CAPÍTULO 9.

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Era domingo, el día anterior terminó normal, no ocurrió nada especial. Lo único que pasó fue que Yael me dijo que hoy tendríamos la cita en la piscina, que la había cerrado exclusivamente para nosotros.

Me ponía nerviosa la idea de estar en bikini con el y también de verle en bañador, con su tonificado cuerpo...¡Basta ya!.

La íbamos a tener a las 12:00, a la misma hora que la cita que tuve con Bastian. Quedaban 10 minutos y yo todavía me encontraba en frente del armario debatiendo que bikini ponerme. Opté por el negro, era normal, me hice una coleta y salí de la habitación.

Eider no estaba, había salido para jugar al tenis con Lisbeth, pobres...de alguna manera u otra tendrán que entretenerse aquí. Confío en que las elegirán la próxima vez.

Estaba bajando por las escaleras y me crucé con bastantes chicas las cuales no me miraron de muy buena forma. No entiendo porque...

No llevaba toalla, ya que no tenía. Con forme avanzaba por los pasillos de la casa me arrepentía de no haberme puesto algo por encima. Hay que ver lo malas que pueden a llegar a ser las chicas con tan solo una mirada.

Llegué a la piscina y el todavía no había llegado, no me iba a quedar esperándole ahí fuera, así que decidí meterme dentro.

Estaba calentita el agua. Me puse hacer piruetas en el agua, estaba haciendo el pino cuando sentí que algo chocaba contra mis piernas que estaban fuera del agua. Me caí y salí del agua. Había sido una pelota.

- ¿Pero que...?- dije viendo quien era.- oh...hola.- saludé.

- Perdón, no quería darte.- dijo Yael.

Tenía el pelo despeinado y solo iba a en bañador, tenía una toalla blanca por su hombro.

VAYA QUE CUERPO.

Estaba flipando, no pensaba que estaría tan...tan...tan...potente.

Seguro que estaba mirándole embobada, le miré y el me miraba sonriendo. Seguro que el sabía donde estaba mirando segundos antes, pero no hizo ningún comentario al respecto. Menos mal.

Posó la toalla en una de las tumbonas y en un segundo se encontraba dentro conmigo, en la piscina. Se tiró de cabeza y no salió del agua hasta llegar a la otra punta de la piscina, vaya capacidad para aguantar el aire. Una vez que salió del agua me sonrió.

- Está bien eh, el agua.- dijo elevando la voz ya que estábamos un poco lejos.

Vino nadando hasta donde estaba yo, que era donde llegaba pie de puntillas, a el por la barbilla, era solo un poco más alto que yo, no mucho más.

- He estado antes con Jane.- dijo.

Supuse que era la chica con la que había tenido cita.

- No se quien es.- me reí.- ¿Y qué tal?- pregunté para no quedar como una borde.

No me interesaba como le había ido en su otra cita, es decir, no tiene porque contarme como ha sido estando aquí conmigo. No viene a cuento.

- Bastante bien, nos hemos conocido más y eso...- contestó.

Creo que no había captado que era una pregunta de las que se suelen decir por decir.

- Bastian me ha contado lo que hiciste con el, lo de las preguntas y yo quiero hacer lo mismo, es decir, es una muy buena idea para conocernos mejor y eso.- continuó hablando.

- ¿Y dónde guardas la cajita?- pregunté.

- Me la iba a traer Bastian, es que son suyas las preguntas.- contestó sonriendo.- no tardará...Mira.- señaló a la entrada de la piscina.- por ahí viene.

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