Me dirigía al sitio donde me estaban esperando, tenía 0 ganas de ver a Nil. Estaba atacada de nervios, enserio, pero que muy nerviosa y no tenía ni la más mínima idea del porque, es decir, tampoco es para tanto.
Los veía a los lejos sentados, los tres estaban en un banco y delante tenían una silla para que la chica se sentara digo yo. Conforme me acercaba me miraban de arriba a abajo. Genial, así me voy a poner más nerviosa. Pero Nil era el único que estaba serio.
- ¡Hola!- saludó Yael.
Un punto para el, se le veía bastante agradable a diferencia de otra persona que yo me se...Ejem.
- Qué guapa estás Zelda.- me piropeó Bastian.
Vi como Nil los miraba mientras levantaba las cejas. ¿Pero qué...?
- A ver te hemos elegido porque eres una chica que a simple vista llama la atención y nos gustaría conocerte a los tres.- dijo Yael. Iba a hablar pero alguien se me adelantó.
- A los dos.- corrigió Nil refiriéndose a Bastian y Yael. Le miré mal porque estaba en un plan muy borde. Inmaduro.
- Ni caso Zelda, es un inmaduro.- Justo lo que había dicho yo, pensé. -El se lo pierde, mejor para nosotros.- me guiñó el ojo Bastian.
Era muy mono, sonreí ante lo que dijo.
- Bueno, ya te conoceremos más a fondo, pero por ahora, cuéntanos algo sobre ti.- dijo Yael mirándome fijamente. Por cierto le quedaba muy bien el traje que llevaba.
- Soy Zelda, tengo 16 años recién cumplidos y soy de Mérida, de aquí, España- comencé a decir pero alguien me interrumpió por segunda vez.
- Una española...así estáis todas de locas.- dijo Nil.
¡¿QUÉ?!
- Venga como si los Noruegos no tuvierais lo vuestro...- me defendió Yael, le miró de manera fulminante y Nil le miró sonriendo con malicia.- Continúa por favor.-dijo. Se notaba que quería escucharme.
¿Así que Nil es noruego? ¿Y los otros?
- Vivo con mi familia, obviamente, pero trabajo para a portar algo de dinero a la casa. Digamos que soy bastante madura para la edad que tengo.- Yael asentía con la cabeza a cada cosa que decía y Bastian me miraba fijamante.- Me encanta comer,- no terminé de hablar ya que alguien se rió, vi que era Nil. Le fulminé con la mirada y continué.- escribir todo lo que me viene a la cabeza, estar con mi hermana mayor y con mi mejor amiga...y muchas más cosas.
- ¿Bebes?- preguntó Bastian.
No me esperaba esa pregunta.
- Agua.- contesté rápido.
Yael comenzó a reírse.
- Perdón.- dijo y tosió.
- Me refiero a que si bebes algo de alcohol, se sincera por favor.
- A ver, algo, pero que es normal a mi edad ¿sabes?- Admití y Nil sonrió.
- Esto se pone interesante.- se acomodó en la silla.
Que pesado era. ¿Qué más le daba a Nil si bebía o dejaba de beber? Si el no me quiere aquí, que mas le da.
- Una chica sincera...- dijo Bastian apuntando algo en una libreta que traía.
¿!PERO QUÉ?¡ ¿Qué apuntaba?
- Bueno Zelda, se acabó el tiempo.- dijo mirando el reloj que comenzó a sonar. Dejó la libreta entre sus piernas.
Caray, todo lo que llevaba apuntado.
- Espera, yo quiero hablar con ella a solas, aunque sean 5 minutos.- dijo Yael, no me lo esperaba. Nil rodó los ojos.
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El baile
RomanceTres chicos, tres chicas y un solo baile. ¿Creéis en el amor verdadero? si, ese amor que nunca vas buscando, te llega. Un amor natural sin sentimientos forzados, simplemente un chico y una chica sintiendo cosas muy fuertes e intensas a la vez el uno...