Kenya [s.m]

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9 Agosto 2014

En ésta decisión nadie influyó en mí, desde hace tiempo tenía la idea de hacerlo pero nunca me atreví. Finalmente me he dado cuenta que nada de lo que hago me hace feliz, y lo que me hizo feliz no puedo tenerlo. No veo el sentido de seguir si me siento sola.

Dicen que las cosas mejorarán pero ¿cuándo? Sólo empeoran para mí, las personas que me querían me han reemplazado y no las culpo, yo tampoco querría convivir conmigo a diario o de vez en cuando.

Aguanté ciertas cosas pero ahora estoy cansada.

Felicito a las personas que deseaban que muriera, a las que día tras día me hacían la vida miserable, pero como dije al principio: nadie influyó en ésta decisión. Lo hice por mí, yo ya no encontré un motivo para quedarme.

Pero para las casi inexistentes personas que me querían, quiero decirles que gracias y lamento si les estoy provocando tristeza.

Abuelitos: nunca se culpen de muerte, ustedes fueron mi fuerza para atravesar los problemas. Los amo demasiado.

Ingrid: me dolió que hayas negociado con un grupo de chicos para que se juntaran conmigo pero supongo que tú intención nunca fue mala, te agradezco todo. Te quiero.

Para algunas páginas en redes sociales que me apoyaban: no se entristezcan, ya tienen más tiempo para apoyar a mejores personas que yo. Siempre me sacaron una sonrisa con sus lindas publicaciones y comentarios. Son geniales y los amo.

Nash Grier: no te conocí lo suficiente pero quiero creer que tú no fuiste falso conmigo, y hasta mi último suspiro estoy apreciando lo bueno que has sido conmigo. Te mereces lo mejor, y bueno: "te mereces a alguien que te ame con cada latido de su corazón". Lamentablemente no puedo ser yo, te quiero mucho, Nash.

Y por último, eres tú Shawn Mendes: sé que tú no me quieres y desearía que lo hicieras, lamento todos los tragos amargos que te hice pasar. Y te perdono por todo lo que me llegaste a hacer, quiero creer que nunca fue tu intención. Y aunque no te mereces lo mejor, espero que lo obtengas. Eres talentoso y llegarás alto, ojalá no me olvides. Te amo, Shawn.

–Kenya.

Shawn leía y releía aquella carta arrugada mientras lágrimas caían enfrente de la tumba de la chica.

Apenas habían pasado unos días desde aquel trágico acontecimiento y Shawn seguía sin creer que Kenya ya no estaba más.

Le dolía que en definitiva ya no hubiera una oportunidad con ella, porque en todas las que tuvo, no las supo aprovechar. Y ahora era demasiado tarde.

—Fui un cobarde. Era claro que tú cumplías con todo lo que yo podía desear pero el maldito miedo crecía en mí, "¿qué tal si te das cuenta que no soy lo que esperabas?" Ó "¿y si no soy lo suficiente para ti?" Tantas preguntas me atormentaban y decidí desecharte—sollozaba el chico.

Él sabía que nunca se podría topar con una chica como lo era Kenya, porque ella era fuerte, no perdía su esencia a pesar de que le jugaban múltiples veces.

—Ahora ya no podré disculparme y decidirme a tomar esa responsabilidad de pedirte ser mi novia, de juguetear contigo, de envolverme con tus dulces labios. No te veré vestida con la toga y el birrete para la graduación, ni te veré emocionándote por tu primer empleo y mucho menos escucharte decir que aceptas ser mi compañera de vida; ¿por qué? ¡por el maldito miedo que tuve al ver a la chica perfecta!

Estaba sufriendo, eso era claro pero en ésta vida todo se paga tarde o temprano. Y éste era el pago de Shawn Mendes, haber dejado ir para siempre a Kenya.

Él sabía qué tan valiosa era, por eso se sentía tan mal.