CAPÍTULO 6.

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Todos mis pensamientos de irme, de que me echaran hoy se habían esfumado...Eso ya no entraba en ninguna posibilidad, porque de un momento para otro me encontraba deshaciendo las maletas que me había traído Sam. Estaba en estado de shock, resulta que a la guarra esa que le habían gustado los tres la echaron y a la que me dijo lo de cerrar la boca también, se lo tienen merecido.

Yo ahora mismo me encontraba sola en mi habitación, había dos camas, así que supuse que mi compañera vendría dentro de poco. Yo solo rezaba porque fuese simpática...No pedía nada más. Una vez que termine de colgar mis cosas en el armario que había en la parte de mi habitación, me tumbé en la cama y suspiré. Ya solo me quedaban 3 maletas por deshacer aún, luego mejor...

Me detuve mejor para observar la habitación más detenidamente. Era normal, no muy grande teniendo en cuenta de que habían 60 habitaciones o por ahí. Todavía no había visto el baño propio que tenía la habitación, o al menos supuse que era un baño. Me levanté y caminé hacia la puerta que se hallaba cerrada, la abrí y aluciné. ¡Qué baño! Que grande, que lujoso, que bonito, ¡qué todo! Tenía una bañera espectacular, un tocador fabuloso, simplemente era perfecto...

- ¿Hola?- oí una voz que provenía de la puerta y salí del baño.

En la puerta había una chica pelirroja y con cara amigable acompañada de su chófer, ambos iban cargados de maletas.

- Déjalas por ahí...- ordenó al hombre y este obedeció, cuando dejó las maletas donde ella le dijo se marchó de la habitación.

- Que agotada estoy.- se tumbó boca arriba en la cama, pero al segundo se volvió a levantar y abrió su maleta.- ¿qué me voy a poner esta noche? Tengo que estar guapa.- cerró la maleta y se fue al baño rápido, al segundo volvió a salir y sacó dos vestidos- ¿Cuál?- Me pidió opinión y no me dejó contestar.- Ninguno ¿verdad? lo sé...- Era una chica muy alterada, pero que mucho.

- Eh , eh ,eh...Soy Zelda.- quería que se calmara un poco.

- Yo Eider, si, vengo de Irlanda, lo habrás podido comprobar por esto- señaló su pelo.- Pero ahora no hay tiempo, tienes que ayudarme a elegir modelito para esta noche.- dijo.

- Eh, relájate. Son las 16:30, espera un poco ¿si?- Dije cogiéndole de los hombros y sentándola en la cama.- woah, que energía tienes Eider...- dije riéndome.

- Lo se, no paro nunca.- dijo sonriendo.- es que estoy muy nerviosa, es mi sueño hecho realidad.- le sonreí.

- Mira, ¿qué tal si en vez de quedarnos aquí hasta las 18:00 salimos de la habitación e investigamos un poco y cogemos un poco de comida?- Tenía hambre, nos habían dado poco de comer, como mucho ¿vale?

- ¿Y si nos pillan? es mejor obedecer...- dijo.

- Uy Eider, tu tienes que soltarte un poco eh...Además que si voy a estar aquí tres meses , que más que me divierta un poco. Además que no va a pasar nada...- dije con malicia.

- Zelda, no se porque pero veo que me vas a traer muchos problemas...- dijo sonriendo y negando con la cabeza.

Le cogí de la mano y la saqué de la habitación. Cerramos la puerta y había mucho silencio por el pasillo, demasiado diría yo. Iba yo delante "dirigiendo" todo lo mejor que podía, ya que no sabia ni donde estaban las escaleras para bajar. Estaba muy pérdida, pero bueno, de eso se trataba aquello ¿no? de investigar.

- ¿Estás segura de adonde vamos?- Eider preguntó, yo asentí con la cabeza, pero no era verdad.

Seguimos caminando hasta que de repente oí el ruido de dos mujeres conversando, me asomé por el muro y venían en nuestra dirección, eran dos criadas. En un acto reflejo cogí a la que seria mi nueva amiga aquí y nos metimos en la primera habitación que encontré.

El baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora