To wish Impossible Things. L Lawliet

16. Recuerdos

Debido a las consecuencias que nos habían unido, pasamos mucho tiempo juntos. Al principio todo era ordinario y cordial, pero algo en él me llamaba, y al parecer fue recíproco porque a medida que nos íbamos conociendo parecía haber un hilo invisible que nos acercaba el uno al otro, como si nos atrajésemos al unísono, a la misma velocidad y al mismo tiempo. Y así pasaron los días, como cuando se prevé que habrá una semana lluviosa, y por eso ya se espera la lluvia. Así pasó, era notable que algo pasaba entre nosotros y finalmente nos acercamos tanto que nuestros labios confirmaron la previsión. Los momentos junto a él eran únicos, adoraba cada parte de él, de su carácter, como me hacía crecer como persona compartiendo conocimientos extraordinarios sobre el mundo, su inteligencia era infinita. 

La manera de mirarme, no podía evitar sentir celos imaginarios por chicas que sabía que no llegarían a conocerle, y eso me hacía sentir la persona más afortunada de todas, por estar dentro de sus pupilas que se dilataban cada vez que me capturaba en ellas. 

La primera vez, fue tan extraño verle, siempre tan seguro de si mismo, pero esa vez estaba nervioso, como si por primera vez sus deducciones pudiesen ser incorrectas. Yo le confirmé que no sería la primera vez que se equivocaría, no sería por mí, así que me acerqué a él y con una simple mirada le vi más tranquilo, en ese momento pude sentir el dulce sabor de sus labios, como sus hombros se relajaban, como sus manos me buscaban, actuando como sus ojos para encontrar mi cintura. 

Desde entonces no necesitamos más rodeos, no pasaba un día en que no compartiésemos momentos juntos, aunque fuese en silencio, estar con el era como estar en el hogar que nunca había encontrado. 

Él conocía mi devoción por la astronomía y cada noche me explicaba nuevas curiosidades que me maravillaban como lo hacía él. Muchas personas podían verle como alguien analítico, siempre serio, pensando en el trabajo, pero es el precio a pagar por ser alguien tan excepcional, el mejor detective del mundo no se podía permitir confiar en alguien, no podía ser burlado tan fácilmente, no podía correr riesgos. Realmente no era así, L era humano, tenía miedos e inquietudes como cualquiera, era una persona generosa y siempre intentaba proteger a los súbditos que le ayudaban porque realmente valoraba sus esfuerzos y vidas, él tenía mucho que dar pero aún no había encontrado a nadie para hacerlo. 

Nunca me cansaré de recordar cuanto le admiraba, y es que a mis ojos era la persona más brillante del mundo, su capacidad para desarrollar cualquier actividad de forma impecable era genuina, el tenis, pilotar un helicóptero, sus deducciones, su memoria, su inteligencia, todo en él era increíble, y tantas cosas que nunca llegué a descubrir...Me pregunto si realmente había algo que él no supiese sobre el mundo, era como si hubiese sido creado por él, aunque finalmente alguien pudo burlarle de la manera más cobarde que existió, destruyendo todo a mi alrededor. 

Maldito 5 de noviembre...

(Quién estará narrando estas palabras?)^^

PD: la canción es muy bonita y creo que pega bastante con el texto :) 

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Dos días más tarde. 

Después de recibir una llamada de Watari que me comunicaba que partiríamos a las 17:00h hacia el nuevo hotel, empecé a empacar las pocas cosas que quedaban en la habitación. No había visto a Ryuzaki desde la última vez, y en mi interior una batalla entre la calma y el desconcierto se había desatado. Mi postura seguía siendo la misma, había algo en él que me atraía, más allá de la curiosidad o la obligación de estar bajo su vigilancia, o incluso el hecho de haber evitado las relaciones amorosas desde hacía tiempo. No, eso no lo había desencadenado todo. Era algo que no había podido descifrar aún, pero fuese como fuese, estaba ahí y en el fondo sabía que no quería deshacerme de aquello por el momento. Lo que no sabía era cual sería la actitud de Ryuzaki, no acostumbrábamos a vernos diariamente pero antes de lo sucedido se había mostrado reacio a tener cualquier contacto fuera de lo estricto conmigo.