JUNGKOOK / 정국
—¡JEON JUNGKOOK!
Suspiré. Hasta hace unos meses sólo una persona me llamaba así, pero al voltear, desgraciadamente no me encontré con mi bello omega, quien tenía la cosumbre de gritar mi nombre completo cuando quería mimos, sino mi omma quien nos observaba con una mueca de enojo a papá y a mí.
Volteé a ver a mi padre y él sólo se encogió de hombros. Maldita sea, traté de hacer mi mejor cara de perrito para que no me abandonara y tratara de distraer a omma, pero no funcionó.
—Omma...
—¿Por qué rayos no me lo dijiste? ¿Crees que Namjoon tiene mejor gusto que yo? ¿Creías que no me iba a enterar?
—No es eso...
—¿Entonces? ¿Y tú, creíste que no los pillaría?
Papá y yo, derrotados dejamos que siguiera gritoneando un par de minutos más hasta que se calmó. No es que no quisiera decirle, sabía que él tenía mejor intuición que papá para comprar accesorios... pero papá no era un metiche ni se había vuelto super-mejor-amigo de Jimin, en su emoción maternal a papá Jin se le podría salir frente a mi novio que pretendía darle un anillo de promesa y proponerle que era hora de la marca... ¿Cómo decirlo sutilmente?
—Jinnie, no es eso... lo que pasa es que tu cercanía con Jiminnie es un riesgo.
—¿Me estás diciendo bocazas?
Papá sonrió mientras tomaba a mamá de la cintura.
-No exactamente (sí), pero ambos sabemos que de repente te gana la emoción y podrías arruinar la sorpresa. Además el pobre Kookie lo que menos necesita es que estés encima de él.
—Oh vamos ¡Puedo guardar un secreto!
Ambos le dimos una mirada incrédula. Pero ya no había nada que hacer, el mal estaba hecho, aunque si he de decirlo me sorprendía que hubieramos logrado esconderlo durante tres días. La intuición de omma es infalible sin importar lo mucho que nos esforcemos con los años por burlarla.
—Bien, bien, como sea. ¿Me acompañarán a comprarlo? —. Mordí mi labio. Estaba jodidamente nervioso.
Había pasado cerca de un año desde que Jimin y yo nos habíamos encontrado y habíamos comenzado a salir. Todo fluyó tan naturalmente que a veces me sorprendía lo fácil que era estar con él. A veces discutiamos, sí, sobretodo cuando Jimin trataba de ser el dominante con su excusa de la edad y mi lobo exigía que nos lo comieramos a besos para dejar en claro quien era el alfa. Pero fuera de pequeñas cosas que hablando podían solucionarse, todo era maravilloso.
Él me contaba de su trabajo y sus proyectos a futuro y me dejaba pasar horas renovando nuestras marcar de olor, en ocasiones los fines de semana estaba muy cansado y se quedaba dormido sobre mi pecho mientras yo veía la televisión. También era un gran apoyo, siempre me escuchaba y me consolaba en mis momentos de frustración por la escuela y dejaba que me acurrucara junto a él y me acariciaba el cabello hasta que me dormía. Había conocido a sus amigos y su familia, que eran muy agradables y mis padres y Yoongi lo adoraban, sobre todo mi omma.
En realidad había sido difícil esperar, porque desde que lo encontré yo me sentía listo para pasar mi vida junto a él. Pero me di cuenta de que para Jimin no era algo tan sencillo, tenía miedo de que ser él no fuera suficiente y que mi amor sólo fuera un instinto de propiedad y conservación por "ser mi omega", nunca pude entenderlo, para mi no fueron cosas separadas, pero si para que estuviera seguro y tranquilo tenía que esperar un poco, infiernos que lo haría.
Al llegar a la joyería con mis padres, los tres observamos todas las piezas y mis ojos se atoraron con un bello anillo de oro. Era muy simple, delgado y con unos diamantes incrustados en medio. Era perfecto, sencillo, nada estorboso, pero significativo. Mis padres me enseñaron otros, con piedras y flores, pero terminé eligiendo el dorado, para constenación de omma que insistía en que me llevara uno rosado.
Horas después sonó el timbre de la casa y escuché mi voz favorita.
—Buenas tardes señores Kim.
-¡Jiminnie! Pasa, Kookie no tarda en bajar.
—Gracias.
Corrí torpemente y me aseguré de guardar la cajita en el bolsillo de mi chaqueta. Había pensado en llevarlo a la feria y hacer el númerito en la rueda de la fortuna, sin público para evitar hacer el oso. Al llegar a la planta baja, vi a mi omega sentado en la sala mientras mi mamá le hacía la plática. Mi lobo aulló de felicidad al saber que nuestro omega estaba con nosotros. Traía puesto una camisa blanca y unos pantalones beige, se veía hermoso. Embobado, me acerqué y me deje caer junto a él mientras acercaba mi nariz a su cuello.
—¡Kookie! ¿Estás listo?
—Siempre.
Me levanté y jalé a Jimin de la mano para enroscar mi brazo en su cintura y voltear hacia mis padres.
—Nos vamos, regreso más tarde. Cualquier cosa les aviso.
—De acuerdo hijo, suerte.
—Se van con cuidado.
—Byeee.
En lo que nos encaminamos a la puerta volteé y ambos levantaron sus pulgares en apoyo. Respiré hondo y abrazado de mi omega, nos encaminamos a la feria.
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Inefable II Kookmin Omegaverse
Short Story"Del lat. ineffabĭlis 'indecible'. 1. adj. Que no se puede explicar con palabras." Esa es la mejor manera de explicar como se siente Jimin el día en que por breves instantes se encuentra a un desconocido que le remueve todo en su interior. ❁Historia...