Devora Friedman, la chica de la que todos quieren huir.
La chica mala.
La chica a la que no le importa nada.
La chica con la que no quieres tener problemas.
Es su vida, y hace con ella lo que quiera.
La sensación no es la misma. Con William la sensación nunca es la misma. Siempre es diferente, y con diferente me refiero a fantástica.
Mis manos recorrían su espalda mientras los músculos de ésta se flexionaban por sus movimientos. Posó los labios en mi cuello y lo besó de la manera que sabe que me gusta. Enterré mis uñas cuando sentí una embestida más fuerte. Su caliente aliento y su grave gemido ocasionaron que me erizara completamente.
Sabía lo que eso significaba.
Quedando satisfechos, nuestros cuerpos se relajaron.
Aprovechamos que sus padres se habían ido repentina y sospechosamente de viaje a alguna parte del mundo que no me interesaba. Aunque no es como que necesitáramos que ellos no estuvieran en su casa de todas maneras.
Se bajó de mi cuerpo y nos acomodó de modo que me terminó abrazando por la espalda. Su beso en mi cabello hizo que sonriera, un momento de paz entre la tormenta que estoy pasando.
Han pasado cinco meses desde el accidente. Creí que todo mejoraría, todos los aspectos de mi vida. Ciertamente no fue así.
Bien, en este momento estoy justo donde quiero estar; William y yo somos novios formalmente, pero... es lo único bueno que me ha pasado.
La relación con mis padres no es muy buena. Hemos avanzado mucho en cuanto a comunicación y cercanía, pero el estado de mi madre y su nueva actitud a veces me saca de mis casillas y no la soporto, como si tuviera que soportarme a mí misma, y con eso ya tengo suficiente. Sin contar que al enterarse de mi expulsión del colegio casi aborta de nuevo. Algo positivo es que al parecer el próximo demonio esta creciendo bien, sin deformidades como creía. Algo negativo... será niña.
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La situación con mi nueva familia es aún peor. Los padres de William no me soportan, no es como que yo haga algo para que cambien sus sentimientos hacia mí, al contrario; han estado muy ausentes últimamente, todos pensamos que es por mi culpa. Hasta hace pocos meses todavía tenía inconvenientes con las gemelas; es por eso que Leah decidió teñirse el cabello, ahora es casi rubia. Fue un enorme alivio. Los tres mocosos menores han estado muy cerca de mí; la verdad es que a veces son la mejor compañía, no lo admito en voz alta.
Jaime.
Suspiré inconscientemente entre pensamientos; ya no es raro. Sentí los brazos de Will apretarme más, como cada que suspiraba. Ya no preguntaba, sólo me reconfortaba. Lo prefería así.
La mayoría del tiempo tengo a Jaime en la cabeza. Después del accidente, le exigieron dos meses de recuperación; dos semanas después, desapareció; tres días después de desesperada búsqueda apareció drogado y en brazos de un hombre de 43 años -quien por supuesto no regresó ileso a su casa en Arizona, ¿Qué hacía Jaime en Arizona?-, después de todo eso, sólo ha sido peor. Realmente el accidente le afectó mucho emocionalmente; Thomas terminó con su relación, y eso sólo ocasionó que Jaime fuera de mal en peor. Aún no logro entender por qué razón le ha afectado hasta el punto de meterse en problemas todos los días... problemas serios. Apenas quiere verme y hablarme. Y por supuesto no puedo dejar de sentirme culpable por todo lo que le esta pasando.
