Kenya [s.m]

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KENYA

Mi estilo nunca ha sido salir de fiesta, siempre me dejan sola y me pongo incómoda. No sé siquiera porque acepté, Shawn no es una gran compañía y los invitados ni en un millón de años me hablarían.

Soy una tonta.

—¿No crees que...—

—Claro, Ann; en un rato vengo Kenya—de seguro van a coger.

No me molesta en lo absoluto, pero me desespera verle la cara a Anna.

Y pensar que en unos meses estaré en los mismo pasillos que todos los presentes, me hubiera quedado en el hospital.

—Hola—¿por qué un niño me está hablando?

—¿Hola? ¿Te conozco?

—¿Sabes qué es Vine?—asiento algo confundida—. Hago o bueno hacemos Vines, soy algo conocido ahí.

—¿En serio? No tenía idea, ¿cuál es tu nombre?

—Hayes, y tú debes ser Kenya—me da la mano y yo la estrecho.

Creo que no es totalmente un niño, ha de tener quince o dieciséis años, su voz está llena de gallos.

—¿Sabes dónde está Shawn? Es decir, ¿conoces a Shawn Mendes, no?

—Sí—lamentablemente—. Pero subió a una chica a la habitación así que ya sabrás.

—Oh, claro.

—¿Quieres que le diga algo o para qué lo necesitabas?

—Yo directamente no lo busco, mi hermano lo hace pero me mandó a mi. ¿Podrías venir conmigo para decirle dónde está Shawn? No me creería si le digo, me mandaría a buscarlo de nuevo.

—Claro.

Y ahí vamos, pasando entre toda la gente. Me parece algo tan estúpido estarle celebrando dieciocho años a Liliann, o sea, ¿por qué mejor no se fue de antro con sus amigas? Ya es legal.

—Nash, no lo encontré pero...—

—Ve a buscarlo bien, recuerda la colaboración—dice el tal Nash, mirándole el culo a las chicas.

—Se fue a coger con una zorra, no está disponible—levanto la voz y atraigo su atención.

¡Diablos! Sus ojos son azules, muy azules.

—¿Y tú eres?

—Una de sus conocidas, mucho gusto.

Él sonríe, para luego tratar de articular algo más pero la voz inolvidable de Jane inunda nuestros oídos.

"Ésta noche queremos reconocer a nuestra gran amiga, Liliann. Ella es tan..."

—Zorra—digo por lo bajo y logro sacar una risa por parte de ojos azules.

Pasa el aburrido discurso de Jane hacia la Liliann, hasta que ella (la festejada) toma el micrófono.

—Primero que nada quiero agradecer a todos mis amigos que hicieron posible esto, no saben cuánto los amo; segundo, háganme el favor de que la gente que no fue invitada por mi o por mi grupo, sálganse de la fiesta—vaya qué directa, tal vez debería irme. No sé si Shawn es de su grupo—. Kenya, tú vete. Nadie te quiere aquí.

¿¡Qué diablos!?

Todas las miradas en mí, qué extraño.

—¿Le hablo a los de seguridad? ¡Muévete!

—Yo me puedo ir sola.

Levanto la mirada y me encuentro con Shawn en el balcón, algo desaliñado. Mi mirada no conecta con él y lo agradezco.

Salgo de la casa, obteniendo unas cuantas miradas de los que están esperando a entrar. ¿En serio? ¿Esperando un lugar? Ni que fuera famosa la tipa.

—¡Kenya!