Después de que mis padres fallecieran luchando con Grindewald, fui enviada al orfanato Wool a mis 10 años, donde conocí a un chico, extraño, al parecer era mago, no le hablaba, y con la mirada me helaba, sus ojos azules eran penetrantes y todos tení...
Ella era mía, lo había logrado, me lo demostraba todos los días, ya no tenía que soportar que otros la miraran, que Rypen estuviera tras ella, Adalinde Clarissa era mía, completamente mía, y eso no cambiaría jamás, ahora ella estaba conmigo, y nada ni nadie podía cambiarlo...
-Feliz cumpleaños Tom-escuché su voz y sentí que sus manos me rodeaban
-Gracias Clary-respondí y la bese-¿Te apetece salir a Hogsmade y volver para la cena de Año Nuevo?
-Es tu cumpleaños amor, tú decides-me respondió
-Bien, eso haremos, alístate, lo haré yo también-me dio otro beso y se fue saltando hacia su dormitorio
Camine a mi armario y saque un pantalón de tela gris oscuro, con zapatos negros de agujeta y una camisa blanca, me coloqué una túnica negra y listo. Impecable.
A los minutos, Clary bajo con unas botas de terciopelo con un poco de altura, medias, una falda negra como todo lo que traía, y una camisa color vino, y para la nieve, una túnica roja de terciopelo, encantadora como siempre.
-Preciosa-dije como cumplido-nos vamos-pregunte/ordene dándole mi brazo para que se colgara de el...
Cuando llegamos a las Tres escobas, pedimos nuestra comida y empezamos a platicar, ella era interesante, siempre que hablábamos tenía algo nuevo que decir, algo nuevo que contarme, y hasta ahora, no le daba miedo mi faceta, de hecho nunca me ah temido y eso en cierta manera me atraía, porque no era fácil. Ella siempre fue un reto, pero no fue imposible lograrlo.
-Tom-llamó mi atención y colocó su mano sobre la mía-Te amo
Me sorprendí un poco, y me dio gracia, ya que me hacía una pregunta, ¿Yo la amaba? Pero bueno, algún día lo haría supongo, así que-También te amo Adalinde-respondí y dio una de sus sonrisas más grandes, Perfecto.
Durante todo el día nos la pasamos genial, supongo, hicimos cosas típicas de novios, paseamos y anduvimos de la mano, compramos dulces y los compartimos, el típico día Perfecto en pareja.
-No quiero celebrar Año Nuevo aquí-me dijo
-¿Como?-pregunte, a donde más iría
-Me refiero aquí, en el gran comedor o jardín, vayamos a tu habitación-respondió
-Bien, vamos
Caminamos de la mano, de nuevo, hasta allá, donde me dijo que la esperace unos minutos, así que lo hice, y después apareció con algo un poco fuera de su estilo, dejándome perplejo.
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-¿Que significa esto Adalinde?-pregunte
-Esto...yo...quiero hacerlo-respondió
-¿Quieres hacer que?-pregunte, aunque entendía a que se refería pero me encantaba verla como un cachorro temblando, sabía que estaba nerviosa, era virgen, y yo no, sabía que tenía que complacerme
-El amor, quiero hacerlo contigo-uni mis labios a los de ella para que se callara, y empecé llevando mis manos, por debajo de la tela de su vestido, sintiendo la piel de sus glúteos.
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La alce con mis brazos, y ella rodeó mi cadera con sus piernas, la recosté y empecé a besar su cuello, saltando enseguida a su estómago, el cual bese después de alzar la tela azul.
Con mi mano tracé su figura de su rodilla a su cadera, pasando mi mano sobre el encaje con elástico de su braga, quite mi mano y ya llevé a su punto C, donde moví la tela para introducir uno de mis dedos, soltó un gemido y arqueo su espalda.
-Más-escuché, y le di más, metí tres dedos dentro de ella, haciendo que se retorciera en mis brazos y empezara a humedecerse como yo quería, me separé de ella y quite mi camisa y mis zapatos, para después seguir con el pantalón, quedando en mi ropa interior.
La gire y vi los broches de su camisón y lo quite, la gire de nuevo y ella cubrió sus pechos, algo que me dio gracia, era muy inocente, quite sus manos y me dispuse a devorarlos, ella gemía y aveces se quejaba, pero no me importaba, yo lo disfrutaba gustoso. Roce nuestros sexos haciéndola gemir más, quería que lo hiciera, que pidiera por mi, sentí que temblaba, era el momento perfecto, le arranqué su braga y me quite mi bóxer, nuestros sexos se rozaron de nuevo.
-Hazlo Tom, por favor-eso era lo que quería, le hice caso me coloqué sobre ella y la mire a los ojos.
-Tranquila-dije con gracia-solo durará un poco-continue, y di una pequeña risa, antes de introducirme completamente en ella, sentí como sus manos rasguñaban mi espalda, nuestros ojos se conectaron y los de ella tenían unas lágrimas, le sonreí y continué penetrandola fuerte y rápido, como me gustaba...
Luego de unos minutos, ella dejó de quejarse y empezó a gemir, mientras la penetraba, me saboreé uno de sus senos, y luego el otro, cuando sentí que llegaba me deje ir dentro de ella, y murmuré un accio para la poción anticonceptiva.
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-Toma, no quiero hijos...ahora-dije rápidamente
-Claro-se la tomo y me miró sonriente-
-Fue el mejor regalo, gracias-comenté cuando puso su cabeza en mi pecho
-De nada, me gustó mucho-respondió y empezó a tocar mi abdomen, haciéndome estremecer, nunca eh sentido esto antes y me frustraba
-A mi también Adalinde-respondí y no se el Por que, Pero la abrace, y Ella se pego más a mi.
Se quedó dormida, la recosté a mi lado, apartándola de mi y la observé, tan solo había quedado su o más bien mi anillo en su cuello, Perfecto, lo cuidaba, y otra reacción se activó en mi, y no me gustaba, que estaba sintiendo...
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Solo quería comentar, que para esas niñas que les gusta Fred y George y los romances con mucho sexo, empecé una novela, esta en mi perfil y se llama "Two ways of fun"
