2. Back?

182 7 1
                                    

Cause I'm back

Yes, I'm back

Well, I'm back Yes, I'm back, back

Well, I'm back in black

Yes, I'm back in black

La música resonaba en sus oídos, y le fue inevitable el imaginarse al tonto de su hermano cruzando por alguna brecha con su querida chaqueta de cuero negro, mientras cantaba la canción a todo pulmón.

La sonrisa de sus labios desapareció al darse cuenta de poco probable que tan solo era volver a ver a James.

Era algo que siempre le sucedía en las mudanzas, el recordar de forma dolorosa algo casi imposible, y era el casi lo que le hacia tan doloroso, le hacia tener una esperanza que probablemente fuese a ser aplastada.

- ¡Rose! - Elenor llamo con desesperación a su hija, a quien llevaba mas de diez minutos hablándole.

Con un movimiento mas brusco de lo que pretendía arranco los casquillos de los oídos de Rose, provocando que esta volteara con el ceño fruncido molesta.

- Te estoy hablando.

- Ya lo se.

Su madre no dijo nada mas y bajo del auto.

Por la ventanilla se veía la que ahora era su casa... hasta que sus padres decidieran que era lo mejor para ella y mudarse nuevamente.

Abrió la puerta y se internó en la casa.

Era grande, exageradamente grande para solo tres personas.Y no le era de extrañar las extravagantes decoraciones que tanto adoraba su madre. Aun le resultaba raro como sus padres se casaron.

Mientras que Elenor disfrutaba de lo llamativo y extravagante así como el resaltar, Thomas prefería lo simple y no pretendía llamar la atención más de lo necesario.

Pero en fin, Elenor le gustaban las extravagancias y Thomas tenia el lujo de poder proporcionarselas. En veces llevaba a pensar que esa había sido la razón de que su madre se casara con el, pero no, a pesar de aquel costoso gusto nunca le demandaba a su padre el que le comprara algo, si no que muchas veces le regañaba por mimarla tanto, el siempre le decía que no le importaba, que lo haría contal de ver la sonrisa de su rostro.

Eran funcionales los dos juntos, esa siempre era su conclusión cuando la duda llegaba a sus pensamientos.

O al menos lo eran, todo cambio cuando James se fue. La ausencia de un hijo podia cambiarlo todo. Mientras su padre se refundía en el trabajo tratando de superar su dolor, su madre se metía a cada club ridículo que se encontraba en su camino.

Subió al segundo piso y entro a su habitación. La cual tenia un pequeño papel con nombre en la puerta para identificarla.

Resoplo con fastidio, era lo mismo todo el tiempo. Mientras las otras personas se preocupaban por desempacar y acomodar sus cuartos cuando se mudaban, ella tenia que desmantelarlo prácticamente.Debido al nivel económico de su familia, cada casa que han tenido quedan intactas cuando se mudan, simplemente llegan a una nueva ciudad con una residencia perfectamente habitable.

Termino de meter en las cajas todas las decoraciones que su madre había amontonado en su cuarto, aun le extrañaba el que hubiera dejado las paredes en blanco, siempre tenia que quitar los tapices o pintarla ella misma del color, para así poder descargar su creatividad en su habitación.

Se dirigió al ático donde terminaban todas aquellas cosas que Elenor consideraba importantes en su habitación y no lo eran realmente.

[...]

- ¡Rose!

Suspiro con cansancio. Las ultimas tres horas se había dedicado a subir y bajar escaleras para acarrear sus pertenencias, asi como para colocarlas en su lugar.

Decidió ignorar el grito de su madre, para seguir haciendo... nada.

- ¡La puerta Rose!

Maldijo para si misma mientras bajaba para abrir la puerta.

- Somos ateos, adiós.- y azoto la puerta en su cara.

- ¿Quien era?

- Mormones.- le contesto a su madre para dirigirse hacia la cocina.

Viernes, era Viernes. Elenor bajo rápidamente para abrir la puerta justo cuando el sonido del timbre volvía aparecer.

- Mucho gusto, soy Steve Harrington, su vecino, y no soy mormón.

- Perdón por el comportamiento de mi hija, es un tanto... complicada.- se disculpó con el joven de cabellos castaños.

- No se preocupe, solo venia a presentarme. Mi madre esta demasiado ocupada así que he venido yo en su lugar.

- Mucho gusto entonces, Elenor Jackson.

- ¡Mamá!- Apareció Rose gritando a todo pulmón abrazando un bote de helado.

- ¿Estas bien?- pregunto con confusión al ver las mejillas carmesin de su madre.

- Si, ¿Que quieres?

- Uy que amor, solo te iba a avisar que voy a salir.

- Pero...

- ¡Adiós!- Grito mientras salía por la puerta de atrás.

***

Diganme que no soy la unica que ama AC/DC, solo diganmelo.

Bad friendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora