To wish Impossible Things. L Lawliet

Pensamientos

Me quedé plantada justo donde me acababa de despedir de Ryuzaki. La verdad es que en cierto modo me había dolido la manera en la que se fue, me sentí despreciada por decirlo de algun modo, tal y como se habían dado las cosas no imaginé que se iría de así, como si se hubiese arrepentido o como si no le hubiese gustado lo que ambos provocamos. En cambio yo...esa sensación de conectar con alguien, la manera de besarle, tan lenta y cuidadosamente, saboreando sus labios como si tuviese todo el tiempo del mundo, como si no hubiese nada más de que preocuparse...creo que nunca sentí ese tipo de conexión al besar a nadie, ni siquiera con ningún ex novio o cualquier otro chico que hubiese besado antes.

Toqué mis labios con las yemas de mis dedos, con los que hacía menos de un minuto había tocado los suyos, me sentí estúpida por mostrarme tan vulnerable hacia él con ese gesto, como si necesitase su tacto o lo extrañase, para que luego el se fuese de esa manera tan brusca, como si necesitase alejarse de mi al contrario que yo, que me sentía con ganas de seguir ese beso, pensándolo bien, podría hacerlo durante horas...

Recordé su mirada, la intensidad con la que me miraba, no había notado eso en el desde el que le conocí, pensé que a lo mejor quizás el también tenía ganas, pero al parecer no fue del todo así. 

No pude entender el porque estaba pensando tanto en eso, quizás no debería darle tanta importancia? quizás estaba exagerando las sensaciones porque hacía ya tiempo que no estaba con nadie...a lo mejor es algo totalmente humano, la necesidad de querer sentir algo especial.

Decidí hacerle caso a Ryuzaki y me cambié para después acostarme en la cama y descansar, al fin y al cabo este día tan intenso me había agotado.

Estuve dando vueltas en la cama durante un buen rato, recordando el momento en bucle hasta que por fin me dormí.

Punto de vista de L:

Desde la noche en que nos chocamos y estuvimos tan cerca el uno del otro no pude sacarme la imagen de la cabeza, la manera de morderse los labios, su mirada atacando los míos, y la idea de cuales hubiesen sido los acontecimientos si el sonido del ascensor no nos hubiese interrumpido.

Había un 50 por ciento de posibilidades de que hubiésemos acabado acercándonos hasta rozar nuestros labios, aunque no estoy seguro de cual hubiese sido su reacción, tampoco tenía ninguna suposición clara al 100% de qué hubiese pasado después, ya que su estado tampoco era el más favorable para analizarla o sacar conclusiones 100% fiables.

Estuve barajando posibilidades pero todas ellas eran impredecibles, así que llegué a la conclusión de que lo mejor era intentar emular ese encuentro, intentar ver su reacción para saber que hubiese pasado, parecerá una estupidez pero la verdad es que ese pensamiento me provocaba demasiada curiosidad e incertidumbre, además de mis sospechas sobre ella. Quizás así descubriría algo más sobre Kira, aunque las probabilidades fuesen escasas.

Así que después de indagar sobre el tema decidí seguir con mi plan y intentar provocar el encuentro de nuevo. Hoy había pasado el día fuera, así que tenía una buena excusa para ir a verla, siempre podía usar el hecho de que era sospechosa o del repentino cambio de comportamiento de Amane y Light para hacerle creer que tenía una razón de peso para intentar acercarme a ella.

Y así lo hice, me limité a mantenerme cerca, mirando sus reacciones de una manera más disimulada para saber como actuar, así que intenté mantener una conversación más normal con ella o por lo menos intentarlo, y así lo hice. Parecía estar receptiva, y la manera en que me miraba junto a su lenguaje corporal me dieron motivos para pensar que ella también sentía la misma curiosidad que yo.

De pronto me sentí más relajado, la tensión que reposaba sobre mis hombros por el miedo a que su reacción fuese negativa se fue en cuanto intercambiamos una mirada distinta al resto, en esta ocasión pude observarla con detenimiento, sus facciones, sus ojos, sus labios, su pelo, sus pestañas...Y me di cuenta de que quizás estuviésemos manteniendo una especie de conversación alterna a través del lenguaje corporal y la mirada, ya que hacíamos lo mismo que el otro, yo observaba sus facciones y ella hacía lo mismo con las mías, sus ojos me transmitieron ganas de acercarme más y sentí el impulso de hacerlo, pero no le quité la mirada de encima, de hecho reprimí el impulso, en un principio saque la mano del bolsillo pero me contuve dejándola a un lado. Claro que esto son suposiciones, nunca había mantenido una "conversación" de este tipo con nadie, aunque ahora puedo asegurar que el dicho de que a veces no se necesitan palabras es cierto.