Pudo haber sido una noche tranquila.

8.2K 713 81
                                    

Eran mas de las 6 de la tarde cuando los alumnos regresaban de sus agotadoras y tediosas clases como ellos solían describirlas, y un rubio oji azul bastante extravagante estaba ansioso de regresar a su habita- ción para poder encontrarse con su compañero, lamentablemente su compañero no estaba del todo emocionado por volver

-Por favor Sai déjame dormir con ustedes hoy-pedía entre suplicando y rogando a su amigo con un rostro suplicante y lastimero que bien ambos morenos sabían que era falsa que mal para el moreno que sus amigos lo conocian tan bien-

-Lo siento Sasuke no puedes quedarte…apenas cabemos Sai y yo, no es por nada pero no creo que sea tan malo que vayas a dormir con el rubio ese-esta vez era Suigetsu el que defendía su pequeña morada ya que a pesar de ser un instituto para jóvenes con dinero era evidente que algunos gozaban de privilegios como una habitación mucho más grande, y el caso de Sasuke que tenia una habitacion del doble del tamaño que la de sus amigos para él solo, claro que eso había cam- biado con la llegada de cierto rubio que en un solo dia le habia hecho la vida y la cabeza hecha un lio.

-Acaso estás loco?!- miro molesto y con un ligero tic nervioso en su ojo derecho como era típico del cuándo las personas no hacían su volun- tad- si duermo con el capas y mañana no amanezco casto- miro a sus amigos con lágrimas fingidas sus típicas lágrimas de cocodrilo que eran su último recurso para conseguir lo que quería pero para su mala suerte esta vez no lograrían ayudarlo, tal vez si fuese con una persona diferente pero no con Sai y Suigetsu ya que ellos conocían todos sus mañas en ese momento el moreno maldecia que lo conocie- ran tan bien.

-No seas dramático Sasuke…si hablas con el… al menos usara lubrican- te-esta vez era turno de Suigetsu de burlarse ya que siempre era el azabache el que se burlaba de el, pero no esta vez, esta era su oportu- nidad y no pensaba desaprobecharla-

-No es gracioso que tal si es un violador empedernido?- trato de defen- derse ya al borde del desespero no le quedaban mas opciones ya que ellos eran sus unicos amigos en todo el colegio, basta con conocerlo solo para saber que se carga una gran lista de enemigos con los que no podia contar para favores, y eso lo habia aprendido tan solo unos minutos atras-

-Bien quédate pero por favor ya basta de tus dramas- Sai suspiro pesa- damente mientras se recostada en su cama cansado de los dramas y lloriqueos del moreno que bien sabia no iba a parar hasta conseguir lo que queria- puedes dormir en el sofá si no te molesta

-Bueno tu cama se ve más cómoda- los miro con un ligero puchero pero al ver el rostro de Sai casi amenazador solo le sonrio negandole un la mano-hehe era broma era broma- sonrió sentándose en el sofá mientras suspiraba aliviado-“bien… mañana buscaré otra habitación para quedarme… ni loco me pienso arriesgar a que ese pervertido me viole” –con esos pensamientos y una buena taza de té se quedo dor- mido en el incomoco sofa que apenas era lo suficientemente grande para que el cupiera.

Eran más de las 6 de la tarde cuando los alumnos regresaban de sus agotadoras y tediosas clases como ellos solían describirlas. Pudo haber sido una noche tranquila, los dormitorios estaban a punto de apagar sus luces y algunos ya estaban en plena oscuridad descansando, soñando tranquilos o en ciertos casos estudiando para un examen.

Todo sería tranquilo…o al menos eso esperaba cierto azabache que dormía tranquilo en el sofá, cuando escucho toquidos en la puerta, en un principio fueron leves y cortantes, pero cuando comenzaron a ser fuertes y constantes.

La noche hubiera sido tranquila, al menos eso esperaba Sasuke que con los golpes en la puerta había despertado junto con sus compañeros de habitación y posiblemente medio colegio.

“sea quien sea el desgraciado que está tocando como bestia le partiré la cara” esos eran los pensamientos de Sasuke mientras se levantaba para ir a cumplir su amenaza mental cuando de repente los toquidos cesaron causando un suspiro de alivio en el morocho que estaba a punto de volver a dormir en el incómodo sofá cuando un estruendo que ni él ni sus compañeros que habían despertado a asustados por el sonoro ruido se esperaban.

Fue con una patada que alguien molesto derribo la pobre puerta que ahora yacía en el suelo, si la puerta fuese un ser humano o un ser vivo posiblemente esa habría sido su causa de muerte, Sasuke, Sai y Sui- getsu estaban en shock mirando asustados al intruso que apenas podían ver su silueta por la luz que se colaba por los corredores del colegio, podían distinguir algunos rasgos del sujeto, como que era bastante alto, podían ver que era de compleción fornida y que tenía el cabello corto fuera de eso no podían distinguir otro rasgo que los ayudase a identificarlo. Sasuke estaba seguro que esa persona era un asesino un secuestrador y tal miedo pareciese que fuera un virus que infecto a sus compañeros que de inmediato temieron por sus vidas pensando que fuese un ladrón o un malandro que buscaba aprovecharse de ellos.

Mientras los donceles estaban en sus pensamientos el intruso se acercó a quien más tenia cerca y para su desgracia, ese era el pobre Sasuke quien al sentirse amenazado salió de su transe y miro con el ceño fruncido al sujeto que estaba a pocos centímetros de él y aproximándose, su primer instinto fue echarse para atrás y coger la lámpara de lectura de Sai para rompérsela en la cabeza al pobre sujeto, claro que para estas alturas Sasuke pensaba que el que terminaría siendo la victima seria el pobre hombre que había entrado sin permiso cuando estaba a punto de ejecutar su brillante plan maestro pareciese como si el sujeto que tenía en frente le pudiese leer la mente y saber exactamente lo que iba a hacer porque apenas dio un paso hacia atrás el hombre le jalo de la cintura con una mano sujetándole con una fuerza tan delicada que pareciere un disparo con silenciador, sin darle tiempo de moverse lo cargo al estilo princesa y para cuando Suigetsu y Sai reaccionaron el intruso ya se había llevado al moreno dejando a su paso una puerta tirada en el suelo, dos donceles confusos y asustados, y una escena del crimen que nadie se tomaría la molestia de investigar, pues lejos de haber una puerta herida, el secuestrador se había encargado de que nadie alrededor dijera ni una sola palabra.

SOLO PARA MI NaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora