No Somos Amigas - Camren (Lauren G!P)

Capítulo 10

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Hubo tres cosas que noté cuando mi mente comenzó a cobrar vida lentamente por la mañana. La primera fue que mi cuerpo estaba dolorido. Al parecer, la noche anterior fue más áspera de lo que recordaba. Oh Dios... ¿de verdad le había pedido que fuera ruda conmigo? ¿Qué demonios fue eso? Sin querer, los pensamientos de las manos y los labios de Lauren inundaron mi cerebro. Tragué saliva y cambié de posición en la cama, ante los pensamientos.

La segunda cosa que noté fue que todavía sentía como si mi estómago quisiera devolver todo lo que se encontraba allí. Aunque mis ojos finalmente estaban secos sin lágrimas, pensé aliviada. Convencer a Austin de que fui al estacionamiento porque me sentía mal, había sido más fácil de lo que nunca pensé que podría ser, el confiaba plenamente en mí.

Él no había dudado, ni siquiera había dudado de mi historia, solo dulcemente me ayudó a subir a su auto y me llevó directamente a casa. No fui capaz de evitar echar un vistazo doloroso al café exprés mientras pasábamos. No pude evitar preguntarme si Lauren todavía estaba allí, arrodillada en el piso, esperando que la sangre en su espalda se secara. Tuve que poner una mano en mi estómago y presioné mi boca para que el vómito no escapara. Austin me miró, preocupado, y luego rápidamente salió rápido de allí conmigo. Solo había preguntado brevemente sobre Lauren. Le dije que la había dejado en la mesa y quién sabe a dónde se había fugado. Sorprendentemente, mi voz se había mantenido firme. Áspera, incluso él no había notado mi tono raro.

Una vez en casa, él me ayudó a cambiarme el pijama y luego me acostó en la cama. No había podido corresponder a su dulzura, la manera adorable en que me había mirado. Dios quería que me gritara, que fuera cruel. Me lo merecía. Las lágrimas habían amenazado nuevamente con salir, así que rodé de lado, muy lejos de él, y fingí dormir. Él amorosamente me besó en el hombro antes de unirse a mí en la cama y pasé las siguientes horas llorando suavemente en mi almohada.

Al despertar, había asumido que Lauren no estaría. Obviamente, ella nunca querría volver a verme, ni volver a ver a Austin nunca más. No después de lo que ella, lo que nosotras, habíamos hecho. Nuestra primera vez había sido un error de borrachas mientras Austin y yo habíamos estado en un periodo, aunque corto. Esta vez fue diferente. Esta fue una clara traición, ahora si había una clara infidelidad de parte mía y también de parte de Lauren ya que Austin era su mejor amigo.

Esto me llevó sorprendentemente a mi tercer pensamiento. Podía escuchar los sonidos de Austin y Lauren hablando, incluso riendo abajo. Me senté muy derecha en la cama y escuché más fuerte una risa. Sin gritos. Sin ira de ningún tipo. ¿Estaba teniendo una conversación informal el domingo por la mañana con su mejor amigo que acababa de apuñalar por la espalda?

Me levanté rápidamente y corrí al baño. Parecía la muerte. Mis ojos estaban hinchados, mi cabello un desastroso enredo. Pasé un cepillo por mis gruesos mechones castaños, me eché agua fría en la cara y me lavé los dientes. No es genial, pero es mejor, y estaba fingiendo haber estado enferma después de todo. Eché un vistazo rápido a mi muslo y maldición había un moretón allí. Me mordí el labio y mi estómago se revolvió de nuevo al verlo. Apresuradamente ajustando mi ropa, decidí dejar mi pijama puesto.

Volé por las escaleras y casi me caigo cuando de repente me detuve en el último escalón. Con una inhalación intencionalmente profunda, luché por desacelerar el latido del corazón. ¿Tal vez Lauren está aquí porque anoche fue solo un sueño horrible que en realidad nunca sucedió? Si mi cuerpo no estuviera marcado y deliciosamente dolorido, y si ese pensamiento no me revolvía el estómago, podría haberlo creído perfectamente.

Lentamente, me dirigí a la cocina y me deslicé por la esquina. Sí, tenía que haber algún modo que la noche anterior fuera solo un sueño. O era eso o yo estaba soñando ahora mismo.