DUNKERQUE → Harry Styles. (Dunkirk) / TERMINADA

CAPÍTULO VEINTINUEVE

Nos besamos por lo que parecen horas.

-¿Adónde estamos yendo con esto? -pregunto cuando los labios de Harry comienzan a viajar por mi cuello. Estoy practicante plantada en su regazo y la arena está fría debajo de mis rodillas. Estamos empapados. Otra ola se rompe y el agua helada me baña la espalda.

-¿Quieres que nos casemos? -pregunta Harry distraídamente sin dejar de besarme el cuello.

-¡Arg, no! -chillo tratando de apartarme pero Harry me agarra con firmeza-. ¡Por supuesto que no!

-¿La idea de casarte conmigo te repugna tanto, bebé? -pregunta mirándome a los ojos.

-No te alargues, Styles. La idea de casarme con cualquiera me repugna -«Y me he escapado de más de una boda».

Le aparto un rizo de la cara.

-¿Por qué?

-El matrimonio nunca es justo para una mujer.

Harry me da un beso en la barbilla y me agarra con fuerza por la cintura. De repente nos da la vuelta y quedo debajo de él.

-Entonces... nunca te vas a casar.

-No -respondo sin titubear-. Y tampoco quiero tener hijos. ¿Por qué sonríes?

-Me gustan los retos, bebé.

-Retos -repito ofendida-. No te estoy retando.

-Te haré cambiar de parecer. Estoy seguro -canturrea. Me acaricia el estomago con una mano-. Aquí estará nuestro bebé, bebé.

Comienza a hacerme cosquillas y le aparto la mano.

-Primero tendrás que convencerme de tener sexo contigo.

-Mm. ¿No quieres? -Me da un beso en el nacimiento del cuello.

-Soy virgen.

-¿Debería actuar sorprendido, Clark? -pregunta arqueando un poco las cejas. Una sonrisa juguetona aparece lentamente en sus labios-. Cuando hacías de Smith me imaginaba que eras virgen, como Ana no lo dudo.

-Oh. Así que imaginabas mucho a Smith.

-Eres interesante, bebé. Hasta de hombre.

-Como digas -bufo pero sé que me he puesto roja. Me lo quito de encima y me levanto-. Vamos al mar.

-Está helado.

-¿Y? Hace años que no me meto.

Horas más tarde, entramos a la casita de invitados chorreando y besándonos. Las manos de Harry viajan por mi cuerpo, debajo de la ropa y también por encima de ella. Mis manos también recorren su anatomía, llegando a partes donde nunca habían llegado. Harry me sube a la barra de la cocina y abrazo su cuerpo con las piernas. Su mano sube por mi muslo hasta mi trasero y después va a la cremallera de los vaqueros. Comienzo a desabotonarle la camisa con dedos torpes.

Sus manos están frías cuando entran en mis pantalones. Su mano bruscamente se mete dentro de mi ropa interior. Nunca nadie me había tocado en un lugar tan intimo. Lo aparto de un empujón.