Recuerdos de un amor compartido.

Capitulo 4

Con Anastasia llevamos 3 horas en el mall buscando el atuendo adecuado, la he puesto en conocimiento de lo que ocurrirá el Sábado y esta tan ansiosa como Julieta.

Esta era la quinta tienda que visitamos y nada de lo que hay me agrada.

-Michelle, debes elegir algo.

-Pero no quiero, todo esta feo, solo quiero algo formal pero lindo.

-Encontraremos algo, un vestido quizás podría servirte.

-De color negro.

-Con una chaqueta.

-Negra.

-¿Cual es tu problema con el negro? -Dijo Anastasia riendo.

-Me gusta el negro, eso es todo.

-Por supuesto. Veamos que encontramos.

Íbamos por la mitad de la tienda cuando mis ojos se posaron en la chaqueta mas hermosa que hubieran visto mis ojos jamas, el problema. Era morada.

-Linda chaqueta -Dijo Anastasia cuando vio el punto en el que estaban mis ojos.

-Pero es morada.

-¿Y cual es el problema con eso? Esta muy linda.

-Puede ser.

-Decidete, alguien mas la esta viendo.

Ni siquiera me detuve a ver si era verdad o no, tome la chaqueta y entre a probarmela, por suerte me quedaba un poco larga de los brazos pero nada que no pudiera arreglar doblandole las mangas un poco.

Me dirigí a pagar cuando una chica se me acerco.

-Hola. -Dijo mirando la chaqueta.

-Hola. -Dije mirándola, quería verle los ojos pero tenia lentes así que no pude.

-Linda chaqueta.

-Lo se.

-¿Me la cederías?

-¿Que? -Dije confundida.

-Es que tengo que acompañar a mi novio a una entrevista, y quiero lucir decente.

-Yo... -Iba a seguir hablando pero Anastasia me interrumpió.

-Nos encantaría pero ella debe usarla para una entrevista también.

-Oh, vaya que lastima.

-Que chica tan rara.- Dijo Anastasia riendo.

-Lo se, pero gracias por decirle que no.

Con Anastasia nos encontrábamos en una heladería charlando.

-Ana.

-¿Que pasa?- dijo machada con helado de pistache.

-Cuando entre a tu habitación vi una foto de ti con una chica, ¿Quien es?- dije con cierto nerviosismo en la voz, mientras le limpiaba la cara con una servilleta.

-Oh, ella -Dijo cabizbaja, temía que se pusiera a llorar, pero para sorpresa mía ella siguió hablando.- ella es Camila, una chica hermosa como pudiste notar, amable, inteligente, divertida, tiene todo lo que busco.

-¿Y que ocurrió con ella?

-Me dejo, ella no quería que tuviera problemas con mi familia, o me alejara de ustedes por mis gustos.

-¿La quieres?

-Mas que a nadie, pero no puedo obligarla a estar conmigo.

-Pero ya puedes hablar con ella, estamos bien ahora.