La habitación que habían acondicionado para él era bastante acogedora, tenía el espacio necesario y una cama individual, se podría sentir tranquilo y cómodo de no ser por la confesión que su amigo le hizo hace unos días atrás, en su fiesta de bienvenida. En el momento que escuchó las palabras del peli rosa su mundo se vino abajo, no imaginaba al menor tan lejos de él; a pesar de que trató de encontrar la forma de comunicarse con Jimin, los demás le dieron a entender que era imposible estando a kilómetros de distancia y que ni ellos tenían una forma de comunicarse con Jimin, más que simples mensajes de distintos números telefónicos. La fiesta se acabó en ese momento para el pelinegro y todos lo entendieron, retirándose de a poco y dejándolo solo para que pudiera pensar. Desde ese día, salía poco de la habitación, a pesar de que JungKook lo había llamado para recordarle que necesitaba hacer sus ejercicios y salir a caminar, pero él no lo hacía.
Sintió unos leves golpeteos en la puerta, sabía de quien se trataba, siempre iba a esa hora. Estaba sentado al borde de la cama y no se levantó para abrir la puerta ni tampoco dijo nada, sabía que de todas formas entrarían, a veces pensaba en ponerle seguro a la puerta pero luego recordaba que sería muy desconsiderado de su parte hacer eso con las personas que lo estaban acogiendo. NamJoon entró luego de unos segundos, seguramente venía a ver si no se había suicidado o algo por el estilo, el más alto parecía ocultar algo tras de sí, pero no tenía muchas ganas de jugar a las adivinanzas ese día.
-¿Cómo estás, Hobi?-escuchó la pregunta pero no la respondió, de todas formas su amigo sabía que no le respondería así que solo se acercó a él. -¿Tienes hambre? Jin dejo esa lasaña que tanto te gusta-
No había comido desde la noche anterior, se saltó el desayuno y al escuchar al más alto hablar de comida fue inevitable que su estómago lanzara un gruñido hambriento.
-¿Puedo tomar eso como un sí?- rió el peli rosa al escuchar el gruñido, no pudo evitar sonreír. No podía estar mucho tiempo serio.
-Claro- levantó los hombros tratando de verse desinteresado, NamJoon solo sonrió ya que sabía que solo estaba fingiendo desinterés.
-Hey, te tengo un regalo- se acercó donde el pelinegro que lo observaba curioso. -¡Tada!-
Su amigo sacó detrás de su espalda un bastón de madera, bastante elegante y bonito. No sabía que madera habrían usado para fabricarlo porque no sabía nada de bastones, ni de maderas, pero el color nogal que tenía le gustaba mucho.
-Hable con JungKook y sugirió que un bastón podría ayudarte, sobre todo para que tuvieras más independencia para salir donde quieras- agregó el moreno con entusiasmo.
-La verdad es que es muy bonito- lo tomó entre sus manos, era bastante liviano y suave, el barniz le daba el toque de brillo perfecto y tenía algunos acabados en dorado. –Bastante elegante, ¿pero no pareceré un abuelo?-
-A gentleman, mejor dicho- dijo el más alto, tratando de convencerlo. –No solo los abuelos usan bastones, también la gente con clase. A demás es solo mientras te recuperas-
-Tienes razón- se levantó apoyándose en el bastón y le pareció más cómodo que con la ayuda de alguien más. Caminó unos pasos sin ningún problema más que un leve cojeo que, según le dijeron los especialistas, lo tendría aunque ya no tuviera que usar ayuda.
-Te ves bien, hermano- le sonrió NamJoon, soltó una risa ante el comentario de su amigo. -¿Lo usaras?-
-Claro, ya no quiero molestarte para caminar-
-Nunca fuiste una molestia, tonto- el más alto le revolvió el cabello con fuerza, desestabilizándolo y casi cae al suelo de no ser porque lo alcanzo a sujetar. –Lo siento-

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Saudade [HopeMin]
Fiksi PenggemarJung Hoseok llevaba una vida normal con la cual era feliz, tenía a la persona que amaba a su lado y buenos amigos. Se estaba esforzando por seguir sus sueños y creía que pronto podría comenzar a forjar su futuro junto a Park Jimin. Nunca se sabe cóm...