Cap 3. melancolía

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Ahora:

Ya había pasado un mes desde que Aang, Katara y Sokka se separaron. Aang tenía asuntos urgentes con el señor del fuego, y Katara y Sokka tenían que regresar a su hogar, al polo sur. Todo había cambiado muchísimo, ahora no había iglues, sino edificios hechos de hielo, grandes tiendas y restaurantes, y hasta un palacio, donde vivía el nuevo jefe de las tribus del sur, el jefe Hakoda, el padre de Sokka y Katara. Ahora el polo sur estaba mucho más unido, y más poblado, pero aun así, toda esa gente conocida, y esos familiares, no podían sustituir la presencia de Aang. Katara le extrañaba mucho, y se preguntaba cuándo volvería a ver a su novio. Ya llevaban prácticamente 5 años juntos desde que acabó la guerra.

-Katara, ¿vienes? - le preguntó Sokka, sacandola de sus pensamientos

-¿Eh? Si, si, ahora voy

-¿Otra vez estabas pensando en Aang? - dijo Sokka haciendo una mueca

-Si...

Sokka suspiró

-Aaaggh, ya sé que volverá enseguida y que tampoco ha estado tanto tiempo fuera, Sokka, pero no puedo evitar echarle de menos

-Lo se Katara... lo se... y creeme, yo también le extraño, pero ahora tenemos que cuidar de los niños, ¿recuerdas?

Katara asintió. Habían prometido cuidar de un pequeño grupo de niños mientras sus padres trabajaban. Se encaminaron hacia la plaza, donde les esperaban los padres con sus hijos

-Muchas gracias, Katara y Sokka - dijo uno de ellos - no podemos tenerlos vigilados todo el día

-Es un placer - respondió Katara

Los adultos se marcharon y les dejaron a solas con los niños

-Bueno... y ¿qué quereis hacer? - les preguntó Sokka

Los niños comenzaron a mirarse unos a otros, y uno levantó la mano

-Podríamos ir a esquiar con pingüinos - dijo uno

-¡Si, siii!¡Pingüinooos! - gritaron los demás

-Esta bien... a esquiar con pingüinos pues...

Los niños estaban se lo estaban pasando en grande, hacían carreras, giros, saltos...

Sokka se giró para ver a su hermana mirando a los niños con ojos melancólicos.

-Eh... ¿Ocurre algo Katara? - preguntó Sokka

No...  no es nada - dijo Katara mientras continuaba mirando como se deslizaban los niños - es solo que... ¿esto no te recuerda a nada?

-Mmm... pues... la verdad es que no, ¿por qué lo dices?

Katara suspiró

-El dia que conocimos a Aang me llevó a esquiar con pingüinos - dijo Katara, sonriendo con melancolía

-Si... todo ha cambiado mucho, ¿verdad? - katara asintió - ey... escucha... yo también echo de menos a Aang, pero ya verás como volverá enseguida

Katara sonrió

-Tienes razón, pero no por eso voy a dejar de extrañarle

-Lo se, pero... ¿qué te parece si esquiamos nosotros un rato también? - dijo con aire divertido

-Sokka... ¿no crees q somos un poco mayores para esquiar en pingüinos?

-Pfff... ¿19 años?¿Mayores? Tú lo dices porque tienes miedo de perder contra mi...

-¡¿Cómo te atreves?! - dijo Katara empujandole y haciendole caer a la nieve. Los dos rieron.

-Vamos, una carrera hasta abajo del todo - dijo Sokka corriendo hacia una de las criaturas y poniendose encima

fusión de elementos - kataangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora