Capitulo 19

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Narra Adalinde

Cada jueves de estos últimos meses iba a ver a Eileen, quien se veía devastada, y muy cansada, me decía que desde que Severus empezó a mostrar esos dotes de rareza, Tobias se ah enojado mucho, diciéndole que esta harto de tantas cosas extrañas en su casa, y solo cuando "el niño" esta.  Por lo que yo veo, si se esta dando cuenta de la peculiaridad con la que nació.

Por otro lado, mi pequeña Bessel a estado creciendo perfectamente, tiene un cabello ubio hermoso, pero aun la escondo de Tom, lo eh visto unas cinco veces mas desde aquel encuentro en nuestra antigua casa, no lo se, pero mis sentimientos están regresando, pero mi lado de madre sobre protectora me dice que el no es bueno para mi hija, y aun la escondo, y no le diré hasta que sea el tiempo, y si el regresa a sus andadas, creo que no le diré jamas.

Leta, Eileen y Abraxas me dicen que esta mal, que el solo me hará daño, pero, por favor, este juego que siempre hemos tenido, cada vez se vuelve mas hipnotizante, cada vez mas fuerte, y mis sentimientos igual, creo que salde lastimada si, pero yo, no mi hija, no mis amigos, yo, si alguien pagara la diversión de estos momentos soy yo.

Mientras veo a los niños jugar en el salón, camino a mi despacho y escribo una carta a mi jugador, diciéndole a que hora lo veré esta noche, salgo de la casa ay desapareo de mi mansión, para que desde otro destino la lechuza lleve la carta, y me regreso, para ver como Bessel tira de los cabello de Lucius. Rio y niego con la cabeza, para retirarla de aquel acto, ella me observa con aquellos ojos que copio de su padre y entonces me doy cuenta, la perfecta combinación que hicimos Tom y yo. Sin duda mi hija es perfecta.

-Hola preciosa, traje postre de calabaza-escuche la voz de mi amigo rubio y reí

-Hola, te perdiste la escena de Sel siendo una niña mala

-¿Que hacia la brujita?-la tomo en brazos y ella rió 

-Papi-si, mi pequeña había apodado a Abraxas como su padre, y eso no me molestada en absoluto, al igual que Lucius me decía mami.

-Jalaba de los pelos de tu hijo-explique, el rió y negó con la misma expresión que yo anteriormente

-Sel, no seas mala con Lucius-llevo sus manos al estomago de mi hija y le empezó a hacer cosquillas, me gustaban estos días, donde las tardes y noches eran un regalo para mi.

A eso de las 6, me empece a arreglar, y no entendía el por que, quería que el me viera linda, quería fingir ser esa mujer que fui antes, cuando solo eramos el y yo.

Horas mas tarde me encamine hacia aquella mansión, y espere por el en el lugar de siempre.

-Clary, llegaste-escuche la voz siseante de Nagini

-¿Y tu dueño?-pregunte mientras acariciaba su cabeza

-Aquí estoy, bella dama, ¿por que te arreglas, que pasaría si uno de mis hombres te ve y te lleva? su vida acabaría sin duda-beso mi cabeza y aparecimos en la habitación de siempre, donde el sin dudarlo quito mi túnica de terciopelo, que dejaba ver un pequeño vestido color vino, pegado a mi figura- no quieras jugar así Adalinde..

Su boca jugo con la mía en segundos, luchando con nuestras lenguas y nuestros labios siendo mordidos por los contrarios, llevo su mano al final de mi vestido y metió la mano por debajo de mi glúteo, para después acariciarlo.

Continuo por besar mi cuello, lo lamió y chupo en el mismo sitio, solté un gemido y arquee un poco mi espalda, en movimientos torpes nos acercamos a la cama, quito mi vestido con su varita, dejándome tan solo en una tanga de encaje, alzo una ceja peo siguió con lo que hacia, movió mis bragas a un lado con su mano y con su pulgar rozo mi clítoris enviando una gran electricidad a mi cuerpo.

Metió dos dedos dentro de mi, jugando con mi nivel de excitación, carcajeándose por verme sumisa ante el, como todas las veces anteriores, por mi parte, yo también desaparecí su ropa, lo deje solo en ropa interior, y metí mi mano en esta para jalar su miembro, el cual crecio mas en mi mano.

Pronto, solo nuestros cuerpos se encontraron, buscando encajar el uno con el otro, y eso hicimos, me penetro fuerte como de costumbre, sin esperara un segundo a acostumbrarme, pero ahora daba caricias en mi clítoris para que mi vagina se relajara.

Luego de ese momento caí sobre el, con su miembro ahora flácido en mi, el acaricio mi cabello haciéndome sentir querida y apreciada.

-Clary, vuelve conmigo-pidió como suplica

-No puedo, no es correcto

-¿Por que es correcto que me dejes estar dentro tuyo y no es correcto que vivas conmigo como mi mujer?

-Esto tampoco es correcto, simplemente es un juego de los dos, ¿para que mas querrías que estuviera contigo? Sabes que no soporto lo que haces Tom

-Bien-se paro de la cama y comenzó a vestirse con una cara molesta, la cual me hizo sentir un poco de miedo, pero me tranquilice, yo no le tengo miedo a el.

-Me voy- con mi varita me vestí y salí de la recamara, y antes de abrir la puerta, el me jalo del brazo

-No me importa si tengo que secuestrarte, pero seras mía de nuevo, solo debo planear bien todo Clarissa...

Juego de serpientes (Tom Riddle) Book 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora