DUNKERQUE → Harry Styles. (Dunkirk) / TERMINADA

EPÍLOGO

29 de septiembre de 1945.
5 años después.
La Segunda Guerra
Mundial llegó a su fin.

-¡Qué bonita! -susurró una voz pequeña detrás de ella. Ana se volvió y se encontró a sobrina parada en el umbral.

-¿Sí? -preguntó Ana nerviosa, alisándose la falda del vestido. Su sobrina asintió y Ana le sonrió-. Gracias, querida.

En ese instante entró Mónica en la habitación. Traía un cigarrillo encendido.

-¡Pero que novia más bella! -chilló y apagó el cigarrillo echándolo a una taza de té humeante que acababan de traer Poppy. Se acercó a Ana a zancadas y le acomodó el corpiño-. ¡Pero qué bonito me quedo el vestido! ¡Soy tan talentosa!

-La próxima Coco Chanel -dijo Poppy.

La última boda que se celebró en casa de los Horan fue la de James, con su segunda esposa, hacia tan solo cinco meses. Ana y Harry volvieron por primera vez a Irlanda desde su partida en 1941, pero la casa de los Horan no parecía haber cambiado nada. En un paseo por el farol, recordaron el día que Harry le propuso matrimonio por primera vez.

-¿Por qué no nos casamos aquí? -le preguntó Harry mientras estaban acostados en la hierba viendo el cielo-. Cuando la guerra termine, por supuesto -Eso había sido lo que Ana le había dicho cuando aceptó: que sí se casarían, pero cuando la guerra terminara.

-¿En el faro? Me encantaría.

Se besaron y la mano de Harry viajó a su estómago, presionando la palma abierta en su piel cálida. Un mes antes, Ana había jurado que estaba embarazada después de que la regla le llegara semanas tarde.

-Creo que estoy embarazada -le había dicho a Harry, aterrada, después de revisar el calendario. Se encontraban en la biblioteca de la casa de Harry. Harry dejo caer el libro de medicina que tenía en las manos y corrió hacia ella. La abrazó con fuerza.

-Oh, bebé -susurró y la beso por toda la cara.

Lógicamente, Harry se había decepcionado mucho después de que descubrieron que no había bebé.

-Lo intentaremos -le dijo Ana, abrazándolo con fuerza después de que se lo contó y él comenzó a llorar-. Después de la guerra.

Harry había asentido con la cabeza baja y después se besaron.

Ana fue devuelta a la realidad cuando su hermano entró a la habitación.

-Qué linda. El coche está listo. Todos están en el faro.

Ana se sintió mareada mientras bajaba las escaleras, por suerte, William la sostuvo. El camino en coche duró menos de cinco minutos. No habían invitado a muchas personas: a Ana le quedaba poca familia y Harry sólo invitó a sus familiares más cercanos.

Se bajaron del coche. Ana respiró profundamente y se obligó a sonreír.

-Terminemos con esto de una vez.

Su hermano se rió entre dientes.

-No soy religioso pero le rezaré a cualquier dios que esté escuchando. Harry necesitará toda la ayuda que pueda tener contigo de esposa.

-Cállate, idiota -le espetó con cariño.

Ana sintió como si flotara mientras caminaba por la alfombra blanca. Harry la esperaba en el altar, sonriendo como si fuera el mejor día de su vida. Se detuvo frente al cura y Harry le quitó el velo.

-Estamos reunidos aquí hoy para...

Ana sintió que perdía la respiración. Harry la miraba como en un trance. Ana le lanzó un beso y Harry le guiñó. Se casarían esa noche, celebrarían y tendrían a su primer hijo un año después. Lo llamarían Niall, como el abuelo de James.

AHORA SÍ: FIN.