Pistas

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Las aspas de un helicóptero sonaban mientras se oía en la noche un búho en algun lugar cercano. Las montañas parecían en completo silencio a lo lejos. La luz blanca de la luna iluminaba un punto blanco a mi derecha. Por algún motivo me parecía algo familiar. Escuché latidos de un corazón a lo lejos, una, dos, tres, y hasta seis veces, era relajante y sentí la calidez de alguien al respirar. De pronto todo se volvió negro. La imagen se difuminó hasta sumergirme en total oscuridad. 

Tienes que hacerlo, solo tú puedes. Sólo yo puedo...

De nuevo esa voz omnipresente hablaba, no podía identificarla pero por alguna razón tuve la sensación de conocerla de toda la vida. De pronto escuché una especie de cortocircuito.

Abrí los ojos. Pude ver la luz del sol cegándome desde la ventana de la habitación del hotel y me di cuenta de que había sido un sueño. Un tanto extraño, y otra vez esa voz...

Cojí mi teléfono que estaba bajo mi almohada y decidí anotarlo, como había hecho ya con el resto. En ese momento me dí cuenta. La imagen de anoche me vino a la cabeza como si estuviese pasando en ese mismo momento. Me sentí algo avergonzada y violenta. Normalmente no suelo ser así, ni siquiera pude entender el porqué pero recordé una vez mas la imagen de los labios de Ryuzaki tan cerca de mí, sus ojos profundos y su mano bajo mi codo. Me sentí algo avergonzada pero al mismo tiempo me di cuenta de su atractivo, sus ojeras y sus ojos profundos le otorgaban el poder de intimidarte y ocultar sus pensamientos. Tan frío, pero a la vez, anoche parecía tan humano ante la confusión. Una sensación extraña me invadió en el estómago. 

Qué hubiese pasado si el ascensor no me hubiese traído de vuelta a la realidad en ese momento? No sé si hubiese sido capaz de aceptar el impulso de lanzarme a sus labios pero...la verdad es que quería hacerlo, algo me atrajo de él, de ellos...Me mordí el labio mientras recordaba la anterior noche. Me dí cuenta de que en algún momento volvería a ver a Ryuzaki, y no sabía qué pensaría ahora él de mí, siendo tan serio como es el, tan frío y calculador. No sabía con qué cara mirarle. 

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi teléfono, alguien me estaba llamando. Miré la pantalla y ví el número que Ryuzaki me había facilitado. Mierda.

-Diga...?- dije al descolgar.

-Necesito hablar contigo y hacerte unas preguntas, a solas. En una hora estaré en tu habitación, es bastante urgente, si necesitas más tiempo solo dímelo.- era Ryuzaki.

-De-de acuerdo,  gracias por avisarme Ryuzaki.- dije- Estaré esperándote dentro de una hora.

-Gracias.- colgó.

Unas preguntas, a solas?

Qué preguntas? y porqué a solas? Sería por lo de anoche? Quizás, aunque estoy segura de que Ryuzaki está demasiado ocupado con el caso Kira y tendrá mil cosas más importantes que hacer antes que presentarse en mi habitación e interesarse en eso, es verdad que estaba confuso pero...no creo que él llegue a tener ese tipo de impulsos hacia alguien como yo, no cuando somos tan distintos y él es alguien tan importante. A sus ojos debo ser una carga más en el caso, una sospechosa que se niega a cooperar. Sea lo que sea, en una hora lo sabré.

Me levanté, me arreglé un poco y desayuné un café con galletas. Me levanté de la mesa para sentarme en la cama cuando oí que tocaban a la puerta. 

-Adelante.- dije.

-Buenos días ____.-dijo Ryuzaki en su voz monótona habitual.

Se dirigió a la mesa y tomó asiento. Me miró, esperándo a que me uniese a él. Su expresión era la de siempre, estaba serio y se mostraba frío. Me dirigí hacia él y tomé asiento.

