Capítulo 7.

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He quedado con Selena para ir al centro comercial y comprar ropa para la fiesta de Kevin. A mí no me hace falta, tengo el armario lleno de ropa. Mi madre siempre me compra un montón de prendas cada semana, aunque la mitad no me la llego a poner. La mayoría de cosas que no uso se las suelo dar a Selena. Podría utilizar algo mío, pero mi mejor amiga prefiere salir de compras. Al parecer, quiere lencería. Para ella, que Kevin la haya invitado a su fiesta, es lo mejor que le ha ocurrido. Lleva enamorada de él desde que la conozco. De todas formas, como conozco a los amigos de Matt, tengo miedo de que Kevin le haga daño. No me gustaría verla sufrir por un chico, y menos si es uno de los estúpidos amigos de Matt.

Con respeto a Matt, no lo volví a ver después del beso en la cocina. Mejor, no tendría que lidiar de nuevo con él. Que me volviera a besar fue un completo error. Está mal, sobre todo a ojos de los demás; nos consideran familia, aunque no compartamos sangre. Sin embargo, no comprendo el sentimiento que tuve mientras me besaba, como si me llenase más que con los chicos que estuve. La mezcla entre el tabaco y la menta, me dejaron un buen sabor de boca. Curioso, ya que yo odio el tabaco.

Paso mis dedos por los labios de forma inconsciente, mientras pienso en el beso de esta mañana con Matt.

—¿Brook? —Selena me llama.

—¿Hmm? —Miro a mi mejor amiga sin quitar los dedos de mis labios.

—¿Me estás escuchando? —Mira mis manos y frunce el ceño—. ¿Qué haces?

—¿Qué? —Selena ladea la cabeza y señala mis manos, las cuales aparto de la boca—. Esto... yo...

—¿En qué pensabas? —Alza una ceja.

De pronto, me quedo en silencio. Estoy acorralada entre su mirada y su pregunta. «¿En qué pensaba? En el beso que me di con mi hermanastro en la cocina, poco después de que te fueras».

—En nada —digo con la esperanza de finalizar esta incómoda conversación.

Selena no parece muy convencida por mi respuesta. La sonrío y señalo la tienda de Women'secret, situada al final del pasillo del centro comercial.

Selena dirige la mirada a la tienda, y su cara cambia por completo. Sin decir nada, me coge de la mano y me arrastra por el centro comercial. La gente nos mira extraño por correr de esta manera. ¡No me extraña!

Entramos en la tienda. Selena empieza a buscar la ropa interior más sexy que hay en la tienda. Al principio, parece que le encanta una braguita de encaje negro con sujetador a juego, pero luego encuentra otro de color rojo que le parece incluso más sexy y se decanta por ese. Me mira sonriente y comenta que es perfecto para la fiesta de mañana.

La acompaño hasta la caja para pagar el conjunto. Mientras mi mejor amiga habla con la dependienta, miro a través de la ventana. No puedo creer qué ven mis ojos. Al otro lado de la tienda, Kevin, Matt y Samuel están tomando algo en el bar que hay justo enfrente. Me quedo quieta sin apartar la mirada de ellos, o más bien, de Matt. De todas las personas con las que encontrarme, ¿tenían que ser ellos?

—¿Ocurre algo? —pregunta mi mejor amiga.

—Los chicos están al otro lado. —Quiero sonar tranquila para que Selena no sospeche que estoy nerviosa.

—¿Cómo? —Selena mira a través de la ventana y se le agrandan los ojos—. ¿Cómo salimos de aquí?

—Pues por la puerta. —Me encojo de hombros.

—¿Estás loca? Kevin podría verme y pensar que he comprado ropa interior para mañana.

—Eso es exactamente a lo que hemos venido —le recuerdo.

—Por favor, tápame cuando salgamos.

—¿Que te tape? —La miro perpleja.

¿Y qué pasa conmigo? Yo tampoco quiero que me vean, y menos encontrarme con Matt.

Selena me coge del brazo y tira de mí con la cabeza agachada. Hago lo mismo y actúo como si no hubiera visto a ninguno de los tres. Parece que todo sale bien, ya que conseguimos girar a la derecha y meternos por otro pasillo de tiendas.

Las dos respiramos hondo. Entonces, la voz de quien menos esperaba, nos hace girar a las dos.

—Vaya, vaya... Pero ¿a quién tenemos aquí?

Nicole está con los brazos cruzados y nos mira con superioridad desde su posición.

¿En serio? El día me quiere tomar el pelo.

—Nicole, ¿qué quieres? —pregunto con la voz cansada.

—Nada. —Es lo único que dice. Selena y yo nos miramos con el ceño fruncido—. Os he visto salir de la tienda, igual que los chicos. —Mi corazón se para, ¡Matt me ha visto salir de esa tienda!—. Solo he venido a advertirte a ti, Brooklyn. Después de saber que has besado a mi novio, no me queda otra.

¿Matt se lo ha contado? ¿Le ha contado el beso de esta mañana en la cocina? El corazón se me encoge en el pecho, y sin entender muy bien el motivo, las ganas de llorar me vienen de golpe. Noto un nudo en la garganta, pero intento no llorar delante de ella.

Nicole se acerca para quedar a mi altura, y se inclina para susurrarme en el oído.

—Créeme, niñata, te estás equivocando de persona. Es mejor que te mantengas lo más lejos posible de Matt, o seré yo misma quien se encargue de hundirte la vida, tanto a ti como a tu madre. —Se endereza y me mira a los ojos—. ¿Te ha quedado claro?

Selena me mira con preocupación. No obstante, veo que los chicos se acercan por encima del hombro de Nicole. Matt cruza una mirada conmigo.

—Nicole. —Matt la llama.

Esta me sonríe y se gira para mirar a mi hermanastro.

—Matt, ¡cariño!

Ella abraza a Matt y este corresponde el abrazo sin apartar su mirada de la mía. Aparto mi mirada y me muerdo el labio inferior para contener las ganas de llorar delante de él... por algo que ni yo misma entiendo.

—Gómez, ¿estas bien? —La voz de Matt hace que vuelva mi vista a él.

Asiento con la cabeza nada convencida, pero, el simple hecho de mostrar ese pequeño gesto hacia Matt, sorprende a todos los presentes; incluido a él. Supongo que esperaban que discutiéramos por alguna tontería. En cambio, me doy media vuelta y camino hasta la salida del centro comercial con Selena detrás de mí.

Matt Cowin: Enamorándome de lo prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora