Descubriendo la verdad

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Narra Anais


Luego de que Jayden me llamara no sé que me paso, no recuerdo muy las cosas. Solo recuerdo que tuve una pelea con Jayden el muy cretino me trato mal, lo deje en el medio de la nada. Después quede estancada en una especie de lodo y me quede dormida. Ahora no sé donde mierda estoy, solo sé que estoy atada se me es casi imposible moverme. Me duele cuando trato de safarme, me lastima, la soga que utilizaron es pajosa y si se hace mucha fricción quema.

Trato de ver hacia los lados pero es pura oscuridad solo un rayito de luz lográ entrar por el techo, no se escucha nada. Mi garganta está seca, la cabeza me da vueltas como si hubiera tomado alcohol toda la noche anterior. Me empiezo asustar al sentir que no estoy sola. Puedo presentir que alguien me observa de una manera que digamos no es nada buena.

- Hahud jaskfoja anke- trato de hablar pero nada, muevo la lengua para mover la tela que está cubriendo mi boca, sabe a carajo. Parace que recorrio todo el piso de un baño publico, tiene un sabor raro, desagradable. Luego de mucho tratar logro quitarme la puta benda, puedo respirar con más facilidad, un olor peculiar me llega pero lo ignoro.

- ¿Hay alguien aquí?- pregunto creyendo que hay alguien cerca- hoooolaaaa

Nadie responde trato de moverme pero nada, tengo que salir de aquí, me está dando miedo. No sé ni como no he perdido el control. Muevo mis manos con una velocidad extrema, a la mierda que duela tengo que salir de aquí ya me desespere. Siento como la sangre va bajando a chorros y me retuerzo del dolor, si un golpee en el dedo pequeño del pie duele como el diantre imagina pelearse las muñecas para lograr salir de un lugar que ni puta idea donde es.

Ni siquiera sé porque mierda estoy aquí, ni quien me trajo. Cuando logro sacar una mano desato el resto del cuerpo y me levanto como puedo, me siento mareada. La cabeza la siento pesada, cierro y abro los ojos muchas veces aunque de todos modos se ve oscuridad trato de no estar mareada.

Camino  hasta llegar a la pared y para mi suerte llego a la puerta pero no es la salida. Estoy en un edificio y acabo de salir de un cuarto, enciendo la luz y veo que es como un armario para guardar herramientas. Miro bien y veo que lo que tenían planeado para mi no era nada agradable tomo un cuchillo con un filo como el de carnicero. Con mucho cuidado y silencio voy saliendo del lugar. No reconozco nada, no sé hacia donde voy pero lo que sí sé es que quiero salir de aquí lo más pronto posible. El lugar no está abandonado pero le hacen falta más cuidados, en especial en iluminación y en ventilación.

Veo que no hay nadie en los pasillos y me aventuro a encontrar la salida siento los pasos de alguien a mis espaldas. Salgo disparada lejos de allí, los pasos me siguen y mi poca cordura se va a la mierda. Estoy muerta, me paro en el borde para doblar por un pasillo y espero a escuchar los pasos detrás de mi. Me tendré que enfrentar, respiro profundo y justo cuando los pasos están demasiado cerca tomo el cuchillo filoso y trato de atacar pero la persona es más rápida y me lo quita, no se ven las caras solo se ven que son fuertes.

- La niña quiere escapar- dice uno de los hombres, su voz se escucha raspada y muy aspera

- El jefe nos mata si te perdemos de vista- me dice el otro acercando su mano asquerosa a mi rostro, sin pensarlo le tomo la mano y se la muerdo. Su respuesta fue golpearme, darme una bofetada con todas sus fuerzas. Mi instinto me hace tocarme el lugar donde me ha pegado, no sé como le hice pero en menos de tres segundos ya estaba golpenado al maldito que me pego. Suelto los golpes como una bestia, tengo coraje encima. Veo como empieza a salir la sangre de su mascara y aún así sigo golpeandolo. Hasta que siento que el otro me toma del cabello y me empuja contra la pared y luego de eso siento un pequeño dolor de como si te estuvieran poniendo las vacunas. Miro la mano del hombre y me estaba inyectando algo, tomo lo poco que queda del liquido y se lo espeto. Con la vista borrosa y 20 mil mareos trato de salir del lugar pero se me hace imposible. El cuerpo me pesa y la dificultad para ver es increíble peor que una borrachera.

A lo lejos escucho unos disparos y mi instinto fue taparme la boca, la muerte está cerca. Me tengo que esconder o si no me daré por muerta. Trato de caminar a un paso rápido aunque sé que no es así. Esfuerzo la vista para poder ver por donde mierda me estoy metiendo. Nada me parecer familiar. Siento una mano a mi espalda y luego me tapan la boca, empiezo a moverme como loca tratando de safarme, no quiero morir y menos estar atada.

- Ya...Anais soy yo- dice la voz que reconozco en un instante.

- Hay que irnos Jayden- le dice la otra voz que supongo que es Oliver

- Si... creo que está drogada- le responde y yo solo trato de mantenerme despierta, los ojos me pesan,mi cuerpo ya casi no reacciona y ni hablar de mi lengua. No siento un 60% parte de mi cuerpo, respiro de milagro.

Siento como mis pies dejan el suelo y las manos de Jayden me cargan hasta donde creo que es la salida. De la nada el sonido de un disparo hace que caiga al suelo, no siento dolor no siento nada. Mis manos sienten en el suelo un charco de sangre pero no es mío, hago el esfuerzo de buscar de donde es la sangre y me encuentro con la imagen borrosa de que Jayden está desangrandose. No puedo verlo muy bien pues alguien me toma del cabello y me hace levantarme.

- Es tu turno Anais- dice la persona que me tomo del pelo, mis lagrimas salen sin pensarlo, no puedo creerlo, esto debe ser una confusión. No es lo que creo que es, me safo por unos segundos para ver si mis sospechas son correctas y para mi mala suerte, estoy en lo correcto. Esto es una mierda, vuelvo a darle una mirada a Jayden antes de que mi cuerpo se haya ido en blanco, la imagen no sale de mi cabeza. Mi pregunta es simple ¿Por qué yo?

La chica rara me protege (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora