Inefable II Kookmin Omegaverse

¿Amor o destino?

JIMIN / 지민

Tardé unos minutos en procesar lo que había sucedido mientras sentía como mi cuerpo se derretía como gelatina y me exigía volver junto al dueño de aquel aroma. Mi lobo gruñía lastimeramente como si estuviera en medio del desierto y le hubieran negado el agua. No sabía qué hacer ¿bajar en la siguiente estación y esperarlo? ¿seguir como si nada? Las preguntas resonaban en mi mente mientras tomaba una decisión. 

Había otro problema. Aparentemente mi cuerpo había entrado en celo y no era seguro andar merodeando por ahí, un omega soltero y tirando feromonas era un peligro para sí mismo. ¿Era a esto lo que llamaban encontrar a tu alma predestinada?

Me sentía contrariado, por un lado, necesitaba regresar con él, algo dentro de mí sabía que había encontrado aquello que me impedía ser completamente feliz. Por el otro lado, me sentía molesto, era un desconocido, fuera de que estaba guapo (porque lo estaba), no sabíamos nada de nosotros. Para él, sólo era un omega de buen aroma al igual que para mí sólo era un alfa atractivo, no sabía nada sobre sus sueños o sus temores ¿Por qué debería aceptarlo tan fácilmente? ¿Sólo porque mi cuerpo reaccionaba a él?

Decidí bajarme en mi estación, ponerme en la esquina más lejana que pudiera y hacer una llamada de auxilio. Marqué y a los dos tonos una voz que no correspondía al dueño del telefonó me contestó.

—¿Diga?

—...¿Hoseok?

—¡Chim Chim! ¿Cómo estás? Si necesitas a Tae está en el baño.

—En realidad no, ¿están en su casa?

—Sí, estamos por ir al cine, queremos ver la nueva película...

—¿Está Baekhyun por ahí? Es una emergencia, necesito hablar con él.

El tono de mi amigo cambió de inmediato.

—¿Está todo bien?

—Más o menos, por favor necesito hablar con hyung.

—Claro, aquí te lo paso.

Oí algo de jaloneo y la dulce voz del hermano de Taehyung sonó por el altavoz.

—Jimin ¿Qué pasa?

-¿Cómo te sentiste cuando conociste a Chanyeol hyung?

—¿Quieres que te cuente mi historia de amor?— dijo incrédulo.

No podía culparlo, Chayeol y Baekhyun eran la única pareja de almas predestinadas que conocía. Ambos se habían encontrado por accidente cuando Baekhyun le había tirado un café encima a Chanyeol y ¡pum! amor a primera vista. Ambos contaban la historia a cada oportunidad que tenían y tanto mi amigo como yo podríamos recitarla de memoria, sin embargo, eso no era exactamente lo que quería saber.

-No, quiero saber cómo te sentiste, la reacción de tu cuerpo.

Después de una pausa y un suspiro contestó.

—Pues, principalmente, sentí mucho calor, como si estuviera entrando en celo.

Maldita sea. Solté un sollozo al darme cuenta que, en efecto, era lo que yo pensaba.

—¿Te encontraste con esa persona?

—Cr-eo qu-e sí...— alcancé a contestar mientras el llanto me azotaba.

—¿Y cuál es el problema Chim? ¿Estás con ella?

—Es é-l... y no.

—¿Entonces es porque es hombre?

—No.

—¿Estás solo a medio celo en la calle?

—Sí...

—¡Mierda Jimin! ¿Dónde estás?

—En... la esta-ción de Soo-ngs-i..l

—Ok, no te muevas. Tae y Hoseok van por ti.

—Ok...

—Pero no entiendo cuál es el problema ¿No deberías estar feliz? ¿No sientes que por fin estás completo? ¿Me vas a decir que de verdad querías seguir solo?

Escuché ajetreos al fondo, seguramente mis amigos que vendrían en mi rescate en lo que Baekhyun se mantenía en contacto. Ellos eran mi segunda familia, y sabía que no me dejarían sólo en esas circunstancias.

Traté de respirar hondo antes de responder.

—Me siento confundido, no pensé que me fuera a pasar. Además de que me molesta saber que estoy encandilado con alguien a quien no conozco, me atrae como un imán y sentí dolor cuando nos separamos, porque lo vi antes de que quedara fuera del tren. Pero es un desconocido, no sabe nada de mí, sólo me quiere por ser un omega, no por ser yo. Siempre he pensado que eso de las almas gemelas es una mierda, sin ofender.

—Mmm, entiendo Jiminnie, pero quizá deberías pensarlo desde otra perspectiva. Yo lo considero como una pequeña ayuda. ¿Sabes? No todos podemos tener la suerte de Tae y Hoseok.

—¿A qué te refieres?

—Tae y Hoseok se conocen desde el jardín de infantes, crecieron juntos y naturalmente se enamoraron ¡Están hechos el uno para el otro! Quizá no tienen una historia donde conectaron miradas y sus lobos aullaron, porque desde el principio se han pertenecido. Pero otros no tenemos tanta suerte. Recuerdas de que trabajo ¿no?

—Ajá... eres profesor de música.

—¿Y Chanyeol?

—¿Veterinario?

—Exacto. No tenemos ningún contacto común y de manera natural nunca nos habríamos conocido, pero nos encontramos y con el tiempo nos dimos cuenta de que éramos perfectos el uno para el otro. Sería muy triste saber que te encontraste con la persona que te puede complementar y no poder reconocerla porque por crueldades del azar nunca más la volverás a ver. ¿no lo crees?

—...

No sabía que pensar, supongo que jamás me lo había planteado de esa forma. Quizá Baekhyun tenía razón, era una manera de reconocer a esa persona especial en medio de la muchedumbre. Solté una risa amarga por la ironía. Sin embargo, había perdido la oportunidad de conocer a ese muchacho y ya había pasado bastante tiempo, las posibilidades de que hubiera tomado el siguiente tren y se hubiera bajado en la misma estación para seguirme se habían ido por la borda. En lo que había estado hablando por el teléfono ya había pasado un tren. Volví a llorar y sólo escuchaba como Baekhyun trataba de calmarme. Mi lobo se sentía triste, abandonado. No sabía si podría vivir con esa sensación de pérdida que me oprimía el pecho.

Pasaron unos minutos más hasta que oí que gritaban mi nombre.

—¡JIMIN!

Vi a mi amigo de sonrisa cuadrada correr con el rostro pintado de preocupación. Al verme llorando cual Magdalena sólo atino en abrazarme fuerte en lo que me consolaba.

—Shh, ya pasó ChimChim, todo saldrá bien.

—So-y un idio-ta.. lo he pe..rdido.

—Si están destinados a estar juntos lo volverás a encontrar.

Yo sólo me aferré más a mi amigo mientras trataba de mantener en mi nariz ese delicioso aroma, que de no estar tan moquiento y torpe, habría jurado que se hallaba cerca de mí.