⛓️. 04

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¡EDDIE AND THE HANGOVER!

-¡Eddie, ya levántate!- Sonia gritaba desde la cocina

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-¡Eddie, ya levántate!- Sonia gritaba desde la cocina.

Eddie abrió los ojos con pesadez, su cabeza dolía y sentía que el cerebro le iba a estallar, tenía un sabor ácido en la garganta, como si hubiese vomitado, aunque no recordaba haberlo hecho, en realidad no recordaba nada, tenía pequeños flashes en los que veía a Richie en medio de la gente saltando con la música. Ni siquiera había tomado tanto, algunas latas de cerveza habían sido suficiente para darlo vuelta. Joder que le pesaba todo, al ser su primera vez bebiendo, el impacto había sido terrible.

Decidió levantarse, fue al baño y se dio una ducha para intentar calmar su dolor de cabeza. Al salir se puso lo primero que encontró, ósea la misma remera de la noche anterior. Eddie no iba a admitir que no quería sacársela, le había encantado sólo porque el pelinegro se la había regalado.

Al bajar fue directo a la cocina para desayunar y su madre lo miró preocupada.

-Eddie, cariño ¿estás bien? ¿Por que dormiste tanto?.

-¿Que hora es?- Su voz sonaba agrietada, tenía los ojos rojos, y su remera olía a humo. Tenía aspecto de vagabundo.

-Las 15:30

-¡Mierda!.- Eddie se despertó de golpe, toda su resaca y sueño se dispersó por arte de magia. Debía cambiarse, Richie pasaría por él en una hora.

-¡Edward, cuida tu vocabulario!- Sonia parecía enojada.

-Lo siento mamá, es que pase una mala noche.- Dijo llevando su plato al fregadero.- Por cierto, voy a salir en un rato.- Eddie no dejó que su madre conteste y se fue corriendo a su cuarto.

Eddie's point of view

Revolviendo el armario (sin éxito) me decidí por un suéter negro que me quedaba enorme, unos jeans negros y las mismas zapatillas de ayer. Mi pelo estaba hecho un desastre y el viento de afuera no ayudaba mucho, así que también le sume un gorro, adivinen el color... negro.

El timbre sonó y me apresure a abrir antes de que mi madre lo haga, estaba seguro de que si veía a Richie llamaría a la policía diciendo que había un ladrón en su puerta. No es que Richie se vista como un ladrón, pero mi madre no está acostumbrada a que chicos vestidos con camisas, jeans rotos y remeras de bandas de rock toquen su puerta y pregunten por su hijo.

-¡Hey Richs!- dije saliendo rápidamente de mi casa sin antes gritarle a mi madre que me iba.

-Hola Edds, parece que vas a un funeral.- Dijo soltando una carcajada

-¿Que problema tienes con mi ropa?.- había intentado sonar rudo pero mi voz había salido más aguda de lo normal.

-Nada, sólo me gusta molestarte, aunque tus suéteres y las camisas de colores que te compra tu madre son horribles.- Richie río y se subió al auto. Lo seguí en silencio y comenzó a conducir hacia su casa.

El viaje fue corto, yo miraba por la ventana y algunas veces de reojo al chico que estaba a mi lado. Los reflejos del sol le daban en la cara, haciendo que su pelo se vea de un color claro y que en sus ojos se forme una iridiscencia hermosa.

Richie era una obra de arte, y por algún motivo yo no podía alejar mis ojos de él.

Richie era una obra de arte, y por algún motivo yo no podía alejar mis ojos de él

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smells like teen spirit (en edicion) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora