Mi rosa negra.

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Todo había sido tan rápido que el moreno no tenía idea de que era lo que había pasado, lo único que tenía asegurado era que le iba a dar una paliza al rubio en cuanto este lo bajara -te digo que me bajes mastodonte y troglodita!-pataleaba el moreno y golpeaba la espalda del mayor para poder liberarse de él y ahí fue cuando se dio cuenta de lo fuerte y tonificada que era "kami-sama pero que músculos" pensó Sasuke y cuando menos se dio cuenta ya estaba acariciando la espalda del rubio como comprobando que fuera real -he...te gusta lo que tocas? –Sonrió de lado mientras se acomodaba al azabache para no tirarlo-te has portado muy mal sasu...mira que dejarme solito en la habitación... eso sí que es cruel – reclamo con un rostro de tristeza-

-eso no me importa tú te puedes quedar solo en una casa abandonada llena de asesinos y fantasmas y yo ni me inmutaría- dejo su espaldas cruzándose de brazos mientras bufaba molesto con el rubio y consigo mismo por estar pensando en la espaldas del rubio, a el le vendría valiendo el mayor pero salió de sus propios pensamientos cuando sintió Como el rubio no lo llevaba a su habitación- espera...donde me llevas?

-vamos a cenar...por tu culpa perdimos las reservaciones así que fue una suerte que encontremos mesa a esta hora de la noche- aunque apenas eran las 9 de la noche su reservación había estado placeada para las 8 y gracias a cierto azabache que se había escapado de el ahora debía rogar al cielo que alcanzarán una mesa

-que? ...cenar? – más que cuestionárselo al rubio lo repasada en su cabeza y cuando salieron del edificio la luz lo hizo ver que el rubio vestía un elegante traje negro con una camisa azul marino y corbata negra demasiado sexy para su gusto entonces sintió como lo bajo de sus brazos y cuando estuvo en el suelo pudo observarlo mejor- kami...- susurro apenas vio al mayor sus mejillas comenzaron a arder y no podía despegar sus ojos del rubio, estaba guapo, sabroso debería admitir que ese rubio sí que era apuesto pero eso duro poco pues pudo notar la sonrisa altanera del mayor al ver que había conseguido sonrojar al azabache.

-A que me veo más guapo que la guapura misma- dijo burlón el rubio al ver el sonrojo del moreno y como este aparto la vista con pena tal vez él no estaba seguro luego suspiro rascándose la mejilla con un dedo pues nunca había hecho lo que estaba a punto de hacer- veras... yo quería invitarte a cenar pero... cuando me quede en la habitación esperándote me moleste y cuando me di cuenta que ya pasaban de las 8:30 fui a buscarte...quería que fuese una especie de sorpresa para... para conocernos pero no me diste más opción que ir por ti de esta forma... no fue fácil dar contigo sabes?

El rostro del azabache era todo un poema primero tenía planeado gritarle al rubio algunas cosas y hasta insultarlo pero cuando escucho la explicación del mayor no pudo si no soltar un suspiro y sonrió suave, era algo tierno para el que le pidiese una cena y si se trataba de una reservación y el rubio estaba así de elegante no era cualquier restaurante así que debió haberlo planeado bien o por lo menos mover algunas influencias para conseguir una reservación así que sonrió para la sorpresa del rubio, ahora se sentía tonto por querer huir del mayor mientras este hacia algo tan lindo por el.

-Lo... lo siento Naruto...no tenía idea- se inclinó ligeramente en una reverencia para que el rubio viera que su disculpa era sincera- pero...si me lo hubieras dicho yo...

- te hubieras escondido mejor tal vez- suspiro algo derrotado mientras volteaba la mirada-

-hehe...yo me hubiera puesto algo mejor...- sonrió entre divertido y enternecido por la acción del mayor ya que a pesar de ser todo un casanova ahora se comportaba como si fuese su primera cita, en ese momento fue cuando el rubio se dio cuenta que el menor llevaba puesta su pijama que consistía en un pantalón de dormir y una camisa del mismo algodón.

-waaa! Lo siento teme hehehe sí creo que si...debí decírtelo- no podía echarle toda la culpa al moreno pues él no le había dicho nada así que ahí estaba la falla en la sorpresa, que el sorprendido puede ser el.

-¿ y bien? – le miro con una sonrisa entre burlona y coqueta mientras posaba sus manos detrás de su espaldas infantilmente esperando la pregunta del mayor.

