Parte 6

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Si le preguntasen a Barry Allen porqué amaba su apartamento, casi siempre la respuesta era "Porque es muy tranquilo" Siempre le gustó el silencio que reinaba en el lugar, sus vecinos eran en su mayoría ancianos y vivía en el séptimo piso, lo cual era conveniente, desde arriba mantenía todo bajo control, pues él amaba tener todo bajo control.

Más en este caso, sentía todo lo contrario, pues como pocas veces en su vida sentía como el control que tanto adoraba estaba fuera de su alcance, Hal jordan, el linterna verde de la tierra y su mejor amigo, estaba arrinconándolo en su habitación, pues luego del desastre en el museo, y salir medianamente herido, el piloto lo trasladó a su apartamento luego de un berrinche con la liga, y le tenía en un extraña posición, de hecho, creyó ver esto en las películas, y al ser un chico jamás pensó que le sucedería.

-Barry... ¡¿En que estabas pensando?! Podrías haber muerto... Ahhh claro, pensaste que podrías haberlo hecho tu solo, el increíble Flash puede hacer todo por su cuenta, por su puesto, ¡Eres insufrible Barry!

-Hal yo...- El rubio intentaba refutar, quizás defenderse un poco, más el hecho de que el castaño lo tuviera prisionero entre la pared de su habitación y su propio cuerpo lo tenían marcando el paso, podía sentir como el pecho de Hal subía y bajaba de forma exagerada, entre tanto grito y regaño que éste emitía.

-¡SILENCIO! No tienes palabra que sirva de excusa aquí, ¿Pensaste en cómo fue tener que dejarte ahí? Pensando que esperarías a que pasase lo peor...

-Tenía un plan...

-¡PLAN MIS BOLAS! ¿Y si no resultaba? ¿Nunca piensas en las consecuencias de tus actos? ¡IUGH! Por tu culpa ya me estoy pareciendo a señor "Yo pago las paredes que rompes aquí"- Exclamó el linterna furioso, el velocista le había hecho perder los estribos, y ahora hasta estaba imitando a Batman y sus sermones diarios por destruir una que otra instalación en la Atalaya.

Barry sorprendido notaba como al hablar las venas del cuello del piloto se marcaban con claridad, y en sus orejas parecía acumularse toda la sangre, ya que ardían rojas, obvia señal del enfado que mostraba en esos momentos el castaño.

-Hey... Piloto Jordan... Debería calmarse, solo logrará que las arrugas se le adelanten, señor...- Ésta vez el velocista sonreía, incorporándose como podía por la incómoda posición en la que el linterna le tenía, le divertía el extraño mal humor del contrario, pero aunque lo intentase no era el momento oportuno para bromear

-No... Me salgas con eso, no va al caso... Señor Allen.- El castaño ejercía presión sobre el rubio, mientras mascullaba las últimas palabras, su puño diestro golpeteó la muralla sin mayor fuerza un par de veces, aun así haciendo temblar la pared en la que el rubio se recargaba.

-Cambia esa cara ya ¿si?, no pasó absolutamente nada, estoy de maravilla, y tu sólo estás haciendo el papel de tipo consecuente por unos minutos, de entre todos mis amigos tu eres el tipo despreocupado, déjale a Bruce su puesto entre "los más maniacos" ¿Te parece?- Finalizó pensando que sería una correcta y bien elegida frase, no se imaginó la reacción que crearía en el contrario.

-¿Podríamos alguna vez no nombrar a Bruce Wayne? ¡Aparece en todo, joder! Estás conmigo en esta habitación, soy yo el que está preocupado por ti, no necesitas nombrar a nadie más...- Con rudeza habló hacia un costado, ignorando la mirada de Barry, sus puños se marcaban con ligereza sobre la pared, y su mueca de enfado se mimetizaba con una compleja de entender para el velocista, es más, aseguraba que era nueva en el repertorio de expresiones que el conocía en Hal Jordan.

¿Somos amigos... No? HalBarry / GreenFlashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora