5. The Harrington boy

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Steve se encontraba frente a la puerta que suponía que era el cuarto de Rose, e inmediatamente se sintió un intruso. No había pensado en lo que estaba haciendo, subió al segundo piso de la casa de personas que apenas conocía y estaba a punto de arrumbar al cuarto de una chica que estuvo a punto de golpearlo.

Se mantuvo estático pensando en si debería entrar o no, en el momento en el que escucho un sollozo, suspiro y abrió la puerta.

- Lárgate, Steve- la voz de Rose fue entrecortada.

- ¿Como sabes que soy yo?

Rose se levantó de asiento que se encontraba frente a la ventana y se volteó hacia él con lágrimas en su rostro y una sonrisa más por amabilidad que por gusto.

- Mi madre esta muy ocupada presumiendo para venir conmigo, mi padre no lo hará mientras mi mamá esté presente y no creo que tus padres quieran venir a consolarme.

- Oh.

- Steve- dejó escapar un suspiro, le era difícil el hablarle en esos momentos- ¿Que haces aquí?

El silencio se estableció mientras el chico pensaba que decir.

- Sinceramente... no se. Apenas te conozco, me has dicho idiota y estuviste a punto de golpearme. Si, sinceramente no se que estoy haciendo con una niña loca.

- Que linda forma de consolarme.

- ¿Quien te dijo que te quería consolar?

- Idiota.

Las palabras de Rose eran un insulto y sin embargo Steve se sintió satisfecho al ver una genuina sonrisa en el rostro de la chica.

- Pero no tanto como Jack- le recordó.

- Eso nadie te lo puede negar.

El chico sonrió feliz, al fin alguien que odiara a la misma persona que él.
Pasó su vista por el cuarto de Rose.

- Tu cuarto es...

- ¿Que tiene mi cuarto?- le pregunto.

- Solo no lo esperaba de esta forma.

- ¿Y como lo esperabas?

Steve volvió a recorrer el cuarto con su mirada: Paredes blancas, un escritorio lleno de papeles, un pequeño librero en una esquina, repisas llenas de material para pintar y el sillón frente a una enorme ventana con vista al bosque.

- Diferente- fue su respuesta acompañada de un encogimiento de hombros.

- Idiota.

Steve escuchó las palabras de Rose seguidas de su risa por el impacto de la almohada en su cara.

- Oh, esto es la guerra- dijo Steve para después lazarle de regreso la almohada.

Algo tan simple como lazar y esquivar almohadas logro que Rose olvidase los problemas que la rodeaban, era triste que no pudiera durar para siempre.

[...]

Tomando en cuenta lo competitivos que son ambos, la pelea terminó en un empate.

Había pasado aproximadamente una hora y al chico le extrañaba que ninguno de sus padres allá subido.

- Creo que debería irme- dijo finalmente.

-Vamos- le indicó Rose dirigiéndose a la puerta de su habitación.

Al bajar se dieron cuenta que al chico lo habían abandonado y los padres de Rose se encontraban ya dormimos.

- Gracias- dijo Rose, cuando ya se encontraban fuera de la casa.

- No fue nada, se que es tener padres así.

- Gracias por no haber preguntado- agregó con una sonrisa de agradecimiento.

- De nada- Steve soltó una risa ante su respuesta, la verdad era que se moría de curiosidad por lo sucedido en la cena.

- Adiós.

- Adiós- se despidió Rose para regresar adentró.

Bad friendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora