerca que parecían que se estaban mirando si no fuera porque estaban dormidos.
Shouta, contento al encontrar algo divertido con lo que entretenerse, se sentó sobre sus piernas, quedando las manos libres para aplaudir mientras reía alegremente. Luego, volvió a gatear sonriente, hasta que quedó entremedio de las dos caras. Se las quedó mirando, alternando su mirada de una a otra. Parecía como si estuviera decidiendo con quién jugaría primero. Cuando su traviesa mirada se volvió a posar en Sakura, parecía que ya se había decidido.
Se giró hacia ella y se dejó caer sobre su culito y luego se impulsó hacia delate arrastrando los talones. Tenía la cara dormida de Sakura justo en frente de la suya. La miró con la cabeza ligeramente inclinada y después sonrió. Puso una de sus manitas en la mejilla de Sakura y cerró y abrió la mano, sintiendo la suave piel que tocaba. Siguió investigando la cara de Sakura, tocando sus labios, sus ojos, el pelo, las orejas... Hasta que llegó a la nariz. Ya se había cansado de seguir mirando y se notaba que se estaba aburriendo. Entonces, comenzó a meterle los deditos por los orficios de la nariz hasta que un quejido y un movimiento brusco de Sakura le obligaron a parar de hacerlo. Shouta frunció en entrecejo y sus mejillas se volvieron rojas de la frustración que sentía. Entonces, se cogió una rabieta y empezó a pegarle tortazos en la cara y a tirarle del pelo.
Sakura se despertó de inmediato y tuvo que cogerlo para que se tranquilizase y dejase de pegarle.
-¡Hey, hey! Peque, ya, ya... Shhhh –dijo abrazándole. Luego, lo separó un poco de ella y lo sentó entre sus piernas. Le miró tiernamente- Siento no haberte hecho caso, lo siento, ¿vale? –dijo mientras le acariciaba con un dedo la nariz chata. Shouta le sonrió como sólo un bebé sabía hacer.
Sakura se mordió el labio inferior para no perder el control y achucharlo como un peluche. Pero no se pudo contener y lo volvió a abrazar. Se le estuvieron a punto de salir las lágrimas cuando sintió los brazos regordetes de Shouta rodearle el cuello. Era algo tan maravilloso...
Entonces, cuando volvió a abrir los ojos se encontró con algo que no se esperaba: Sasuke. Se quedó tan sorprendida que tuvo que dejar otra vez a Shouta entre sus piernas.
Ahí estaba, durmiendo como si nada en su cama. Estaba tan perfecto como siempre, incluso mucho mejor: parecía relajado y cómodo y eso hacía que se le viera mucho más amable.
No es que le molestara que hubiera dormido con ella... bueno, con Shouta y con ella. Pero aun así le ponía nerviosa haber pasado la noche junto a él sin que lo hubiera sabido. Suspiró nerviosa por la situación y miró hacia abajo, donde se encontraba Shouta jugando con los dedos de los pies de Sakura. Sonrió distraídamente y le dio un beso en su pelo anaranjado. Después le susurró en la oreja:
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FANFIC - SASUSAKU - ¡UN PROBLEMÓN MUY LLORÓN!
Fanfiction2 personas que se odian + un bebé llorón = Un problemón muy llorón. Esa es la situación de Sasuke y Sakura, dos jóvenes enfrentados por sus diferencias. Sakura Haruno, una chica de 25 años que vive en la ciudad de Osaka en Japón, es transferida a la...