-Qué sucede?- le pregunté para que me dijese el motivo de nuestra reunión.

-Verás, es que el comportamiento de Amane cambió repentinamente ayer y quería preguntarte algunas cosas, necesito que respondas con sinceridad para saber con seguridad qué camino tomar a partir de ahora.- dijo mirándome seriamente.

-Claro, que necesitas saber? - dije suplicando en mi interior que no me dijese nada referente a los shinigamis o los cuadernos.

-Verás, como ya sabrás Amane se me presentó como la novia de Yagami, pero en cuanto la encarcelamos se negaba rotundamente a hablar sobre él. Incluso declaró no conocerle. Todo esto curiosamente después de dormirse. Más tarde despertó creyendo que había un acosador grabándola para sus propios fines. También se negó a hablar sobre Kira y la posibilidad de ser el segundo Kira, pero sin embargo, una vez despertó nos afirmó que sentía admiración hacia él por haber matado al asesino de sus difuntos padres, y mostró indicios de desear realmente saber quien era. Necesito saber que opinas al respecto en base a lo que tú sabes sobre Amane, o sobre cualquier cosa que ella te haya contado, por favor.- dijo de un tirón, y fijó su mirada en mi.

-Bueno, la verdad es que es extraño que de repente negase su relación con Light, pero teniendo en cuenta que cuando se presentó ante ti no sabía que eras...L, eso podría tener cierta explicación supongo. Quizás al verse envuelta en esto y enterarse de ser sospechosa de ser Kira simplemente quiso mantenerle al margen para no perjudicarle. -Ryuzaki me miraba fijamente, y colocó su dedo pulgar entre sus labios sin quitarme la mirada de encima, brindándome su total atención. Desvié la mirada al darme cuenta que mirarle me estaba distrayendo, y proseguí.- Respecto a su admiración hacia Kira, debo confesarte que me había contado exactamente lo mismo sobre lo de sus padres, y me dijo que ojalá pudiese agradecérselo. La verdad es que es extraño que primero lo negase y de pronto lo dijese como si nada, pero a lo mejor simplemente estaba asustada, aunque no se que más decir al respecto puesto que tampoco la conozco tanto...-dije mirándole al terminar. 

Él se quedó unos segundos mirándome, no más de tres, pero se me hicieron muy largos, se quitó el dedo de entre los labios y se dispuso a hablar. Y nuevamente fijé mi mirada en sus labios al ver como los separaba para hablarme. Desvié la mirada de nuevo. 

-Muchas gracias por tu colaboración, gracias a esto mis sospechas han aumentado, y una vez más, parece ser que tenía razón.- dijo en un tono más tranquilo, pero manteniendo su tono monótono y frío.

-Me alegro de haberte ayudado.-le dije intentando sonar amable, estaba más tranquila ahora que había podido ayudarle intentando darle información sobre Misa, espero que esto ayude a cerrar el caso, por muy mínimo que sea, no puedo arriesgarme más por el momento.

Dicho esto Ryuzaki se levantó y se dirigió a la puerta. Decidí al menos disculparme por lo de anoche, por muy embarazoso que fuese. 

-Oye, Ryuzaki...Siento lo de anoche.-le dije con algo de vergüenza y intentando evadir el contacto visual.- de verdad que no estaba muy consciente y no te ví hasta que chocamos.

Ryuzaki me miró, por un momento apartó la mirada de mis ojos y miró mi rostro, apartó la mirada hacia un lado.

-No te preocupes, no tiene importancia.- me dijo en un tono indiferente después de pensar durante unos segundos. -Hasta pronto. cerró la puerta detrás de sí.

Tal y como yo pensaba, ni siquiera tuvo importancia y yo tuve que recordárselo. Tengo que dejar de mirar sus labios cada vez que le veo, sí, lo reconozco, me parece atractivo y me transmite mucha curiosidad, pero es solo eso. Suspiré y me recosté sobre la cama.

To wish Impossible Things. L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora