🕊⸙͎ ʀɪᴄʜɪᴇ ᴀɴᴅ ᴇᴅᴅɪᴇ
Donde Eddie quiere ser
un chico malo pero tiene una
madre sobre protectora.
O donde Richie es un
adolescente rebelde que
decide ayudar a Eddie.
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Habíamos llegado a su casa, aparentemente sus padres no estaban.
Al entrar a su habitación me quede sorprendido. Todo era de tonos oscuros. Las paredes estaban repletas de posters de bandas, algunas conocidas para mi, como Sonic Youth, The smashing pumpkins, Alice in chains, Hole, etc. Frente a su cama había una enorme biblioteca repleta de libros, desde novelas hasta libros políticos. A un lado de la biblioteca había un winco y un cajón de vinilos. Todo iluminado por un gran ventanal a un lado de su cama.
-Bienvenido a mi baticueva.- Dijo el mayor con un tono de voz calmado.- Sientate, tengo que darte algo.
Me senté en la cama observando con curiosidad todo. En una de las paredes había una bandera anarquista, no sabía que Richie era anarquista. Note que también tenía una máquina de escribir y que había algunas botellas en un ricón de la habitación.
Richie estaba escarbando en su armario. De repente se acercó a mi con una enorme caja en sus brazos.
-Ten, es para que deje de burlarme de tu ropa.- dijo dejándo la caja a un lado.- Es como, una iniciación, se que odias la ropa que te compra tu madre.
Al abrir la caja me encontré con remeras de bandas y con frases, camisas a cuadrille, jeans rotos y algunas remeras mangas largas, en el fondo de la caja se encontraba una campera de jean nueva.
-Wow, Richie, esto es asombroso, muchas gracias.- Dije levantándome y dándole un abrazo que él me correspondió rápidamente.
-Bueno, obviamente no puedes usar una remera de una banda que ni conoces. Así que, esa es la segunda parte de mi plan.
De abajo de su cama sacó un cajón de manzanas, como los que usan en las fruterías, pero repleto de discos.
-¿Tienes donde reproducirlos?.- Asentí lentamente, uno de los tantos regalos que mi tío Adrián me había dado fue un Discman nuevo, que tampoco me había molestado en usar, mis conocimientos con respecto a la música eran casi nulos. Oia lo que mi madre oía, o nada.
-Te doy dos semanas para que escuches todos, los quiero de vuelta en halloween.- dijo acercándose al tocadiscos y colocando un disco de David Bowie.
-Oye, eso no es grunge ¿o si?.- En realidad nunca le había preguntado a Richie si el era grunge, pero si no lo era, entonces ¿que era?.
-¿Quien dijo que yo soy grunge?.- al parecer leyó mi mente, porque la duda que tenía quedó aclarada sin siquiera preguntárselo.
-¿Entonces qué eres?- dije mirándolo a los ojos, él sonreía con una mueca de burla.
-Soy Richie.- Dijo soltando una carcajada
-Ya idiota, te lo estoy preguntando en serio.- en el fondo siempre me gusto que Richie se tomara las cosas con sentido de humor. Era algo que me encantaba de él.
-Eddie, no necesitas ser "grunge" para poder revelarte contra el sistema y especialmente contra tu madre.
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