-hehehe...señorito Sasuke... ¿le gustaría Salir a cenar conmigo? – pregunto extendiéndose su mano de manera galante mientras esperaba la respuesta del moreno.

- nop...

Aquellas palabras sacaron de sus casillas al rubio quien miraba con un tic como el menor se iba a su habitación, bueno al menos ya se iba a su habitación donde podía encontrarlo pero desde que el menor se había ido no se había podido mover de su lugar pensando en que le aria al moreno por haberlo rechazado pero salió de sus pensamientos al ver que se detenía a mitad de camino con su típica sonrisa de superioridad -si me espera unos minutos estaré listo... no puedo aparecerme con estas fachas en un restaurante- esas fueron sus últimas palabras antes de entrar en el edificio para ir a su habitación dejando muy confundido y sorprendido al rubio que se quedó en ese lugar en la espera del menor quien bajo 20 minutos después con un vestido azul marino escotado con el corte en V y ceñido al cuerpo la falda era en caída y arriba de sus rodillas así que sus piernas podían moverse en libertad no gustaba de usar zapatillas pues le parecían muy femeninas e incómodas pero la ocasión lo ameritaba así que uso unas negras que más bien parecían Sandalias y los tacones no eran muy altos, así que podría caminar tranquilo, unos guantes pequeños y negros de seda acompañaban el conjunto y daban el toque perfecto de elegancia y lindura.

El rubio no podía creer lo que sus ojos veían estaba tan tremendamente lindo ese azabache y por primera vez lo había visto no solo con lujuria y deseo, ahora veía en él un lindo y frágil doncel que podría romperle las pelotas en el momento que él quisiera y aun así, ese toque de lindura y los alados ojos del azabache que incitaban al deseo y lujuria también indicaban peligro y al mismo tiempo ternura, eran tantas las emociones que pasaban por el pecho y mente del rubio que no sabía si estaba excitado o enternecido supo en ese instante que había sido echado por el azabache quien apenas llego a donde estaba el rubio le dedicó una sonrisa entre traviesa, coqueta y burlesca, paso su dedo por el bulto del miembro del rubio subiendo a su pecho lenta y tortuosamente hasta que llego a su boca y con un movimiento algo rápido le cerro la mandíbula sonriendo divertido.

-te entraran moscas dobe...- dio una vuelta lenta y sexy con un movimiento ligero de caderas- ¿te gusta lo que ves?

Si esta vez era su momento de burlarse de él, así como el rubio se había burlado cuando se conocieron, siempre tenía a los hombres así de enlelados por el pero haber puesto así a el rubio había sido un triunfo personal del azabache y cuando el rubio salió de su trance sonrió mirándolo.

-si... me encanta lo que veo- contesto haciendo que ambos rieran por eso y cuando el rubio tomo la mano del menor la beso con dulzura – sabía que eras hermoso... pero me sorprende mucho que hayas conseguido serlo aún más.

Y ahí estaba, el azabache haría perdido la batalla, soltó un suspiro sonriéndole sonrojado siempre le decían lo bello que era, pero algo en la forma del rubio de decírselo lo hacía diferente a los demás así que al darse cuenta que se había quedado callado sonrió de lado.

-bueno...acaso no me ibas a llevar a cenar?

-oh cierto hehehe –y ahí estaba de nuevo, el rubio que quería conocer, el verdadero Naruto que debía conocer, caminaron a la salida del campus y ahí estaba estacionado el auto del rubio un deportivo color rojo antes de abrirle la puerta al azabache saco de la parte trasera un ramo de rosas negras y se las dio al moreno.

-rosas negras?- quedo sorprendido no solo por el regalo si no por el extraño color de las rosas.

-si... solo crecen en Turquía así que tuve que buscarlas en muchas florerías... supuse que te gustarían...

-las azules... las azules me gustan más...- para ladesilusión del rubio el azabache prefería otro tipo de rosas pero no serendirá, para eso eran las citas después de todo- pero...siempre quise unas rosasnegras- el azabache le sonrió entre sonrojado y divertido al rubio- los chicosusualmente me regalan rosas rojas... creí que si lo hacías seria rosas pero...créeme...hehehe les llevas mucha ventaja- sonrió mirándolo y aún más cuando e rubio dioun salto y un grito de victoria ahora él estaba de nuevo en sus brazos tancerca que podía sentir sus respiraciones chocar. 

SOLO PARA MI NaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora