No Somos Amigas - Camren (Lauren G!P)

Capítulo 7 (especial)

este sera un capitulo especial ya que sera con POV Lauren, para que entiendan un poco su posición, lo que siente.

POV Lauren.

Tomé directamente mi vaso de tequila de una sola vez, dejé el vaso vacío sobre el mostrador y luego agarre a Camila del cuello y la empuje hacia mis labios, donde pertenecía.

Nuestros labios moviéndose juntos se sintieron mejor de lo que había imaginado. Había tanta pasión reprimida y tantas ansias que sentí que las dos íbamos a estallar en llamas. No pude obtener suficiente de ella. Mi mano en la parte posterior de su cuello se apretó, acercándola aún más si era posible. Mi otra mano encontró la parte baja de su espalda. Dios que perfección.

La empujé hasta que chocó contra el mostrador, nuestros labios todavía se movían juntos con una intensidad casi frenética. Su lengua rozó la mía, burlándose, buscandola. Gruñí, necesitando más. Mis dedos vagaron por sus costados, se deslizaron por sus costillas, hasta su trasero. Alzando la mano, la levanté y la dejé sobre el mostrador. Ella dejó escapar un suave y seductor ruido mientras envolvía sus piernas a mí alrededor y me apretaba con fuerzas. Sí... Joder.

Incluso media borracha, estaba dura. Todo lo que podía pensar era en llevarla a mi habitación, acostarla en mi cama y explorarla. Quería sentir cada curva, descubrir cada centímetro de su piel y probar cada centímetro. Yo la quería a ella. Y estaba empezando a creer que tal vez siempre lo había hecho.

Mi mano se deslizó por su garganta, y mis labios la siguieron haciendo el recorrido. Su piel era dulce, como fresas. Deliciosa. Con un gemido que atravesó mi cuerpo, Camila echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Dios, ella era tan hermosa. Su aliento era tan pesado como el mío; las dos estábamos casi jadeando. Desesperadas por estar juntas.

Pasé mi nariz por su garganta hasta su oreja y le di a la piel debajo de ella una suave lamida. Camila se retorció, y sus dedos comenzaron a hundirse en mi camisa, como si fuera a romperla. La ayudé a quitar la tela odiosa. Ella se echó hacia atrás para mirar, y sus ojos me devoraron. Me encantó. Me encantaba ver la necesidad descarada en su rostro. Me volvía loca.

Sus dedos recorrieron mi pecho, y no pude soportarlo más. Gracias a Dios, todos los obstáculos se fueron. Gracias a Dios que finalmente podríamos hacer esto, finalmente ceder a lo que sentimos la una por la otra... lo que sentía por ella. Barrí mis brazos alrededor de ella y la levanté del mostrador.

No estaba coordinando mis pies, mi cuerpo no estaba sincronizado con mi mente. Choqué contra una pared aquí y allá, y casi derribo a Camila antes de que lleguemos a las escaleras. No ayudaba en nada que no estuviera viendo hacia dónde iba. No podia, Todo mi enfoque estaba en ella: mis ojos, mis labios, mi lengua, mi aliento, mi corazón, mi alma. Era todo de ella, yo pertenecía a ella.

Justo después del giro en las escaleras, perdí todo el control y tropecé con el suelo. Logré agarrarme antes de aplastar a Camila en los escalones, pero seguía siendo desordenada con mis movimientos, y estaba segura de que las dos lo sentiríamos por la mañana el duro golpe. Ahora nada importaba, así que ambas nos reímos.

"Lo siento", murmuré, pasando mi lengua por su garganta. Se estremeció bajo mi toque, clavó sus dedos en mis hombros. Tenerla debajo de mí era mucho mejor que tenerla en el mostrador. Me abrí paso entre sus piernas, luego apoyé mis caderas en las suyas. Ella jadeó cuando sintió lo dura que estaba. Es todo gracias a ella. Eso es lo que me hace sentir con solo un toque. Dios la quiero tanto.

Ella chupó el lóbulo de mi oreja, enviando explosiones de deseo a través de mi piel. Necesitando su calor, necesitando su suavidad, necesitando probarla de nuevo, busqué su boca. Enredó sus dedos en mi pelo, manteniéndonos unidas. Todavía necesitando más, le baje el pantalón de pijama. Los sacaba lentamente. Los necesitaba fuera.