Capítulo 1.

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 Makoto Naegi, ese era su nombre; Y seguro están pensando "¿Qué pasa con él? ¿Es alguien importante?", pero la respuesta es no, no es alguien para nada importante, es mejor dicho un chico que no sobresale entre la multitud, una persona más.


Sé que podría ser raro hablar de él, y como no es nadie digno de tomar en consideración, es incluso innecesario dirigirle la mirada, o al menos esto es lo que pensaba Byakuya Togami...

Pero partamos por el principio, Hope's Peak Academy. Esta academia rebosante de lujo fue hecha con un simple propósito: Reunir a todos los estudiantes del mundo que tengan un "talento". Había estudiantes con todo tipo de habilidades especiales, "La súper Cantante de Preparatoria", "El súper Deportista de Preparatoria" y contando; Incluso personas que no tenían talento propio soñaban con algún día ingresar en ese lugar, y fantaseaban todo el día respecto a cómo cambiaría sus vidas para siempre, lo cual normalmente era un sueño casi imposible de alcanzar.

Cada año, la prodigiosa academia llevaba a cabo una lotería donde solo una persona puede ganar, y esta sería nombrada "El estudiante Afortunado Definitivo"; Un título bastante aburrido, ¿No? Aunque gracias a esta tradición, un chico en especial tuvo la oportunidad de estudiar aquí y hacer de su vida un éxito. Así es, era Makoto Naegi, un chico peli-marrón con ojos color avellana, con una estatura bastante baja. No era alguien que se sintiera muy orgulloso de su talento, pero al menos podía poner pie en un suelo donde un millón de personas excepcionales habían caminado alrededor de los años.

Hoy era su primer día aquí, en esa academia, lo cual Naegi no podía creerse aún. Estaba muy nervioso, emocionado y asustado, todas las emociones mezclándose entre sí, lo cual le provocaba tener la sensación de querer vomitar.

Él tuvo que hacer un examen práctico para demostrar que era apto para estudiar el primer año en este prodigioso lugar, el cual le comió la mitad del cerebro estudiando y desvelándose en las noches, pero al final pudo lograr completarlo con una buena calificación.

- Vamos Naegi, debes entrar. – Pensó en voz alta, cerrando los ojos y aspirando aire fuertemente para darse fuerzas. Dio un último vistazo al inmenso lugar al que iba a ingresar y procedió a dar un paso, luego otro, y luego otro... Con cada pisada que daba al suelo de piedra gris, este producía un sonido que ponía al chico bastante nervioso. Tragó saliva y empuñó sus manos dándose fuerzas mentalmente, antes de alzar el pie para completar la última pisada...

...

Naegi se quedó con los ojos cerrados un buen rato, como si una bomba fuera a explotar, y luego notó que ya había dejado la entrada atrás y que solo le faltaba abrir la puerta, la... gran puerta...

Lentamente acercó la palma de sus frías y temblorosas manos al pomo metálico y con una forma peculiar, para por fin dar un suave empujón y echar una mirada al interior. Lucía como una academia sacada de un dorama japonés que a él le encantaba ver; Las paredes estaban hechas de piedra, había casilleros apilados en forma de columna contra la pared y un montón de diseños en el suelo, paredes e incluso el techo, lo cual le daba un toque de estilo.

El chico peli-marrón se quedó un buen rato alucinando con todos los detalles puestos en la decoración interior de esa academia, hasta que decidió levantar la cabeza y endurecer la mirada para cruzar entre todos los increíbles alumnos que rodeaban los inmensos pasillos. Cada quién era diferente, con apariencias y ambiciones únicas, lo cual provocó que Naegi se encogiera de hombros. "Yo no soy nadie en comparación a ellos..." Pensó para sus adentros mientras consideraba seriamente el ponerse la capucha de su suéter color verde oscuro en la cabeza para pasar desapercibido entre todo el mundo.

[DESCONTINUADA] Antes del día (Naegami) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora