Misa

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18 de abril.

Habían pasado dos días desde la sesión fotográfica con Misa-Misa,  y estuve deliberando si llamarla para quedar con ella o no, y finalmente me decidí por el sí, sería interesante conocerla a pesar de tener opiniones distintas sobre el famoso asesino que estaba arrasando con los criminales del país, Kira.

Hoy al salir de clase le llamaría, y a ver qué tal, tampoco perdía nada...

Fui a clase, la verdad es que los jueves no eran un día muy duro, además tenía una hora libre en la cual fuí a una cafetería con una de las amigas de la universidad.

Al terminar, llegué a casa, tomé una larga ducha y me dispuse a llamar al numero que Misa me había facilitado.

-Diga?- dijo una voz un poco confusa, pero al mismo tiempo seria y profesional.

-Hola, mi nombre es ____, hace unos días fuí la estilista de Misa para su sesión fotográfica en la revista Eighteen, ella me facilitó este numero para que la llamase.- Dije amablemente.

-Oh, de acuerdo, en breves le enviaré un SMS con su teléfono para que se comunique con ella, ya me lo había comentado, gracias por llamar, _____.-Dicho esto, colgó.

Me llegó el SMS con su información y me dispuse a llamarla.

-Diga?-dijo misa con su voz aguda.

-Hola Misa, soy ____.

-¡Oh! Hola _____, pensaba que al final no ibas a llamarme- dijo con ilusión en la voz.

-Disculpa por tardar, es que he tenido varios trabajos en la universidad aparte de mi trabajo en Eighteen, ya sabes...-dije disculpándome.

-¡No pasa nada!, como va todo?

-Bien muy bien!, te apetece hacer algo esta tarde? si estás libre claro, hoy no tenían mucho trabajo en Eighteen así que tengo la tarde libre y pensé en llamarte.-dije algo pensativa.

-Claro, te apetece ir de compras por el centro? la verdad es que tenía pensado ir, luego nos tomamos algo si quieres.

-Claro, quedamos a las 17:00h?-dije intentando sonar convincente, no me desagradaban las compras, pero al tener el día libre tenía pensado algo más tranquilo para pasar la tarde.

-Perfecto, donde nos vemos?, yo vivo en un apartamento cerca del hotel Imperial, si te parece bien quedamos ahí mismo- dijo Misa cada vez con más entusiasmo, se notaba que se aburría al no conocer a nadie de la zona.

-Me parece bien Misa, ahí estare.-dije amablemente.

-Entonces hasta luego!-dijo misa alegre.

-Hasta luego!-colgué.

____

Después de ponerme ropa más comoda, salí de casa de camino a mi encuentro con Amane. No era un camino muy largo, y me gustaba caminar, así que puse musica y fui andando.

Llegué diez minutos antes ya que caminaba bastante rápido, y decidí esperarla sentada en un muro que había junto al hotel.

Estaba mirando a la nada, cuando me giré por inercia al oír la puerta de un coche cerrarse, estaba junto a la entrada principal del hotel, se trataba de una limusina negra y muy elegante. Un hombre con un sombrero la conducía y se disponía a entrar al parking. Vi una silueta entrar, era alguien que llevaba una camiseta blanca, pero no llegué a verle bien, aunque no sabía porqué me parecía haberla visto antes.

-_____!- escuché gritar a una voz familiar. Era Misa.

-Hola Misa.-La saludé cordialmente.

-Estás lista para una tarde de compras?- dijo guiñándome un ojo con entusiasmo.

-Claro, vámonos.-Le dije con una sonrisa.

La tarde no fue tan pesada como esperaba, incluso me compré un par de cosas. Esperaba que ir de compras con una modelo como Misa iba a ser un reto, pero resultó ser mejor de lo que esperaba. La verdad es que cada vez le tenía más simpatía.

-Bien, que te apetece hacer? la verdad es que tengo un poco de hambre, te apetece ir a un bar de por aquí?, así podemos contarnos más sobre la otra. -Sugirió Misa.

-Claro, suena bien- dije esbozando una sonrisa en acuerdo con su propuesta.

Nos dirigimos a un bar que al parecer frecuentaba Misa, ya que al entrar la saludaron como si hubiese ido almenos un par de veces desde que se había mudado.

-Me gusta mucho este sitio, es tranquilo y nadie me ha reconocido todavía, además hacen un té buenísimo.-dijo Misa.

Era un bar moderno, con mesas de cristal negro y sillas plateadas con rojo, la verdad es que pegaba totalmente con su estilo.

-Gracias por enseñármelo. Es bonito- dije mirando a mi alrededor.

Tomamos un par de tazas de te junto con un par de pastas bajas en grasas, ya que Misa seguía una dieta especial debido a su profesión como modelo.

Hablamos bastante, me contó algunas anécdotas que había tenido con fans, algunos de los cuales eran chicos que siempre intentaban llamar su atención para intentar estar con ella, lo decía como si fuese algo a lo que no darle mucha importancia.

-Y que hay de ti? No sales con ningún chico? -Preguntó Misa con una sonrisa curiosa, como si estuviese retandome a contárselo. 

-Pues la verdad es que ahora mismo con la universidad y el trabajo no tengo mucho tiempo para eso, hace meses que no quedo con ningún chico, aunque tampoco es algo que eche de menos.- dije sincera. La verdad es que no me era difícil conocer a chicos, y había tenido alguna que otra relación pasajera con alguno, pero la verdad es que ninguno llegó a enamorarme ni a captar mi total atención como se suponía que debía ser, así que había dejado ese tema de lado por el momento.

-Ya entiendo, deberíamos salir algún día de fiesta, quien sabe a quien podemos conocer.- dijo sacando la lengua con un leve sonrojo.

-Claro, suena genial. -Dije. La verdad es que me gustaba salir de fiesta.

-Perfecto, pues para la próxima ya tenemos plan.- Dijo misa más que contenta. Le dediqué una sonrisa.

Hablamos un rato más, por suerte no salió el tema de Kira, cosa que agradecí, no me gustaba nada hablar sobre eso sabiendo la admiración que ella sentía hacia el famoso asesino. Pasó un buen rato y finalmente nos despedimos, volví a casa esta vez en metro, se había hecho bastante tarde, llegué a casa sobre las 21:00h, cené algo rápido, me puse a redactar unos informes que tenía pendientes para el día siguiente y puse un rato la TV.

Haciendo zapping me encontré con algo realmente escalofriante.

El presentador del programa que estaba en emisión se desplomó en pleno show. Cambié el canal instantáneamente por el trauma, y en la NHN sucedió exactamente lo mismo, así que decidí apagar la tele y salí a tomar aire, realmente estaba nerviosa. Era la segunda vez que veía morir a alguien, y esta vez habían sido dos personas. Pude oír sirenas a lo lejos...





To wish Impossible Things. L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora